La vida con Flor

El libro que muestra la resiliencia de una madre

Una mamá y la noticia inesperada de un accidente que truncó la vida de una hija, la puso en una indescriptible situación y luchó para “superarla”. La pandemia la encontró con esa dolorosa ausencia y decidió sacar fuerzas para encontrar la forma de sobrellevar el tremendo golpe de la vida y decidió contarlo en un libro.
12-01-2022 | 16:33 |

“Fue una joven muy sensible ante las necesidades de los demás, especialmente de sus hermanas, siempre atenta a ayudar y prestar un servicio silenciosamente, deseosa de superarse día a día”, así describió Elda a su hija Florencia.
Ceferino Azambuyo
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Elda Arlettaz es docente y Secretaria en la escuela primaria Nº 82 "Mariano Moreno" de Villaguay y un hecho desgarrador le transformó la vida y decidió escribir un libro para contar la historia de vida de María Florencia, su hija, que falleció en un accidente de tránsito el 18 de junio de 2020, a la edad de 28 años. “Un pedacito mío se fue con vos, pero otro tuyo quedó guardado en mi corazón para siempre y va conmigo a todos lados”, sintetiza su resiliencia.

Esta madre pretende no solo reflejar la vida de Flor para que la recuerden los que la conocieron, sino para que la conozcan todos aquellos que tengan la ocasión de leer el libro y por sobre todas las cosas, transmitir un mensaje esperanzador y superador para las personas que han vivido la pérdida de un ser querido, especialmente un hijo o hija, ya sea por enfermedad, hechos violentos, accidentes de tránsito o el motivo que fuese.

La autora comentó a Mirador Entre Ríos que “el libro se fue elaborando a partir de mi necesidad de escribir para recordarla y pensarla, para que con el paso del tiempo quede plasmada su vida junto a tantas fotos que imprimí en ese momento y, de esa manera, generaciones futuras puedan conocer quién fue María Florencia y qué significó en nuestras vidas”.

“Con el paso del tiempo sentí que faltaba algo, que su paso por esta tierra y su partida tan repentina debían resignificarse en algo más. Empecé a considerar la posibilidad de escribir sobre mí, sobre cómo fui transformando ese dolor y sanando mi alma para que quienes lo lean; tanto jóvenes como adultos puedan verse reflejados en la vida de ella o empatizar conmigo, en especial, quienes hayan vivido situaciones similares y encuentren a través del relato de mi experiencia un mensaje esperanzador y una mirada diferente ante la muerte. Así surgió la idea de editarlo, imprimirlo y difundirlo”.

Sobre el proceso para transformar el dolor en algo positivo, relató que “fue acompañado por muchas personas. Al principio debo agradecer especialmente a familiares, amigos y colegas que regularmente me visitaban y pusieron en mis manos bibliografía que comencé a leer. Además, me tocó transitar gran parte del duelo durante la pandemia y las cuarentenas hicieron que esté mucho tiempo en mi casa. Así es como comencé a buscar y leer mucho sobre diversos temas que hasta el momento desconocía. Entre los autores puedo mencionar a Elisabeth kübler- Ross, José Luis Cabouli, James Van Praagh, Brian Weis, etc. Por otra parte, me acompañan amigos y colegas de Flor (Psicólogos) que si bien no he realizado una terapia formal han sabido guiarme para que vaya canalizando mi dolor y escribir me ayudó a expresar mis sentimientos e ir sanando”.

Quién fue Florencia


Florencia fue la mayor tres hijas. Una joven que creció rodeada de mucho afecto de familiares y amigos. Cursó sus estudios, primarios y secundarios, en la escuela de las Hermanas Franciscanas de Gante de Villaguay. Luego, se trasladó a la ciudad de Paraná donde estudió y obtuvo el título de Acompañante Terapéutica y licenciada en Psicología en la Facultad de Humanidades de Uader.

“Fue una joven muy sensible ante las necesidades de los demás, especialmente de sus hermanas, siempre atenta a ayudar y prestar un servicio silenciosamente, deseosa de superarse día a día, hecho por el cual también estaba cursando la carrera de Abogacía. Un hecho traumático puso fin a todos sus sueños o quizás hoy pueda decir que su Alma ya había cumplido todo lo que vino a cumplir y simplemente se transformó y hoy vive de otra manera”, comentó la madre.

El enfoque del libro


“El libro pretende dar un mensaje esperanzador, muestra a la muerte no como el “fin”, sino como una “transformación” hacia otra vida, donde nuestros seres queridos siguen “vivos” de otra manera, nos siguen acompañando, iluminando y desean vernos bien porque, así como ellos cumplieron su Plan Divino y se fueron, nosotros aquí debemos honrar su memoria y vivir lo mejor posible porque aún tenemos una Misión. Nuestro paso por esta tierra es un aprendizaje que debemos llevar día a día con paz, alegría, esperanza y amor”, manifestó la entrevistada.

En el mismo orden señala que “este libro está escrito desde lo más profundo de mi corazón y con mucho respeto hacia todas las personas que piensen diferente. No pretendo convencer a nadie, simplemente narro la “Vida con Flor” y mi experiencia personal con el deseo que pueda ser sanador para quien lo lea como lo fue para mí escribirlo y compartirlo”.

La transformación por la pérdida


“Perder una hija transforma totalmente la vida, no sólo la mía sino la de familiares y amigos”, sostiene la madre, y agrega: “En mi caso, donde a través de una llamada telefónica me informaron que Flor había tenido un accidente de tránsito y había fallecido, no puedo explicar con palabras lo que sentí. No alcanza el entendimiento humano para “aceptar” ese hecho. Sólo el tiempo, el proceso personal, la predisposición de cada persona a dejarse ayudar ya sea por un profesional, textos, familiares, amigos o lo que cada uno sienta que le hace bien puede ayudarnos a transformar ese dolor en algo esperanzador. Hoy puedo decir que soy otra persona, me transformé, me redescubrí, me rearmé. Estoy convencida que nada es casualidad, todo es parte de un Plan Universal y, que por contradictorio que nos parezca, algún día nos vamos a reencontrar y comprenderemos los acuerdos que hicimos”.

En relación a su mirada sobre la vida dijo: “Hoy siento que la vida es un aprendizaje, una etapa donde nuestra Alma viene a cumplir un Plan Divino y cuando lo logra abandona el cuerpo y sigue su viaje. Eso es la muerte, sólo el final de nuestro cuerpo físico, pero nuestro Espíritu, nuestra Alma, nuestra Conciencia son “eternas”. Por eso, a nuestros seres queridos no los perdemos sólo debemos aprender a apreciar su vida de otra manera. Debemos honrar, cuidar y disfrutar nuestra vida en la tierra, nuestro paso por aquí debe ser para hacer el bien y vivir plenamente donde lo material es necesario pero lo esencial es el Amor que sepamos transmitir y para el cual vinimos”.

Actualmente el libro ha sido editado en formato físico y próximamente estará disponible en la plataforma digital de “Ana editorial” para descargarlo gratis.

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