Puentes de contención

Universa Fénix: una serie de escritos en tiempos de distancia y acercamiento digital

El canal de YouTube ideado por Dinorah Glikstein posee la finalidad de crear puentes de comunicación por medio de la palabra escénica en tiempos de aislamientos sanitarios. Desde Mirador Provincial nos acercamos a la experiencia.
20-01-2022 | 9:48 |

Dinorah Glikstein.
Foto:Gentileza.
Ariel Gustavo Pennisi


Dinorah Glikstein (1986) nació en la ciudad de Rosario (Santa Fe). Es acompañante terapéutica, actriz y profesora de teatro. Actualmente dicta talleres en escuelas e institutos de tercera edad junto a centros de día y centros de jubilados. Afirma creer profundamente en las palabras como puente entre las personas, en el peso de su morfología y en “la sinceridad de compartirlas para crecer”.

En el año 2013 fue la autora del montaje “Tejiendo el tiempo”, una obra de teatro que calificó como homenaje a su mamá del cual surgió su primer libro y secuela: “Tejiendo caminos, un viaje de fantasía”. Historias que se complementan a modo de trilogía con el mediometraje “Tejiendo sueños” basada en una experiencia realizada en Catamarca.

Sus proyectos literarios siguieron caminos productivos, y en el año 2015 nació “Ellos en mí”, un libro de poemas que rinde tributo a aquellos arquitectos de la palabra, los escritores.

Actualmente está trabajando en su próxima producción literaria Universa Fénix, que es el producto de una experiencia colectiva de pandemia cuyos resultados se pueden ver en el homónimo canal de YouTube. Desde Mirador Provincial, dialogamos con la creadora.

-¿Qué significan para vos las palabras?

-Siempre me gustaron las palabras y escribir me resulta una experiencia liberadora. En mi adolescencia escribí una poesía que llamé “Respirar” lo hice en 1995. Es la que más me gustó de esa época de mi vida. La leo seguido, porque está la elección de vivir con todos los a favor, los contras y los a pesar de... Una tarde me puse a ordenar mi cuarto y la encontré y me dieron ganas de sentarme inmediatamente a escribir.

-La escritura es un hábito muy desarrollado y cotidiano en tu vida ¿Desde cuándo escribís?
-Desde que tengo memoria. Tengo cuadernitos en blanco por todos lados en mi casa, por si se me ocurren ideas, palabras o imágenes para dar comienzo a algún texto o seguir otro. Por eso organicé el material y en el año 2013 surgió “Tejiendo caminos”, un libro de un viaje de fantasía y luego en el año 2015 “Ellos en mí”, un libro en homenaje a escritores y gente querida.

-Y tu amor por el teatro…
-Allá por el año 1992. El 6 de abril más exactamente comencé mi primer taller de teatro. Como recuerdo siempre, con esa experiencia muchas veces me sentí muy inhibida y nerviosa, aunque sumamente emocionada. Vivir mi cuerpo diferente era algo real, tenía un cuerpo distinto, como todos. Interpretar diversos personajes me parecía un viaje increíble. Desde un ángel, la peste, el fuego. Prefería los personajes alegóricos, me regalaban un vuelo particular.

Sonrío imaginando como ese pequeño cuerpo de una niña de 6 años, muy tímida en ese entonces. Se llenaba de adrenalina y endorfinas soñando esa presentación con todos los amiguitos y la seño María Esther, nada más y nada menos que en el teatro El Círculo cada diciembre rosarino. Muchos años pasaron de esos tiempos, a cada paso de mi camino entendí que el cuerpo es una proyección de las palabras, por eso creo con certeza en lo que dijo Grotowsky: “No son las palabras, sino lo que decimos y hacemos con ellas”. Al igual que la voz, eso es para mí el arte. La integración del cuerpo, la mente y el alma, pero lo que más amo del cuerpo escénico es que las palabras cobran vida.

-¿Tejiendo caminos nace como obra de teatro?
-Sí, mi madre fallece de manera repentina, y yo encontré en el arte un medio de apoyo existencial, porque sino, creo que me iba a enloquecer. Como en mi formación vengo del teatro, lo que hice fue crear una dramaturgia para teatro. Un guión para teatro. Un montaje con una apuesta muy surrealista desde lo escénico. Una historia atemporal si se quiere, de teatro objeto, teatro de sombras. En ella hay acróbatas, se entrecruzan muchas disciplinas artísticas. Luego surge el libro, pero como cosas distintas.

-¿Llegó a estrenarse la obra?

