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23-02-2018
Luis Novaresio

Sobre transparencia institucional: “El gobierno tiene mucha deuda”

Sobre transparencia institucional: “El gobierno tiene mucha deuda”
El periodista rosarino habló de todos los temas. Crítico con el gobierno anterior y el actual, analizó también el presente de los medios y el momento personal que está atravesando. “Estoy pulsando más la tecla del disfrute”, dice.

Ignacio Negri
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Difícil será para Novaresio tener un año como fue 2017. Revolucionado desde lo laboral con sus nuevos programas y el reconocimiento del Martín Fierro de Oro, sufrió la dolorosa pérdida de María Olimpia, su madre. En el medio de todo eso, el día a día y el difícil compromiso de mantener su imagen como uno de los periodistas más creíbles del país. Una entrevista a fondo con Mirador Provincial.

— ¿Cómo vivís este presente en el que la gente ya empieza a mirarte, no sólo como periodista sino como una figura de los medios?
— La notoriedad en Buenos Aires me vino de viejo y eso es una ventaja enorme. Yo vine de Rosario, donde tenía mucha notoriedad, entonces los primeros escarceos con ella ya los había tenido y ahora no pasa nada. No formo parte de la farándula y es algo divertido porque no entienden que no vaya a fiestas y a eventos. En realidad no lo hago por pose, sino porque me da mucha vergüenza. Voy caminando a todos lados, voy al súper, no cambió nada.

— ¿Cómo te llevás con la crítica de la gente?
— Hay un alto porcentaje de gente que te felicita y también que te critica con respeto. A veces, el nivel de intolerancia hace que un 10 por ciento se acerque medio torcido a decirte algo. Como soy un gringo calentón a todos les contesto: “Si vos venís a decirme algo, me parece que lo mínimo que tenés que hacer es presentarte, decirme cómo te llamás porque yo pongo la cara todos los días”.

— Hay un grupo de periodistas como vos, Ernesto Ténembaum, Hugo Alconada Mon, que fueron críticos del gobierno anterior y también críticos de este gobierno. Personas afines a Cambiemos antes los escuchaban y consumían sus columnas. Hoy en cambio los critican. ¿Vos sentís eso?
— Recontra. Denostados como “Corea del Centro”. María O’Donnell también está ahí, con quien tengo mucha relación y nos acusan de eso. Voy a usar justamente una expresión de María: ella dice que nuestro laburo es ser contracíclicos, ser críticos con el que está de turno y hay que bancársela. De todas formas, te digo que es más un microclima nuestro, de los periodistas, de las redes sociales, que no representa a la gran mayoría. La militancia y la intolerancia, no solo es K, hay un nivel de militancia de Cambiemos a flor de piel, pero es poca. En la política estamos educados en el nivel de la intolerancia, es muy difícil entender que el modo de hacer periodismo es ser crítico con el funcionario de turno. Ya pasaron dos años del gobierno de Macri y remitir siempre al “antes estábamos peor” es un anacronismo.

— ¿Qué fue lo mejor y lo peor que hizo Macri en estos dos años?
— Lo mejor que hizo fue llegar al poder a través de la renovación democrática, me parece que no siendo oficialismo y ganar una elección con un oficialismo tan autoritario como el kirchnerismo es un logro estupendo. Macri se planteó dos grandes cuestiones: normalizar la economía y fortalecer la trasparencia institucional. Lo primero no funcionó, la economía no está arrancando, salvo la salida del cepo que fue ordenada, hay un nivel de inflación que no se puede controlar y recesión en variados sectores de la producción. Con respecto a la transparencia institucional el gobierno tiene mucha deuda, arrancando con un DNU para nombrar jueces de la Corte y después siguió con otros atropellos como la derogación de leyes por decreto, el último megadecreto que sacó en enero, incomprensible. Se descubrió que el subsecretario de la Presidencia -Valentín Díaz Gilligan- tenía una cuenta en el exterior.

— ¿Siguiendo con el segundo punto al cual hacés referencia sobre transparencia institucional, qué reflexión te merece el caso Triaca y Caputo?
— Lo de Triaca es un papelón, como también es un papelón haberlo sostenido en el cargo.

— ¿Tendría que haber renunciado?
— No hay dudas. Cuando una persona no sólo no puede explicar si tuvo en negro a un empleado, estamos hablando del ministro de Trabajo, cuando no puede explicar cómo le consiguió un conchabo a alguien en un sindicato. ¿Qué formación tenía Sandra Heredia para intervenir una delegación del SOMU? Raro. Tampoco minimizo la agresión verbal. Creo que en este tipo de cuestiones uno muestra quién es en realidad. Cambiemos tiene una lógica empresarial. Vos cuando trabajás en una empresa, rendís cuentas al directorio o a un grupo de accionistas y está saldada la cuestión. Eso funciona en las empresas. Cuando vos administrás un país tenés la obligación republicana de ser transparente en tus actos de gobierno frente a toda la ciudadanía y frente a los órganos de control. Caputo tenía offshore que no denunció, pero no se lo tiene que explicar a Carrió o a Peña. Nosotros no pudimos entrevistar a Triaca post episodio Sandra Heredia, a Caputo tampoco se lo puede entrevistar. Son poco afectos a respetar el canal institucional.

En la vereda de enfrente
— ¿Del otro lado que hay? ¿Qué peronismo ves?

