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09-01-2017
Entrevista con Valeria Schapira

“Somos los arquitectos de nuestro propio destino”

“Somos los arquitectos de nuestro propio destino”
La reconocida periodista y escritora rosarina acaba de presentar su nuevo libro, “Caminos del alma”. Allí traza un puente entre las complejidades de la espiritualidad y las relaciones humanas.

Diego Montejo
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Valeria Schapira es espontánea y predispuesta. Desde su morada en el barrio de las Cañitas en Capital Federal atiende telefónicamente a Mirador Provincial. La periodista, escritora y especialista en vínculos sociales acaba de presentar su nuevo libro: “Caminos del alma” en donde vuelve a entablar relación con lo espiritual y el poder de las relaciones humanas desde un lenguaje simple y honesto.
Ya con quince años residiendo en Buenos Aires, la rosarina no olvida en detalle los buenos momentos que pasó en su ciudad natal. Como una rebelde de lo establecido, Schapira es pionera en su trabajo, conoce a la perfección las necesidades de quienes intentan formar una pareja: su caudal de conocimiento la convirtió en una referente en temas de amor. Hoy también se posiciona en el encuentro con su yo y la espiritualidad, donde desde su vivencia cotidiana y experiencia intenta transitar y trasmitir a sus lectores el simple hecho de despojarse de lo material y transitar un camino sin vestiduras.
- ¿De qué trata tu nuevo libro? ¿Tiene que ver con la búsqueda del sentido de la vida?
- “Dolores del alma”, que va por su segunda edición, de alguna manera manifestaba pasar del dolor al cambio profundo del ser no. Tiene que ver con la resiliencia básicamente. Este (por su nuevo libro) “Caminos del alma” digo, si me apurarías con una definición, es un manual para quienes quieren dar sus primeros pasos en la vida espiritual.
- ¿Antes de escribir estos dos libros te considerabas una persona “espiritual”, o eso fue en un momento de tu vida que empezaste a sentir esta necesidad del encuentro con vos misma?
- Todos somos personas espirituales. El tema es cuándo empezás a descubrirlo y a creerlo. Vivimos en una sociedad en la que por ahí no se estimula demasiado la búsqueda del sentido: estamos más en el día a día, viendo las cuotas del Ahora 12 para cambiar el Smart TV. Entonces todos somos espirituales, pero lo que pasa es que cada quien tiene un tiempo para cambiar, un momento y generalmente un disparador. Hay personas que ya nacen evolucionadas y otras que necesitamos un poquito más de estímulo para decidir el cambio.
- En ocasiones la espiritualidad hoy en día puede ser vista como una herramienta de mercado.
- Bueno, hace un tiempo escribí para una revista de Córdoba en la que colaboraba un artículo que se llamaba “Espiritualidad de góndola”, porque hay mucha gente que escribe sobre espiritualidad con el mero fin de ganar dinero. Sin embargo, no soy una detractora de este tipo de cosas porque siempre creo que... A ver: “Dolores del alma” y “Caminos del alma” no tienen que ver con eso de lo que estamos hablando. Realmente están escritos desde el corazón y si vos los leés, te vas a dar cuenta de que hay alma y vida en esos libros, no están escritos con un mero fin de ganar plata. La plata si viene es bienvenida, ser espiritual no va por una vereda opuesta de querer vivir bien. Lo que sí, la gente en general cuando hacen pelota a tipos como Paulo Coelho, por ejemplo, yo siempre digo... Si una palabra de alguien que escriba como escriba y cuyo interés sea el que sea le sirve para cambiar la vida a alguien, eso está bueno. Entonces, por ahí no hay que ponerse tan estricto con este tal es comercial o tal otro no es comercial.
- Pero volviendo un poco a esto de la espiritualidad, hablemos de cómo esto está ligado a ciertos sectores de la población. ¿Como que llega a un segmento muy limitado, decís?
- Sí, hay un segmento que tiene cierta educación, ciertas inquietudes, que por ahí no son las mismas que tiene un tipo que debe levantarse todos los días a la 6 de la mañana para ir a la obra a trabajar de albañil. Qué bueno que me traigas ese ejemplo porque es el que siempre doy. En el caso del libro como “Dolores del alma y “Caminos del alma” han tenido llegada a gente simple y que se puede levantar a las 4 de la mañana para ir a laburar, pero también tiene grandes dolores. Creo que el secreto de esto no es una venta o un “autobombo”. Porque me escribe gente que lo hace con dificultad, otra que es intelectual u otra que por ahí es más sencilla. Y a estos libros los ha leído todo el mundo porque básicamente están escritos en un lenguaje fácil. Se lleva la espiritualidad a un lenguaje sencillo, porque soy amiga de hacer fácil lo difícil y porque a estas alturas de mi vida no me gusta el intelectualoide. Sé que se puede hablar de espiritualidad con una gran profundidad con palabras muy simples y llegar de esa manera al corazón de muchas personas. En “Dolores...” se plasmó mucho y en “Caminos...” también. Son capítulos cortos porque la gente también tiene un período de lectura diferente a cuando yo empecé a escribir, tiene ejercicios prácticos, al final tiene una guía de la A a la Z de que son las llamadas “terapias alternativas”.
- ¿Cuando uno escribe este tipo de textos, como hace para no caer en el sincretismo?
- Recordame que era sincretismo porque soy muy burra...
- Sincretismo es la mezcla entre ciencia y religión.
- Linda pregunta. Yo hago fusión total, no tengo ningún problema en decirlo. Yo soy una persona con padre y madre judíos, tengo estampas de San Expedito en el escritorio y de San Benito por todos lados, una imagen de Tara verde y de Buda en casa y no me etiqueto. Sí, soy judía de sangre, pero tomo de cada religión, de cada maestro lo que me hace crecer. No me gustan los dogmas y ese sincretismo, que acabo de aprender la palabra, lo llevo a mis escritos. Soy amiga de transmitir lo que a mí me ha hecho bien, si al otro le sirve genial y si no, confío en la inteligencia de cada lector para descartar lo que no le aporta.
- Al ejercicio tuyo de la escritura, ¿Cómo lo lográs? ¿Sos una persona metódica?
