Cultura

El legado de Pavlovsky

A casi siete años de la partida de Eduardo "Tato" Pavlovsky, el especialista en su obra Christian Forteza recuerda su legado con el reestreno de Postetad. Visitó Rosario y dialogó con Mirador Provincial.
18-08-2022 | 10:13 |

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Christian Forteza es co-coordinador del Área de Varieté en el Centro Cultural de la Cooperación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Foto: Gentileza.


Ariel Gustavo Pennisi [email protected]


Eduardo "Tato" Pavlovsky (1933-2015) fue un gran referente de la dramaturgia en Argentina. Su personalidad multifacética lo destacaron como actor de cine, teatro y gran militante por los derechos humanos, sin desconocerse su rol de psiquiatra con orientación en psicodrama, ya que fue precursor teórico en Latinoamérica donde dejó un legado que se traduce en una producción de casi una veintena de libros en la materia.

Christian Forteza es co-coordinador del Área de Variete en el Centro Cultural de la Cooperación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desde hace veinte años viene trabajando las obras dramáticas de Tato Pavlovsky. Estuvo de visita por la ciudad de Rosario, razón por la cual dialogó con Mirador Provincial en el marco del reestreno de su versión de Potestad, la obra que el celebre dramaturgo estrenó en 1985 y la versión que elogió en vida en el año 2013. A casi siete años de la partida física de Tato, la puesta en escena de Christian Forteza se presenta como el mejor homenaje.

-¿Desde cuándo trabajás con las obras de Pavlovsky?

-Desde hace muchos años vengo trabajando con sus obras. Realicé adaptaciones de Tercero incluido, La muerte de Margarite Duras, Cámara lenta, Rojos globos rojos y Potestad.

La versión de Potestad fue estrenada en el 2013 como un homenaje en vida. La noche del estreno tuvimos la sorpresa de su presencia con Susy Evans, su compañera de tantos años.

Recuerdo que el público, los invitados y la prensa estaban esperando para entrar cuando alguien dijo:" Está subiendo Tato", era una sala en un largo primer piso por escalera y, se hizo un gran silencio. En ese momento pensé en la idea de lo sagrado. Como algo que nos da miedo, respeto y a la vez admiración. Su presencia, imposible de pasar desapercibida, principalmente por el tamaño que tenía, generaba una contradicción en los que no lo conocían. Una apariencia muy seria y a la vez, cuando hablabas con él, era agradablemente gracioso.

-¿Era un autor celoso de sus obras?

-No, para nada fue celoso de sus obras. Cuando algún director le pedía sugerencias de puesta en escena, o alguna línea de interpretación, el siempre respondía que busquen su propia estética. Prefería que multipliquen sus textos. Que encuentren nuevas conexiones. Resonancias.

Influenciado por la obra de Beckett, Pinter, Ionesco, es la etapa que más me gusta. Un teatro de textos fragmentados, donde las palabras dicen más de lo que dicen.

Sus textos indagan con mucho humor temas tanto existenciales como sociales, realizando un teatro desalienante. Fue un gran precursor del psicodrama en Latinoamérica. ¿Hay repercusión teórica en su obra teatral?

Precursor del psicodrama en la Argentina y Latinoamérica. Introdujo la técnica de Moreno. Como terapeuta grupal fue un seguidor de la filosofía deleuziana. Eso también se ve en sus textos.

Me gusta comparar su obra con el concepto de literatura menor que desarrollaron Deleuze y Guattari. Cierto estilo de escribir, de retorcer el lenguaje para sacarle nuevas formas expresivas. Una economía de las palabras. Un medio decir. Un decir a medias. Al mejor estilo de la técnica del iceberg de Hemingway. Lo más importante es lo que no se dice.

El espacio vacío
-Cuando Tato partió en el 2015 estuviste a cargo de sus homenajes.

-Lamentablemente nos dejó en octubre del 2015. Por eso en el primer aniversario de su partida organicé junto al investigador Jorge Dubatti y el productor Pablo Silva un homenaje a nivel nacional. Y desde el Centro Cultural de la Cooperación de CABA, donde él estrenó tantos espectáculos, y salas asociadas al homenaje de diferentes provincias, se pusieron en cartel durante un mes versiones de sus obras. También hubo charlas, encuentros de directores y debates entorno a su obra.

-¿Cómo se piensa la ausencia desde el teatro?

