GABRIEL OBELAR


En el regreso del Torneo de Reserva, post-pandemia, en la última Liga Profesional de Fútbol, varios juveniles de Patronato comenzaron a tener un importante papel, con nuevas caras, producto del COVID-19 y rendimientos.


Una de dichas caras, era Agustín Andreoli, delantero paranaense de 20 años, que comenzó hacer sus primeras armas en la categoría comandada por Gabriel Graciani, aunque todo dio un giro de 180° grados de un momento a otro.


En la primera fecha, Patrón visitaba a Talleres de Córdoba en el predio del Matador y en el complemento, Agustín ingresó por Juan Paniagua , pero producto de un fuerte cruce, debió ser retirado del campo de juego, ya que los ligamentos cruzados de su pierna derecha,  le prohibió continuar su crecimiento personal.


Desde ese 12 de Febrero, hasta la actualidad, Andreoli comenzó su etapa de recuperación, con una cirugía en el medio, aunque en la actualidad, comenzó a tocar la pelota después de meses de solo movimientos lentos y leves.


“Por suerte la estoy llevando bien, trato de seguir al pie de la letra lo que me dicen los médicos y los kinesiólogos”, le expresó el ‘Tanque’ a Mirador Entre Ríos.


“No te voy a mentir, es una lesión difícil y muy solitaria. Estoy trabajando todos los días con Mauro Mayor que es nuestro kinesiólogo, y también con Mateo Komar que lamentablemente está pasando por mí misma lesión con un mes de diferencia. Así que nos ayudamos mutuamente con él y hacemos que las mañanas sean más llevaderas”.



Resilencia


Desde la operación, hasta la actualidad, Agustín no faltó ni un solo día a rehabilitación, como tampoco dejó de alentar a sus compañeros en todos los partidos en condición de local, su bota no fue un impedimento.


“La parte más complicada creo que fue darme cuenta que por un buen tiempo voy a estar afuera de las canchas, y a su vez también el primer mes post-operatorio fue muy doloroso”, confesó.


En la misma idea, sostuvo: “Me la pasaba todas las mañanas llorando del dolor cuando me tenían que hacer el trabajo de doblar y extender la rodilla. Y lo de bajar los brazos se te pasa por la cabeza, es inevitable, hay días que no tenés ganas de nada y lo vez muy lejano al hecho de estar bien, pero cuando vez las mejorías que va teniendo te motiva y te vuelven esas ganas de recuperarte bien y entrar a una cancha de nuevo”.


Más allá de la soledad que hizo mención, hay un fuerte grupo detrás de él que hace que no baje los brazos: “Por suerte cuento con el apoyo de toda mi familia, mis amigos, mi novia y mis compañeros del club, que cuando las cosas se ponen feas y se te vienen estos pensamientos son ellos los que te empujan a seguir y no bajar los brazos”.


Como también el rol del cuerpo técnico: “Desde el día uno me acompañaron y me preguntan siempre como me siento, cómo va la recuperación y que todo va a estar bien. Que siga haciendo lo que vengo haciendo que cuando menos lo espere voy a estar de nuevo con ellos”.


Motivaciones


Agustín no solo que tuvo sus primeras armas en Reserva durante la pre-temporada y el cotejo ante Talleres, pero también al atravesar la primera lesión grave de su corta carrera: “Es mi primer lesión grave. Nunca había tenido nada así parecido”.
Y contó las sensaciones de la misma: “A lo primero sentí mucha bronca y angustia, a medida que fueron pasando los días y me dieron los resultados de los estudios ya me puse en mente de hacer todo como me dicen así lo antes posible poder volver a jugar”.


“En el momento de la lesión, en el partido contra Talleres, me di cuenta que algo feo era. Miedos siempre hay, de que irá a pasar y si voy a volver como antes o no. Trato de no pensar mucho en eso y seguir como vengo hasta ahora”.
Sobre las motivas para continuar recuperándose día a día, indicó: “La verdad que tengo muchas motivaciones y metas por cumplir, la principal hoy es volver a jugar al fútbol sin dolores ni nada. Creo que eso es lo que más me mueve en esta situación”.


“Una de las otras es debutar en Primera, desde que vine al club en 2009 le agarre muchísimo cariño a la institución y sería un sueño poder debutar en este club, en mi ciudad, con mi familia acá y que me vean que después de tanto esfuerzo valió la pena”.


El futuro 


Pensar en lo que vendrá es un vaivén de emociones y sentimientos, más allá de la espera lógica que conlleva esta situación: “Ahora entré en el cuarto mes post-operatorio, ya estoy haciendo trabajos con pelota y me empezó a preparar físicamente nuestro preparador físico Néstor Galliussi”.


“Para cuando se cumplan los seis meses de la cirugía y recuperación, ya poder volver con el grupo a la par con una buena base de preparación física. La meta es que para fines de Agosto yo ya esté entrenando normalmente”.
En la misma línea, piensa en lo que será el día que le toque volver a pisar un campo de juego: “Lo imagino con muchos sentimientos cruzados, recordando por lo que pasé pero con la meta en la cabeza más firme que nunca. Y cuando me toque jugar tratar de disfrutar más que nada y si viene con un golcito la vuelta mejor”.