- Tengo los tiempos y la presión de los periodistas, entonces eso es un gran problema porque jamás he podido crear una novela, probablemente no he tenido la motivación de hacerlo, pero tampoco he tenido la disciplina que implica escribir una novela. Todos los demás libros que he escrito han tenido una coherencia, por supuesto, porque cada libro tiene un comienzo, nudo, desarrollo y final. Pero en realidad escribo cuando quiero: Te decía lo de la presión periodística porque en general me manejo con “deadline”, que son plazos para mí y es genial. Un ejemplo, firmo un contrato con una editorial porque tengo que terminar en septiembre de 2017: ahí pongo el culo en la silla y escribo; sino, boludeo.
- Y esto que te decía al principio, de esa Valeria que escribía y ayudaba a las parejas o hablaba sobre sexualidad, a la Valeria “espiritual”...
- Siguen siendo la misma, pero fusionada. Mi trabajo cotidiano tiene que ver con las parejas, trabajo para “Match.com”, el sitio de citas más grande que existe hace ya un tiempo largo. Los asesoro, soy la experta en vínculos del portal para América Latina y escribo sobre contenidos que tienen que ver con esto, con lo vincular, con las relaciones.
Creo que las relaciones están muy emparentadas con la espiritualidad. Las relaciones tienen directa relación con la evolución, con el cambio y el desarrollo de cada quien. Entonces, esa fusión también da un agujero a estas cuestiones que ahora tienen un tinte más humano, no tanto desde la ironía sino más desde la reflexión.
- ¿Vos creés que hay una brecha entre lo virtual y lo real, o que ya no existe, que son las dos cosas lo mismo en las relaciones? Hay gente que dice: “Yo no me animaría a conocer a alguien por una aplicación, página o sitio virtual”...
- Mirá, virtualidad y realidad real terminan siendo la misma cosa y encontrándose en un punto. Soy usuaria del sitio Match hace 12 o 14 años cuando me divorcié, cuando todavía teníamos Dial up. Soy testigo de gente amiga que se ha casado y ha tenido pareja a través del portal y creo que las aplicaciones como Tinder, Happen o Brinde han venido a naturalizar el uso de la virtualidad para conocer una pareja, como un puente. Raro es no usar la tecnología para comprar, para pagar, para sacar un ticket, para ir al teatro. O sea, estamos en camino a que sea más extraño a ver gente que haga la fila para pagar un impuesto.
- ¿No creés que se ha perdido la costumbre de ir a un boliche, ver a alguien que te guste y tratar de seducirlo?
- Yo creo que el orden de los factores no ha alterado el producto. A diferencia de lo que existía antes sigue existiendo lo que es el amor a primera vista, pero también está estadísticamente comprobado que las relaciones que nacen en línea, en portales de citas duran más en el tiempo y que tienen una explicación sencilla: busco una pareja, pongo los requisitos que quiero, nos encontramos y puede que no me guste la otra persona porque tiene mal aliento. Y si me gusta el aliento del otro y hay química, esa pareja nació de la compatibilidad. Los dos somos vegetarianos, a los dos nos gustan los perros, él buscaba una chica grandota y ella buscaba un chico alto, por lo que los requisitos se estaban dando de antemano. Cuando por ahí el amor a primera vista no resiste una segunda mirada porque las diferencias de base son sustanciales.
- A veces, en el imaginario de la gente se cree que los usos de estas aplicaciones son para tener relaciones sexuales.
- No, está claramente demarcado: cuando uno sabe adónde busca también sabe lo que encuentra. Match.com, por ejemplo, es un sitio de citas donde el 75% de los hombres y el 85% de las mujeres asegura estar buscando una relación con compromiso. Ahora tiene su “app”, pero nació como portal, entonces ahí vos sabes que estás buscando una relación con compromiso. A las aplicaciones como Tinder se las llama de “descubrimiento social”.
Allí hay gente que está buscando una relación ocasional. El otro día salió en el diario una nota que hablaba de “los bebés de la generación Tinder”...
- Estás viviendo en Buenos Aires desde hace mucho tiempo. ¿Cómo fue que decidiste dejar Rosario? ¿Ibas con una perspectiva de trabajo?
- No, fui al vacío total. Creo que uno se va preparando a las condiciones que sueña y que desea. Vine a Buenos Aires a presentar “Hombres, Manual para la usuaria”, a hacer dos días de prensa y me termine quedando a vivir. De esto ya va a ser más o menos 14 años que vivo acá, pero creo que sí, algo hubo en mi trabajo, consciente o inconsciente, para dar el salto. Al principio fue difícil, no tenía amigos, no tenía casa, se fue construyendo día a día. Esta ciudad tiene muchas cosas a favor y otras tantas dificultades, pero me gusta dar el mensaje de que todos estamos facultados para hacer nuestros sueños realidad... Yo decía que era vieja para venir acá, tenía 34 años, pero no hay viejos para nada cuando el deseo es muy grande.
- ¿Volverías a Rosario?
- No quiero decir “de esta agua no he de beber”... De hecho, tengo mi casa allá, pero la verdad es que hoy mi presente es trabajar desde Buenos Aires para América Latina. Mirá, hoy charlé con mi jefa que está en Brasil, con mi compañera que está en México, o sea trabajo con gente que está en Chile, México, Brasil, Colombia y hablo con los medios de todos esos países a la mañana a veces sin siquiera salir de mi casa. Éste es el nuevo mundo que está viniendo. Y hoy miraba desde mi ventana cómo estaba Av. Del Libertador cortada, y la gente que no podía transitar. Después tuve que salir y puteé como todos los que viven en Buenos Aires.
- ¿Creés que nacemos con un destino?
- Es como muy determinista, estoy convencida de que existe el libre albedrío y que, además, somos lo que pensamos, somos lo que hacemos con nuestro deseo. De esto habla mucho “Caminos del alma”. No quiero victimizarme, pero soy una agradecida de lo que la vida me dio; pero hoy, luego de haber escrito un montón de libros debo decirte que había un montón de gente que se reía de las cosas que yo escribía. Gente de mi propio laburo que ha menospreciado lo que yo hacía. Sin embargo, evidentemente fui tenaz y confié en lo mío y no me puedo quejar: vivo de lo que me gusta y soy una agradecida permanentemente. Si me hubiera quedado con lo que el otro pensaba de mí... Estoy convencida de que todos podemos construir la vida que queremos.