-Pienso también en Peter Brook, que nos dejó hace muy poco. Otro gran referente del teatro contemporáneo. Pienso en su concepto el espacio vacío. "Un hombre camina por este espacio vacío mientras otro le observa, y esto es todo lo que necesita para realizar un acto teatral". No puedo dejar de relacionarlo con Potestad. Un obra despojada de toda escenografía. Con solo dos sillas. La potencia del texto y la gran actuación de Jorge Lorenzo bastan.

Sin embargo, hay espacios que son más que un espacio vacío. Tienen una carga pasada o presente que indudablemente le dan otra densidad a las obras. En este sentido recuerdo tres experiencias extraordinarias . Una como espectador y dos como director/espectador.

Vi la versión de Potestad del propio Pavlovsky en varios espacios. Pero en uno fue realmente distinto. Algo del contexto atravesaba la obra y le daba otra dimensión. Fue en la cárcel de Devoto. En la capilla. Con los internos sentados en los bancos largos de madera, típicos de una Iglesia. Una institución de encierro, de poder, de disciplinar cuerpos. Fue una función muy intensa. A los guardias se le pidió que se quedaran afuera.

En un momento Tato lanza unos gritos. Por supuesto, entraron de golpe todos los guardias. Creían que pasaba algo, hasta que se les pudo explicar que era parte de la representación. El poder no siempre entiende de metáforas.

Continuando la obra y seguramente impregnado por el contexto, Tato comete un acto fallido. En lugar de decir: " Estaban muertos", dice: "Estaban presos". Hablando después de la función, él no recordaba ese cambio en el texto.

-Y tu versión de Potestad...

-Mucho tiempo después nos tocó a nosotros hacer una función en el Centro Cultural Haroldo Conti. Se encuentra dentro de la ex Escuela Mecánica de la Armada (ESMA). Funcionó como centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura cívico- militar.

Potestad trata de la apropiación ilegal de bebés. Y nos enteramos a penas llegamos, que el espacio teatral donde íbamos a hacer la obra había funcionado la nursery. El público también estaba enterado. Pero no todos sabían exactamente la temática de la obra. Por lo que fue una función muy conmovedora. Imposible no pensar lo que había sucedido debajo de nuestros pies. Se notó el esfuerzo del público en aplaudir el final.

En otra oportunidad, fuimos a realizar la obra en la Mansión Seré. También ahí funcionó entre los años 1977 y 1978 como lugar de tortura y secuestro en el área del conurbano. Fue una función muy especial. Por la tremenda historia del lugar y porque tuvimos la presencia en primera fila, a Nora Cortiñas, co-fundadora de las Madres de Plaza de Mayo.

-¿Tendremos Potestad en el interior?

- Por ahora hacemos una parada, una pequeña temporada los sábados de agosto y septiembre en el Centro Cultural de la Cooperación en CABA. Luego vendrá una gira por el interior. Pensamos que es importante seguir manteniendo el legado de Pavlovsky.

Sinopsis

El dolor y la tortura íntima de un hombre frente a la ausencia de su única hija, cuando todo se reduce a rescatarla con la memoria. Retener el tiempo. Repeler la angustia. Evocar con obsesión, miradas, posturas, distancias, palabras y silencios. Víctimas y victimario se confunden. La violenta confesión de la verdad. El hombre que estaba acostumbrado a certificar la muerte de los demás, se enfrenta a la impotente soledad de su propia muerte interna.

Bio


Christian Forteza trabaja desde hace más de 20 años en el campo de la comicidad desarrollando la función de actor, investigador y director sin dejar de destacar su función docente en la materia.

Es co-coordinador del Área de Variete en el Centro Cultural de la Cooperación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, institución desde la cual desarrolla su rol de investigador y coordina un ciclo- conversatorio, espacio de cruce entre artistas nacionales e internacionales donde se piensa la práctica desde la comicidad entrecruzando distintas disciplinas, como el clown, payasos, académicos, risoterapia. Dicta talleres y charlas para España, México, República Dominicana, Brasil. Sus publicaciones se conocen en distintas revistas digitales. Ha adaptado obras fundamentales de Eduardo Pavlovsky tales como "Rojos Globos rojos" , "Cámara lenta", "cerca" y "Potestad" recibiendo elogios esta ultima del mismo Tato Pavlovsky. "Paredes" de Griselda Gambaro es unas de sus adaptaciones mas recientes.



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