Ceferino Azambuyo
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Con la idea y la visión de salir a experimentar en base a su carrera y tomar contacto con otras culturas para intercambiar conocimientos, poder generar sus propias experiencias y combinar las técnicas, el joven oriundo de Villaguay partió hacia Francia con su título, muchas ilusiones y la determinación que lo impulsaba a esta búsqueda en un país con muchas oportunidades para sus deseos de crecimiento personal y profesional.

Alfredo llegó a Lyon, ciudad que supera el medio millón de habitantes, ubicada en el sudoeste de Francia, a 470 km. de la capital, París, en la región histórica de Ródano-Alpes.

Lyon es famosa por su cocina, ostenta el título de capital mundial de la gastronomía desde 1935 y cuenta con 20 restaurantes con estrellas Michelin, incluyendo el local del chef Paul Bocuse y muchos restaurantes tradicionales llamados “Bouchons Lyonnais”. Los bouchons son un tipo de restaurantes típicos de la ciudad. Su nombre viene de la antigua costumbre de poner una figura de paja con forma de boca a la puerta de los establecimientos donde se servía vino.

Un título y visa

Sin trabajo y con una visa por vacaciones, el villaguayense arribaba, hace poco más de tres años a Lyon. “Buscaba la posibilidad de trabajo, no tenía donde vivir y sin embargo la suerte estuvo de mi lado. A poco de llegar y conseguir una habitación de hostel, porque no tenía la garantía para alquilar un departamento, conseguí trabajo en el rubro pastelería, lo que en verdad me apasiona”, manifestó.

“Compartí casas con otros jóvenes hasta que conseguí mudarme. Todos fueron momentos de adaptación junto a muchos argentinos ‘expatriados’, estábamos solos por el hecho de la distancia con nuestras familias, pero puedo decir que conformamos nuestra propia familia compartiendo además muchas similitudes con aspectos de la cultura francesa”, contó el villaguayense.

“Me gustó comenzar con esta experiencia y lógicamente una de las urgencias era poder hablar el idioma francés más fluido, lo que me costó aunque fui aprendiendo un poco a los golpes, pero feliz de poder conseguir trabajo. Llegué un viernes y el lunes ya estaba comenzando a trabajar y luego de dos meses pude conseguir la garantía para una vivienda y establecerme donde estoy afincado, logrando esa integración con las personas que me han dispensado la confianza y compartido su tiempo, con respeto e intercambio de conocimientos para mejorar los productos que se realizan”, dijo el joven.

Mix de pastelería

La pandemia de Covid-19 lo sorprendió en el país que eligió para desarrollar su talento creativo y aprovechando la apertura del empresario que lo contrató pudo mostrar que la pastelería de su lugar nativo en el mundo permitió ampliar la oferta, teniendo en cuenta que la mayoría de los locales que expenden pastelería y panadería no ofrecían la variedad que ahora pueden brindar a sus clientes en el lugar que trabaja Alfredo. El valor agregado de productos panificados, con gustos muy diferentes, ha sido un atractivo para beneficio no solo del empresario, sino de quienes pueden ensayar un menú más entretenido que permite la degustación y acostumbrar el paladar a estas nuevas opciones que llegaron a Francia, desde Sudamérica, con impulso joven.

“No todos tienen la suerte, como me ha sucedido, de poder trabajar en otro país de lo que verdaderamente me gusta, sea la cocina y la pastelería en especial. Mis jefes son un matrimonio, ella de origen boliviano y él francés y bueno la propuesta fue que fuese un local que ofrezca un mix de pastelería francesa y sudamericana. Ambos hablan español y eso me facilitó la comunicación. Estamos elaborando productos que son tradicionales como medialunas, alfajores, macarrones y panes y eso da la posibilidad de opciones impensadas, hasta hace muy poco, para llevar a la mesa de nuestros clientes y también hace la diferencia con el resto de los comerciantes del rubro”, consideró Echániz.

Al describir la zona, “destaca la plaza peatonal Bellecour es la más grande de Europa, en el corazón comercial de Lyon, a orillas del río Ródano con el Grand Hôtel-Dieu, uno de los edificios destacados durante la Fiesta de las Luces y considerado templo de la moda, diseño, sabor y bienestar con patios interiores, jardines y galerías con la “Ciudad Internacional de la Gastronomía” instalada alrededor del patio del Claustro, un verdadero itinerario de sabores con exposiciones, demostraciones y talleres de degustación de la comida gastronómica francesa”.

Nostalgia

Alfredo regresó en mayo, del año pasado, a su ciudad natal para visitar a su familia y amigos y debió hacer la cuarentena. “Extraño mucho Villaguay y mi gente, cuando estuve estudiando en Rosario me pasaba lo mismo y acá, cuando me encuentro con personas de Formosa, Chaco o Santa Fe comentan que les pasa lo mismo, quizás aquellos de son de Buenos Aires y Córdoba no son tan arraigados como nosotros, pero los del interior coincidimos en esa pertenencia que nos tira un poco”, contó.

“En Francia la pandemia de Covid-19, como en todo el mundo, no fue fácil. Ahora estamos en primavera y el 21 de junio comienza el verano con más aperturas pero desde octubre hasta abril la cuarentena fue bastante estricta con el toque de queda entre las 18 y las 6 horas y solo los comercios esenciales abiertos, ahora el toque es a las 21 horas con apertura de bares, restaurantes y locales al aire libre”.

La cuarentena en Francia

Echániz señaló que “como en todo el mundo la cuarentena, especialmente la primera, ha provocado un cansancio en la gente, por ser muy largas y en Francia fue de estricto cumplimento. Las posteriores han complicado de igual manera porque se cambió mucho el ritmo de la vida y hay personas que no acatan las medidas en la calle, pero sí en los lugares cerrados como los comercios y el transporte. El cansancio social es para todos, mucha gente no va a trabajar porque se queda en su casa, es decir lo hace a distancia, han crecido las ventas por Internet y entrega rápida a domicilio”.

En cuanto a la vacunación, el entrevistado comentó: “Hace 20 días me aplicaron la vacuna de Pfizer y en 30 días recibo la segunda dosis, y sobre la detección de casos, agregó que “los test rápidos se consiguen en farmacias a unos 20 euros, pero en el servicio de salud son gratuitos, se toman las muestras y si das positivo realizan un hisopado y con la colaboración de las personas han bajado mucho los casos en relación a los meses de enero a marzo”.

En cuanto a la situación económica mencionó que “el gobierno asistió mucho a los comercios que debieron cerrar por las medidas restrictivas y algunas actividades no esenciales siguen en esa situación y el Estado francés se hizo cargo del 80% de los salarios y algunas ayudas extras lo que generó un gran alivio”.