Kevin Rivero
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En la isla de Waiheke, a 35 minutos de Auckland, una de las ciudades más importantes de Nueva Zelanda, se encuentra el entrerriano Emiliano Candia, quien se desempeña en uno de los equipos que ha causado furor en los últimos años: el club homónimo de la ciudad, denominado Waiheke United AFC, que recientemente se consagró campeón de la NRFL División 1 y obtuvo el ascenso a la Premier League del territorio neozelandés.

El concordiense, de 36 años, hijo de una familia muy futbolera, inició su carrera deportiva cuando se sumó a las categorías formativas del Club Regatas de Concordia. Luego, a sus 17 años, cambió de colores y se vinculó al Club Estudiantes, en su localidad natal, donde debutó en la Primera División.

Sin embargo, su camino en el deporte se vio interrumpido, ya que, con 18 años, se trasladó a Buenos Aires para iniciar su etapa universitaria. “Cuando arranqué a estudiar, me alejé de las actividades y, básicamente, perdí mi forma”, dijo en diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS.

En 2010 se recibió de Licenciado en Psicología y en 2011 se mudó a Estados Unidos por una oferta de trabajo y luego de una experiencia muy positiva, decidió buscar un nuevo destino. De esta manera, en 2013 llegó a Nueva Zelanda.

- ¿Con qué te encontraste en Nueva Zelanda?

-Me encantó, es un país muy lindo, con una alta calidad de vida. Con esa apertura, dije ‘voy a volver a jugar al fútbol’.

- ¿Cómo fue volver a jugar después de mucho tiempo?

-Salía de mi trabajo y tenía mucho tiempo libre. Poco a poco empecé a jugar ‘fútbol 5’, y comencé a involucrarme en la cultura de acá con otros jugadores. Terminé encontrando un club en Auckland, donde jugué durante dos temporadas y fue mi primera experiencia.

- Luego, ¿cómo continuaste?

-Tras dos años, me incorporé al Catimba Greenhithe, un equipo ‘latino’ muy conocido en Auckland, con muchos de mis amigos argentinos. Era una división más amateur y el juego era más físico, y costaba mostrarme futbolísticamente. Fue una buena experiencia, más allá que no tuve un buen año y sufrí varias lesiones que no me permitieron jugar tanto cómo hubiese querido.

- ¿Cómo se dio tu llegada al Waiheke United?

-En 2014 o 2015, escuché mucho sobre el Waiheke y no entendía cómo había tantos argentinos y que se viva esa locura. En 2017 me contacté con un amigo, quien fue uno de los primeros argentinos que se unió a este club, y me convenció completamente.

- ¿Cómo es estructuralmente la institución?

-La mayoría de todos los roles son voluntarios y, tal vez, hay uno o dos puestos en la entidad que pueden recibir un sueldo. Es un club donde todos creemos en los objetivos y siempre tuvimos el apoyo de la directiva y los hinchas para hacer lo que proponemos y eso te ayuda a cumplir los sueños.

- ¿Cuáles fueron las claves para lograr el ascenso esta temporada?

-Creo que el párate por el Covid-19 permitió potenciarnos porque seguimos entrenando de la misma manera y nos pusimos bien físicamente, y desplegamos un gran nivel de fútbol. Después de tanto trabajo, este año logramos el preciado ascenso y ahora veremos cómo continuamos.

- ¿Qué balance haces de estos años?

-Viví mucho más de lo que me esperaba o soñaba. En el primer año salieron las cosas muy bien, terminamos segundos y pudimos ascender. Siempre fui mediocampista ofensivo, pero me probé de ‘9’, se dieron las cosas muy bien y terminé siendo el goleador del equipo. Después, nos reafirmamos y nos colocamos otras metas para seguir avanzando junto a mucha gente que hace un club profesional sin cobrar.

- ¿En qué situación se encuentra el fútbol neozelandés?

-Está en una etapa de cambios, con muchas modificaciones que afectan a todos los clubes. La mayoría somos latinos y vivimos en una isla de más de cinco mil habitantes, donde gran parte de los jóvenes se van a vivir a otras localidades y no hay un nivel para sostenerse. Esto nos afecta enormemente porque solamente quieren que queden cuatro extranjeros por elenco y es atípico que te digan quién debe jugar.

El fútbol neozelandés tiene mucho para crecer porque todavía es bastante amateur, pero tiene potencial para seguir avanzando.

- ¿Cómo vive el fútbol la gente?

-Lo vive de una manera muy distinta; son mucho más frías. Cuando jugamos, tal vez, hay un grupito de chicos tomándose una cerveza o comiendo algo y más de pegar un grito para joderte, no pasa. No tienen la pasión que nosotros tenemos por el fútbol y por eso, el Whihake repercute tanto, ya que somos el único equipo que lleva una hinchada con banderas y bombos. Ver eso les sorprende y nos agradecen por el color que le aportamos.

-Teniendo en cuenta que el fútbol es amateur, ¿pudiste dedicarte completamente a tu profesión o trabajas en otro rubro?

-Con mi profesión me dediqué a la discapacidad. Cuando me vine a la isla en 2018, intenté seguir con la misma corriente, pero no había tanta disponibilidad de laburo y me abrí a hacer trabajos que nunca había hecho. Por lo tanto, encaré trabajos que abundan en esta región, como la jardinería, construcción y pintura, y estuve así hasta el año pasado. Si bien ahora no trabajo completamente de mi profesión, ya que también hago de intérprete para aprovechar los dos idiomas, está la posibilidad de registrarme como psicólogo y ejercerlo más.

- ¿Crees que encontraste tu lugar en el mundo o no descartas vivir en otro país?

-Sinceramente, me encantaría poder quedarme a vivir en este lugar. Lo único que me frena es que mi familia no pueda venir a este país. Si no fuese por esto, me quedaría a vivir en Waiheke porque, prácticamente, tengo todo. Es un paraíso esta isla, segura, calma y hay trabajo, y se formó una comunidad hermosa de latinos. Realmente dan ganas de proyectar un futuro en este lugar.

- Por último, ¿cuáles son tus proyectos para el futuro?

-Sueño que el Whihake juegue en la Premier League y estamos haciendo las gestiones para que se pueda lograr. Si no se puede competir con todos los latinos, nos organizaremos para que lleguen más neozelandeses y armaremos un equipo competitivo. Obviamente que cuando recién subimos de categoría, la primera meta es mantenerse en esa división, pero soñamos con terminar entre los cuatro primeros y clasificar a la liga de verano.