Gabriel Obelar 

En los últimos años en Patronato, temporada a temporada, los jugadores de las divisiones inferiores de la institución comenzaron a ganar terreno y, de a poco, a entrar en consideraciones de diferentes entrenadores.
Con la llegada de la pandemia, bajo la conducción técnica de Gustavo Álvarez y por circunstancias obligadas, fueron varios los ‘pibes’ de la cantera Santa que tuvieron diferentes oportunidades y hasta lograron debutar en la máxima categoría.

Uno de ellos fue Brian Nievas, el diamantino de 23 años, que pidió pista por mucho tiempo en Reserva, aunque las oportunidades le fueron esquivas, como también los lugares. Álvarez le dio lugar y con la llegada de Iván Delfino, el mediocampista central logró jugar una buena cantidad de partidos, siendo pieza clave y fundamental en varios partidos, con importantes performances.

En el inicio de una nueva pretemporada, el ‘Chino’ como es conocido en el plantel Rojinegro, habló junto con Mirador Entre Ríos, aunque en esta ocasión, lo vive de manera especial: “Esta sería la tercera o cuarta pretemporada, no estoy muy seguro. Pero esta se encara de la misma manera, con la misma responsabilidad y con el mismo objetivo de encontrar la mejor versión de uno mismo y tratar de ayudar al equipo cuando toque jugar”.

A su vez, es consciente que no esperaba este presente: “Antes del debut no lo pensaba o imaginaba este momento, pero con el tema de los casos de COVID y las lesiones, las chances fueron más claras y cuando llegó la hora de ser titular, lo aproveché siempre al máximo”.

Valió la pena

Más allá del momento que vive en la actualidad, Brian vivió algo similar en Marzo del 2019, cuando de la mano de Mario Sciacqua, hizo su presentación oficial, por Copa Argentina, ante Dock Sud.

Luego de aquel compromiso, Nievas jugó solo en Reserva, hasta que debutó frente a Huracán en la Copa Diego Maradona: “Fue un año y medio sin jugar en Primera, se hizo largo, si bien sumé partidos en Reserva, la espera y las oportunidades se hicieron desear, pero el objetivo nunca cambió, siempre fue el mismo, el trabajar duro y hoy estoy agradecido de ello”, expresó.

A su vez, remarcó que sufrió la falta de oportunidades con el pasar de las temporadas y la llegada de más mediocampistas: “Siempre se sufre, porque uno piensa que puede estar, rendir y cumplir, cuando llegaba otro cinco siempre se sufre, pero nunca dejé de entrenar y pensar que iba a llegar. El momento se dio tal como lo imaginé”.

En la misma línea, le agradeció la ratificación del momento a Delfino: “Iván me dio una confianza bárbara y se lo tengo que transmitir de la misma manera a la hora de jugar”.

Y por último, en un año y medio, se refirió a las modificaciones que él tuvo: “Fue mucho tiempo, cambié mucho también, me solté más, soy más agresivo e inteligente hoy en día para disputar o buscar la pelota, también la posesión de pelota”.

El camino

Ya con Patronato en Primera, Brian Nievas arribó a la institución luego de ser campeón con Atlético Diamantino, jugando de marcador central: “Antes de jugar de central, de chico jugaba de cinco, pero a la hora de llegar a Patronato me probé de cinco porque es un puesto que me gusta muchísimo. Llegué siendo central, pero en Patronato, Ariel (Giacinti) fue quién me puso de cinco”, indicó.

A la hora de contar como fue su llegada a la entidad, admitió: “Un amigo conocido de mi familia, Marcelo Sosa, me llamó una noche a mi casa preguntándome si quería hacer la prueba en Patronato y con muchas ganas le dije que sí. Sabía lo que era Patronato, tenía mucha idea de a dónde venía”.

De igual manera, no todo fue color de rosas para el Chino en aquel momento: “Viajé casi dos años y medio todos los días, prácticamente hasta que vine a vivir a Paraná. Fueron años duros por el cansancio físico más que nada y el no poder jugar a veces, esos meses, fueron complicados desde lo mental también”.

