Maximiliano Luján [email protected]


El sector agropecuario transita tiempos difíciles. A pesar del acompañamiento del clima, el principal aliado en un negocio a cielo abierto, y de los precios internacionales para los commodities agrícolas, los productores sienten que viven en un ring tratando de esquivar los embates que van surgiendo en el camino.

En Rafaela y la región saben lo que significa estar "en el ojo de la tormenta". Si la agenda no incluye a los fitosanitarios, contempla a la inseguridad rural y sino, como en estas últimas semanas, las exportaciones de carne se convierten en protagonistas de un conflicto que promete varios capítulos más.

Desde la Sociedad Rural de Rafaela se han puesto al hombro varias gestiones para tratar atenuar el impacto de esas problemáticas. Precisamente en esta cuenca lechera por excelencia se logró "frenar" un proyecto de ordenanza que pretendía llevar el límite agronómico de 200 a 1.000 metros, con el impacto enorme que ocasionaría en la rueda económica, social y productiva.

Así lo explica su presidente, Norma Bessone: "entendemos que es momento de diálogo para escucharnos y compartir propuestas superadoras en algunos temas importantes, y nosotros debemos trabajar para dar certezas, seguridad y para hacer conocer lo importante".

Al referirse a la aplicación de fitosanitarios, remarca la necesidad de "hacer docencia" desde las instituciones para llevar la mayor y mejor información posible a la ciudadanía, siempre contemplando a la "ciencia" como principal fuente fidedigna.

Por eso, reconoce que el término "agrotóxicos" utilizado por el Presidente de la Nación, no aporta al debate y muestra "un desconocimiento" sobre los avances científicos que hubo, pero también acerca de lo que ocurre en otras partes del mundo.

"Nosotros contamos con la Red Nacional de Prácticas Agrícolas, conformada por muchísimas instituciones que permanentemente generan información seria y fehaciente para informar a la sociedad sobre la importancia de trabajar con las BPA", indica.

La inseguridad, un dolor de cabeza
La cabecera del departamento Castellanos representa una de las zonas más candentes en materia de inseguridad rural, teniendo en cuenta que todas las semanas se conocen hechos principalmente relacionados con el abigeato, el delito más común por esos pagos. Aquí también la dirigencia agropecuaria ha concretado innumerables encuentros con las autoridades municipales y provinciales, para lograr respuestas y soluciones urgentes. De todas maneras, como se sabe, los tiempos de la política no son los mismos que los del productor.

"Hay distintos hechos contra la propiedad privada, mucho más en este contexto de Pandemia y restricciones que empuja a la gente a reunirse más en los campos, donde a lo mejor prenden el fuego, con todo el riesgo que ello implica", cuenta. Y acota: "nosotros venimos exigiendo mayores patrullajes sobre todo en la zona periurbana porque son permanentes todas esas conductas".

Precisamente, esta semana se conocieron detalles de la aplicación "Ojos en Alerta", impulsado por el municipio, para brindar celeridad a las respuestas de las fuerzas seguridad, no sólo en la urbe sino también en el sector rural.

"Es una propuesta innovadora, accesible y gratuita, que se enmarca en uno de los ejes de trabajo centrales de la Sociedad Rural de Rafaela y es un buen ejemplo para demostrar que no sólo se trata de reclamar, sino de repensar la temática, intercambiar ideas, informarse, buscar alternativas, ser flexible y permeable a implementar nuevos sistemas", señala Bessone.

Al respecto, los productores de la zona tuvieron el día miércoles una capacitación que se extendió durante, aproximadamente 45 minutos. Allí se mostró y explicó el funcionamiento del sistema preventivo de aviso en donde la herramienta principal es un teléfono celular con la APP "Ojos en Alerta".

Las autoridades pusieron énfasis en la responsabilidad que representa el uso de esta tecnología en donde el compromiso ciudadano resulta fundamental ya que cada persona que se registre para su uso "será los ojos" que darán aviso a las fuerzas preventivas de seguridad ante cualquier contingencia.

De todas maneras, desde la entidad ruralista admite, que seguirán escuchando a los productores tratando de decodificar sus necesidades en acciones superadoras para las diferentes alternativas de producción agropecuaria. En ese sentido, Bessone también destaca la importancia de realizar la denuncia en caso de sufrir un delito para que haya una constancia certera del flagelo en la zona.

"Cerrar las exportaciones es incomprensible"
El tema que generó una nueva grieta entre el campo y el Gobierno fue, sin ninguna duda, el cierre de las exportaciones de carne vacuna, determinado oficialmente el 20 de mayo. La medida, que se extendió por 30 días y caduca este fin de semana, generó un cimbronazo enorme en el sector.

Al respecto, la presidenta de la Sociedad Rural deja en claro su postura: "cerrar exportaciones y sin visión a largo plazo es incomprensible desde todo punto de vista; miramos con enorme asombro estas definiciones de políticas nacionales, con tanta desprolijidad e improvisación y tan carente de fundamento serio y científico".

La dirigente reconoce que "hay una gran incertidumbre" que tiene un impacto certero en la previsibilidad que el sector necesita, pero también en "la credibilidad" ante el mundo. "Esta decisión, junto a otros políticas y expresiones, realmente es muy preocupante y lamentable para la producción", fustiga.

Por último, reflexiona: "la ganadería implica arraigo, crecimiento y desarrollo, pero también implica mucha inversión y planificación a largo plazo que, con medidas de estas características, resulta prácticamente imposible llevar a cabo". Y expresa: "cuando todavía no nos recuperamos de lo que sucedió con una medida similar en 2006, aparece algo así que refleja una manifestación total de desconocimiento o bien una intencionalidad de realmente hacer que el país esté cada día más en la pobreza".