Biografía

Valeria Schapira es Licenciada en Comunicación Social, Posgrado en Radio y Televisión en Inglaterra con una beca de The British Council y Traductora de Inglés. Se desempeña desde 1992 en radio, televisión y medios gráficos. Fue corresponsal desde Europa y se especializó en la BBC de Londres y Televisión Española de Madrid. Produjo y condujo documentales, noticieros, programas de entretenimiento e infantiles para medios audiovisuales, realizó guiones y textos para series y producciones y recibió premios diversos, entre ellos el Fund TV. Lleva publicados dos libros de entrevistas periodísticas y ocho sobre vínculos y motivación. Sus títulos incluyen a “Los muertos de mi placard”, “Hombres, Manual de la Usuaria”, “Monólogo de una mina sola” y “Tengo 40à ¿y qué?”. Actualmente se desempeña como conductora de radio y televisión, speaker y columnista en la web y en publicaciones de Argentina y del exterior. Desarrolla formatos y contenidos para radio, TV y Web, social media y conferencias. Es referente en vínculos y experta en relaciones del sitio Match.com para América Latina. En 2015 presentó su libro, “Dolores del alma, un viaje del dolor al buen amor” que va por su segunda edición. Y en 2016 lanzó su libro “Caminos del alma. Primeros pasos hacia una vida espiritual”.




 



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