En el mismo fragmento, recordó: “Estuve un mes y algo yendo a pruebas y en la última práctica me dijeron que quedé. Sentí una felicidad enorme, porque el esfuerzo fue muy grande, porque iba a entrenar de mañana y cuando llegaba a Diamante ya tenía que ir a la escuela, fue una felicidad muy grande.

“Viví momentos de bronca y angustia porque uno daba lo mejor y no tener chances o poder jugar, pero nunca dejé de dar lo mejor y seguir trabajando para crecer y estar el próximo fin de semana”.

Diamante

Al hablar de su ciudad, la voz cambia, la sonrisa aparece y se hace sentir. Brian es una persona familiera, que le gusta estar con los suyos, en su lugar de paz y extrema relajación, y así lo contó: “Cuando estoy en Diamante soy una persona muy familiar, paso el tiempo jugando a las cartas con mi viejo, abuelo y hermanos, sino tomando mates solo, bien tranquilo y soy de mirar muchas series”.

A su vez, sostuvo: “Ir a Diamante me relaja mucho, estar con la familia es algo que disfruto mucho, porque no siempre se puede, más ahora, y lo tomo como un verdadero tiempo de relajación, descanso y disfrute, es donde me olvido, a veces, de la pelota”.

En el mismo lugar, habló de su querido Atlético Diamantino: “La gente del club siempre fue amable y me trataron de la mejor forma y tira siempre para adelante, cuando fui jugador lo sentí y cuando me fui, mucho más. Sentí mucho el cariño de cada persona”.

La familia y su tranquilidad

Él se considera una persona familiar, algo que deja en claro cuando habla de los momentos más intensos en su hogar en Diamante, las horas previas a los debuts del Chino, por Copa Argentina y por la Liga.

“La más sorpresiva fue la de Copa Argentina, pero la que más me esperaba era el debut con Huracán. La familia estuvo emocionada siempre, les conté que estuve citado y estuvieron más nerviosos que yo, me alentaron siempre y están ahí cada vez que necesito algo o en los peores momentos”, confesó.

Los días previos a su presentación en el profesionalismo, no cambiaron demasiado: “La semana previa fue con tranquilidad, porque no me podía poner nervioso en ningún momento. Soy un chico tranquilo y tomé el debut de la misma manera. Mis compañeros siempre me mostraron apoyo”.

A la hora de hablar del hincha y su llegada, en tiempos en que las tribunas están vacías, reconoció: “Tanto conocidos de Paraná, como diamantinos e hinchas de Patronato me hacen saber su agradecimiento y apoyo en cada partido, es lindo, sobre todo para un juvenil y saber que uno cumple dentro de la cancha”.

Lo que viene

En último lugar, habló del futuro y lo que se viene por delante para Patronato y él: “Hay que seguir peleando, el objetivo no cambió, es el mismo, de sostener a Patronato en Primera, engrosar el promedio y sumar puntos, en lo personal, darle lo mejor al club y estar siempre a disposición”.

Cuando hizo hincapié en su crecimiento o el foco personal de esta pretemporada, confió: “Esta pretemporada trataré de buscar mi mejor versión, sobre todo después de estar un tiempo sin jugar y después desde lo individual”.

“Quiero ganar la titularidad y seguir sumando minutos, dar lo mejor de mí”, subrayó y cerró hablando de él, ya como futbolista profesional: “Me defino como un jugador tranquilo, positivo siempre y con ganas de seguir triunfando”.

Sus metas

Cuando habla con un juvenil que recién inicia su carrera profesional, los sueños y proyectos suelen a ser a corto plazos y relacionados con el fútbol, aunque para Brian, suelen ser diferentes: “Hoy estoy viviendo solo, no estoy estudiando, pero me gustaría aprender algo relacionado a lo deportivo, ya sea representación, profesorado de educación física, algo así”.

En la misma línea, contó cuál es su sueño: “Viajar por el mundo, me gustaría mucho conocer algunos países, como Alemania, Rusia e Italia o España. Me gusta mucho Alemania”.

Por otra parte, en el mundo de la redonda, reconoció cuáles son sus referentes y las imitaciones que tratar de hacer: “Mascherano, hoy no juega, y Leo Ponzio son mis dos referentes. Trato de imitar el quite tirándome de atrás que ellos lo hacen mucho y los imito bastante”.