Patronato

Un central con proyección

 
04-08-2021 | 18:39 |

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Sale desde el fondo, en uno de los tantos minutos de fútbol con el primer equipo en la última pre-temporada. Foto: Gentileza Prensa Patronato


Gabriel Obelar

El fútbol cambió desde la pandemia, más allá de que el deporte en sí es el mismo, hay factores extras, que han modificado lo que anteriormente era normal. Más allá de hablar de contactos estrechos, hisopados, protocolos, palabras ya adaptadas a nuestro lenguaje, también se habla de ausencia por aislamiento, por positivo de COVID-19 o contacto estrecho, como anteriormente se mencionó. Esto implicó que varios técnicos y equipos, sufrieran cambios a lo largo del torneo por estos factores mencionados anteriormente y, permitiendo, que aparezcan nuevos rostros y alternativas. En Patronato, un brote de coronavirus, cambió piezas y nombres, hasta en la División Reserva.

Lo que provocó esto, fue la presencia de varios juveniles que pisaron fuertes y se sostuvieron en la categoría, como el caso de Samiel Diarte, marcador central de 17 años, nacido en Tucumán, donde quedó su corazón, porque su apariencia es bien entrerriana, que por cuestiones de COVID debutó en Reserva el torneo pasado, se asentó, estuvo en bancos de suplentes y, esta pre-temporada, jugó amistosos con el primer elenco.

“Pasó todo muy rápido, pero me venía preparando para esto. No terminé de darme cuenta que jugué amistosos y entrené varias veces con el primer equipo, me dejé llevar por el tiempo y que todo pase”, le confesó en un banco del Parque Gazzano el joven defensor Santo a Mirador Entre Ríos.

Disfrutando el presente

Luego de jugar los tres amistosos de pre-temporada con el primer elenco, Diarte fue titular en la primera fecha del torneo de Reserva, marcando un presente ideal para él: “Me sentí bien en la pre-temporada, fue única, más allá de los días que me tuve que acomodar al ritmo de Primera y al grupo, después, muy bien”.

Sobre como fue el llamado para que se sumara a los trabajos dirigidos por Iván Delfino, confesó: “Fue un día que faltó un central, me llamaron para entrenar. Por suerte me fue bien y me siguieron llamando para jugar amistosos y minutos de fútbol”.

Y lo que redondea un presente único, es el debut como titular en la tercera división: “En Reserva me siento muy bien, compitiendo con (Juan) Guasone que es un gran central. Sé que hay que dejar todo y jugarse todas las fichas. El grupo es muy bueno, me introdujeron rápido y me enseñaron valores muy importantes, como el nunca resignarse”.

Con los pies en la tierra

Al hablar con Samiel, difícilmente una persona o periodista, disfrute de una charla con él, que no aparenta tener la edad, por personalidad y por lo frío y calmo que está, más allá de lo que vive y que su teléfono no deja de sonar, producto de representantes que ya lo siguen de cerca.

“Esto es día a día, darlo todo y no confiarse. No hay que relajarse nunca, sino ir por más”, admitió, sereno, mientras preparó un nuevo mate. “Cuando debuté en Reserva, me sentí bien, porque era algo que venía buscando, quería jugar y competir en Reserva”.

“Me sirvió para saber cómo era ese fútbol, el ritmo y la manera profesional. Por eso me mentalicé más que nunca en realizar una buena pre-temporada para estar donde estoy ahora e ir por más”, remarcó.

Si bien el Torneo pasado jugó solo un partido en Reserva, no se desmoronó o cambió al bajar con su división a entrenar o competir: “Me ha tocado bajar de categoría, pero hay que demostrar y ser ejemplo, de demostrar el por qué subiste y hacer las cosas bien, cumplir y volver a demostrar. Es el ciclo del fútbol, lo sé y lo tengo en claro, porque con perseverancia las cosas llegan”.

A su vez, indicó: “Siempre cuando entrenaba con mi categoría quería estar ahí arriba, en Primera o Reserva, pensaba como era y me propuse llegar. Mi viejo siempre me dijo que todo iba a llegar y que tenía que estar preparado para eso y, gracias a Dios, pasó y tuve la chance y me voy a seguir preparando para lo mejor”.