-Sí, se estrenó el primero de septiembre del año 2013, hicimos tres meses de temporada en Amigos de Arte, que era un espacio de arte independiente, que lamentablemente ya no está, se demolió para hacer un edificio. Era un espacio muy emblemático para el teatro rosarino. Fué una muy linda experiencia, una sanadora experiencia que conservo en mi corazón por siempre.

-Mencionaste que el libro y la obra son cosas distintas ¿cómo sería?

-Claro, la obra de teatro se llama “Tejiendo tiempos”, el libro “Tejiendo caminos”. Se complementan y junto al mediometraje que se llama “Tejiendo sueños”, conforman una especie de trilogía. El mediometraje lo hice en base a un trabajo que hice en Catamarca cuando estuve viviendo allá.

-Actualmente estás trabajando en un tercer libro, que reúne la experiencia de Universa Fénix ¿De qué se trata este nuevo proyecto?

-Universa Fénix es un proyecto que surge a partir del deseo de compartir vivencias, situaciones y sensaciones a nivel corporal, perceptivo y emotivo, durante el año 2020 que fue atravesado por la caótica cuarentena. Así fue como comencé a plasmar escritos y como te comentaba antes, con la siempre influencia del teatro me parecía fundamental darles cuerpo a las palabras, poner el cuerpo, por decirlo de alguna manera.

-Armas redes de palabras, desarrollar tu idea de crear puentes...
-Claro, por eso decidí invitar a compañeras actrices locales y que con sus celulares hicieran videos de monólogos con acciones cotidianas del presente en pandemia, en interior o exterior. Cada texto lo abordaron actrices diferentes.

-¿Es un proyecto de mujeres?
-Sí, pero la elección de que fuera un proyecto de mujeres se fue dando casi sin pensar, me aparecían imágenes de mujeres mientras escribía y seguí mi instinto. En esa tarea transcurrió el año y creamos el canal de YouTube que pueden visitar y compartir. Universa con A al final hace referencia a mi universo femenino interno y profundamente sensible.

Universa Fénix

Los textos del canal aparecen en un formato de video dónde son recitados por Dinorah
Glikstein, acompañados por imágenes y música elegidas por distintos artistas de la ciudad, creando un clima de confortable introspección. La pregunta, los laberintos, lo especial, el amor tienen lugar...

¿Adónde van?

¿Adónde van los sueños que no se cumplen?, ¿adónde van los muertos que no están?, ¿adónde van las horas que pasan y pasan sin cesar?, ¿adónde van los deseos llenos de paz?, ¿adónde van las huellas en la arena que dejé atrás?, ¿adónde van los dolores que no duelen más?, ¿adónde van las sonrisas congeladas de las fotos?, ¿adónde van las lágrimas que cayeron en el rostro?, ¿adónde van las rutas que terminan?, ¿adónde van los peces en el mar?, ¿adónde van las canciones que los cantantes cantan para los demás?, ¿adónde van las mariposas que nacen del amor?,¿ adónde van las caricias de mamá?, ¿adónde está “eso” entre actor y espectador?.

Yo quiero que me responda el surrealismo. Él tiene todas las respuestas.

Laberintos


Laberintos, los ojos cuando se miran, un atardecer de Claude Monet, el tango arrabalero y el teatro absurdo de Ionesco. /Laberinto un escenario, los personajes, la creación y la ansiedad por actuar./ Laberinto la duda, el pensamiento de Lacan y la reflexión de Winnicot. /Laberinto la primera relación sexual, la identidad, la fe y la paz. /Laberinto la justicia, el cansancio y el compromiso. /Laberinto la certeza, las decisiones y el placer. /Laberinto la luz, el agua y el fuego. /Laberinto los recuerdos, la intensidad y la eternidad. /Laberinto vivir.

Especial

Especial es el amor cuando se expresa inmenso como un pájaro, el tiempo disfrutado y saboreado, la siesta en el pueblo de mi abuela y el verano en la pileta.

Especial es armar la mesa en la cena de año nuevo, pasear con mis perros y mirar el cielo, llenar mi bañera, cantar, comer rico y dormir con mi pijama favorito.

Especial es el puente y el laberinto que construyo cada amanecer cuando el día comienza, escuchar “esa canción”, leer un poema, mirar adentro mi ruta interior… encontrarme a la niña que fui y agradecerle. Pedirle a mi “yo” del futuro que me guíe y avanzar en la ruta exterior.

Especial es vivir en los instantes, jugar con el hilo rojo de la verdad más sincera.

Especial es abrazar.



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