— Del otro lado hay la nada misma. Hay un resabio enojado fanático que se expresa simbolizado con un Zaffaroni pidiendo que se vaya Macri antes. Un fundamentalismo kirchnerista que está circunscripto cada vez más a ellos, se hablan entre ellos. Veo un peronismo sin ningún liderazgo que en las últimas elecciones sopapeó a todos los gobernadores. Quien más tiene votos es Cristina, pero su imagen es muy reactiva porque tiene un techo inmediato. Me parece que no hay una oposición estructurada como tal.

— Sindicalismo cuestionado, peronismo quebrado. ¿Hay Macri por seis años más?
— No lo sé. En Argentina hacer pronósticos políticos a 15 minutos es una temeridad. Perón, que dijo todo en la política argentina, decía que la víscera más sensible de los argentinos era el bolsillo. Me parece que si no arranca la economía, le va a generar una complicación al gobierno porque las elecciones en todo el mundo se definen por cuestiones económicas. Yo no me atrevería a decir esto.

— ¿Qué sensación te dejó el caso Chocobar y todo lo que sucedió posteriormente?
— Mi posición es distinta a la progresía nacional. Que Macri lo haya recibido no me parece una intromisión en el poder judicial, de ninguna manera. Es un mensaje que el presidente tiene derecho a dar. Lo que sí me pareció mal es que Patricia Bullrich llamara al juez, eso sí es una intromisión, pero que el presidente decida recibir a un policía que es un subalterno de él, no está mal. Lo que sí tendríamos que debatir de una vez por todas es qué clase de fuerza de seguridad queremos. No voy a juzgar el caso porque no tengo el expediente en la mano, pero un delincuente armado por la calle que se escapa y desconoce la voz de alto, ¿hay que detener o no? Hay que definir: ¿nos parece que sí o nos parece que no? En cualquier lugar del mundo, una persona que termina de agredir, que se le da la voz de alto, que sale escapando, sufre consecuencias. En Argentina se pretende que no, pero también se pretende que la policía detenga el delito. Pongámonos de acuerdo.

— En este punto sobre justicia y garantismo quiero preguntarte por una persona a la cual admirabas y concurrías a sus clases. ¿Qué análisis hacés de las declaraciones de Zaffaroni?
— Era un tipo brillante dando clases y uno de los tipos más increíbles que yo he leído. Los de mi generación estudiamos a Zaffaroni en la teoría del derecho penal. Yo me venía a Buenos Aires a tomar cursos que daba él. No sé muy bien qué le está pasando. Tengo la impresión de que no puede tolerar que Macri haya ganado las elecciones. Escucho rumear bronca en vez de escuchar al gran profesor que había leído.

— ¿Pensás que detrás de sus declaraciones hay un objetivo de provocación, de estar en la agenda de los medios?
— Está enojado, está furioso. Lo que habría que advertirle es que le está haciendo un favor fenomenal al gobierno, hay funcionarios que festejan cada vez que sale a hablar.

— ¿Cómo te cayó la carta que el Papa Francisco le mandó a Hebe?
— Yo prometí que no voy a decir más la frase que dije alguna vez y que me trajo bastante dolor de cabeza. Por lo cual, no voy a decir que el Papa Francisco, como líder mundial, es un faro de referencia; hablando de política argentina parece un puntero del Conurbano. Creo eso.

Presente y futuro de los medios

— Fue viral una entrevista que le hiciste en tu programa a Mario Pergolini donde él explica que los medios tradicionales de comunicación tienen fecha de vencimiento y que las audiencias están mutando a plataformas digitales en forma acelerada.¿Coincidís?
— Lo que Mario cuenta es rigurosamente real, no sé en cuánto tiempo. Mirá, me pasó el otro día algo fenomenal, alguien que trabaja en los medios de Rosario me llama y me dice: “che Luis, disculpame lo que te voy a decir, pero yo no veo por televisión las entrevistas que vos hacés. Es más, no veo televisión, pero me llegó por YouTube la entrevista que le hiciste a Nacha Guevara y me encantó”. Eso me confirmó lo que estoy viendo: hay una generación de 25 años para abajo que no mira tele. Que no prende el televisor. Sin metáfora, no ve la televisión. Esto pasa, los públicos se van envejeciendo para nosotros. Pergolini pidió venir al programa, a la semana me llama para compartirme un dato y me dice: “Se supone que la persona más vista en Argentina es Tinelli con 17 puntos de rating, 1,7 millones de personas. Nuestra entrevista, hasta una semana posterior, se había visto 12 millones de veces. ¿Quién tiene más rating?”.

Entre “Debo Decir” y “LNE”

Además de su programa en La Red que sale de lunes a viernes de 6 a 9 de la mañana, Novaresio conduce en América Debo Decir, los domingos por la noche, y Luis Novaresio Entrevista en la renovada señal A24, los lunes a las 23.

“LNE me da muchas satisfacciones y se parece bastante a lo que yo venía haciendo en mis 30 años de laburo. Debo Decir lo quiero mucho porque me puso en un lugar que yo no sabía si podía hacerlo, que es conducir con seis personas distintas sin más apoyo que la charla misma. Fue un desafío muy grande y logramos confesiones muy importantes. Una productora mía me carga y me dice que soy ‘el Padre Novaresio’. Nos pasó con mucha gente que vino y dijo cosas muy fuertes de su vida”.

“Macri se planteó dos grandes cuestiones: normalizar la economía y fortalecer la trasparencia institucional. Lo primero no funcionó, la economía no está arrancando, salvo la salida del cepo que fue ordenada, hay un nivel de inflación que no se puede controlar y recesión en variados sectores de la producción. Con respecto a la transparencia institucional, el gobierno tiene mucha deuda”.

“El Papa Francisco, como líder mundial, es un faro de referencia; hablando de política argentina parece un puntero del Conurbano”.




 



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