Paraná y Patronato

Con solo un puñado de años, la familia de Samiel, por cuestiones laborales del padre, dejó Tucumán para radicarse en Paraná, donde nacieron los hermanos de ‘Sami’, que en 2015 completó una prueba para calzarse la Rojinegra.

“Llegué a Patronato en 2015, después de varios años en Paraná con toda mi familia. Por cuestiones laborales de mi papá, vinimos acá, donde nacieron mis hermanos. Al llegar de chico me ayudó adaptarme a la ciudad”, narró.

“Un día me llamaron para probarme en Patronato, llegué como mediocampista central, quedé así en la previa. Un técnico me dijo que me veía como central y desde ahí, nunca más me moví del fondo”, contó, quién es uno de los ejemplos para sus hermanos, que continúan su camino en el Rojinegro. Por otra parte, cuando se le consultó por sus padres, la voz se torna congojosa: “Mis viejos están orgullosos y felices. Tratan de que continúe con los pies sobre la tierra, que no me salga de este camino y de esto estoy muy agradecido”.

“Mi familia es una gran familia, tengo dos padres que son gladiadores, porque nos dieron todo desde el primer día y no nos falta nada por ellos y hasta esto que estamos viviendo, también se los debemos a ellos dos”.

Objetivos claros

Con el grabador encendido y hasta en el final de la nota, Samiel remarcó, nunca dejó de hacerlo, cuáles son sus objetivos y metas de vida, más allá de solo tener 17 años y toda una larga trayectoria por recorrer dentro de la cancha o fuera de ella, donde pensó en estudiar abogacía, aunque en su cabeza no existe otra cosa que no sea la redonda.

Y así lo remarcó: “Siempre prioricé al fútbol por sobre otras cuestiones, nunca me guié por lo que esté ajeno al fútbol. No fui al viaje de egresados porque podía perderme prácticas o partidos. De chico, también, no quería tal cosa, prefería botines”. Este legado, pareciera ser familiar, al menos eso cree él: “Viene de familia esto, mi viejo no llegó nunca, lamentablemente, pero siempre estuvo involucrado como mis abuelos. Esto viene de chico, porque no quería tal regalo por el fútbol y siempre marqué esa diferencia, hasta de grande, donde un amigo salía algún lado, pero yo me quedaba porque al otro día entrenaba o jugaba”. “Eso me hizo fuerte de la cabeza, que no me pese nada el faltar algún lugar por el fútbol o perder algún amigo”, sostuvo, quién tiene un lema que está siempre presente: “Siempre digo que ‘El que quiere puede y que si uno se propone algo, se hace’. Yo quiero esto, por eso dejé muchas cosas de lado, hoy no llegué a nada todavía, pero siento que ese sacrificio que hice está dando sus frutos”.

Seguidores

Como todo juvenil, hay futbolistas profesionales que tratan de imitar o seguir para aprender o quitarles algo. Diarte, tiene una importante lista: “Seguí mucho tiempo a Sergio Ramos, a Tiago Silva, en Argentina a Cuti (Cristián) Romero, (Nicolás) Otamendi, (Lucas) Martínez Quarta. Pero el gran ejemplo es Cuti, por el estilo de juego, al que trato de imitar”.
Mientras que la institución, le tomó cariño y atención al paraguayo Rolando García Guerreño: “En Patronato trato de mirarlo a ‘Rolo’ (García Guerreño), que me dio un par de consejos y me habló. Tuve algunos errores en los amistosos o minutos de fútbol y como me marcaba a veces, me dio consejos y se lo agradecí, porque sirve para seguir creciendo”.

Sus metas

Como el pibe centrado, con los pies sobre la tierra y con la personalidad que lo caracteriza, cerró la nota hablando de sus objetivos, donde piensa y quiere llegar: “Yo quiero jugar en la Selección Argentina, pero a corto plazo, quiero debutar en Primera División. Sé que va llegar y tengo que estar preparado para cuando se dé”, camino que sabe que será largo: “Mientras tanto, quiero afirmarme en Reserva, espero tener minutos en Primera, sea amistosos o entrenamientos para seguir esforzándome”.



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