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11-09-2018
No permiten comprar más de 5 kilos de alimentos sólidos

Las restricciones de Uruguay generaron polémica en las ciudades fronterizas

Las restricciones de Uruguay generaron polémica en las ciudades fronterizas
Los comerciantes de las localidades entrerrianas que limitan con el vecino país se ven afectados por las medidas tomadas por el gobierno uruguayo en medio de la crisis. La decisión controversial es vista como una falta a los convenios de “ciudades hermanas”.

Belén Fedullo
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La suba del dólar impacta directamente en los precios de los productos, por lo que los comerciantes han notado una merma en la venta en algunos rubros. El peso argentino está devaluado y es la primera vez en la historia que su valor es menor que el del peso de la República Oriental del Uruguay.

La noticia no pasó desapercibida para los ciudadanos del vecino país que, sin dudarlo, comenzaron a cruzar los puentes que unen sus ciudades con las de Entre Ríos, en busca de obtener a precios accesibles productos y combustibles.

Tras varios días de pasos de frontera y compras, el gobierno uruguayo decidió poner restricciones y la Dirección Nacional de Aduanas dio instrucciones de cómo operarían a partir de esta semana.
Los ciudadanos uruguayos que hicieran los trámites en las cabinas de paso de vuelta desde Argentina no podrán hacerlo con más de 5 kilos de alimentos sólidos por persona. Hasta el momento, no hay restricciones respecto del combustible, ya que al no ser un bien tangible y al no existir métodos de control y comprobación, es más difícil obtener datos y tomar medidas.

En las ciudades entrerrianas que limitan con Uruguay no demoraron en hacer notar su descontento. Tanto es así que, en Colón, en el Concejo Deliberante, un grupo de legisladores hizo conocer su opinión.

Los ediles del bloque Eva Duarte presentaron un proyecto de resolución en el que repudian la medida tomada por el gobierno uruguayo, exhortan al presidente y al ministro de Relaciones
Exteriores y Culto para que tomen medidas, a la vez que remiten copia al Parlamento del Mercosur, y pretenden darlo a conocer a las autoridades provinciales, nacionales y las cancillerías de ambos países.

El proyecto de “ciudad única” y la vuelta al pasado

En Concordia, los comerciantes fueron los que se sintieron afectados. Particularmente desde el Centro de Comercio, Industria y Servicios mostraron su disconformidad por la medida, no sólo porque afecta de forma directa a las fuentes de ingresos que significan los turistas, sino también porque la restricción no permite el anhelo de que exista una ciudad única, proyecto por el que trabajan hace años.

Pero no solo la relación se ve afectada, sino que esta decisión del gobierno uruguayo significa una vuelta atrás. Ya que hace tan solo un año, luego de una larga lucha, perdió efecto la medida del
“cero kilo” por la que el gobierno del país vecino directamente no dejaba a sus ciudadanos atravesar los pasos de frontera con productos adquiridos en Argentina. Es por eso que, desde la ciudad del citrus, van más allá de las notas de repudio y piensan en tomar medidas que podrían impactar a la actividad uruguaya.

Diego Lago, presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, dialogó con Mirador Entre Ríos y dijo: “Es muy triste lo que pasa, porque siempre hablamos de una ciudad única, del país hermano, de nuestros vecinos de Salto y creo que del lado argentino siempre lo hacemos con un real sentido de integración y de fraternidad, pero esto lamentablemente de parte de ellos no es así porque cada vez que se ven beneficiados, toman acciones como esta que anulan todo el esfuerzo que muchísima gente hace para que esta fraternidad esté intacta”.

Además, Lago recordó que en abril de 2013 “los uruguayos, por un decreto de ley, instalaron el cero kilo, que fue una medida totalmente arbitraria, porque hasta viola los tratados del Mercosur, y lo hicieron porque la diferencia estaba a nuestro favor”.

En aquel momento, mucha gente de Salto “cruzaba el charco” para comprar localidades entrerrianas, como también se daba a la inversa si la actualidad económica era más beneficiaria del otro lado. “Esto es algo que siempre se dio, siempre estuvo y siempre va a estar, es cíclico, a veces vamos nosotros y a veces vienen ellos y es fundamental para que seamos una ciudad única. Es más, tendríamos que tener un libre comercio; pero eso no pasa, ellos no están de acuerdo parece”, indicó.

En junio de 2017, tras años de lucha, Argentina logró que el “cero kilo” dejara de estar vigente, y lo describió como un “premio”, ya que en ese momento volvieron a hablar de una ciudad única y la conveniencia del paso libre. Pero las buenas imágenes se disuelven y remarca que aún tiene un mal recuerdo: “Un funcionario uruguayo, en ese momento, dijo que si los complicaba de nuevo la cuestión cambiaria iban a volver a instalar una medida de este tipo, esta vez no es de cero kilo, pero si de 5 kilos, que sigue siendo restrictivo de todos modos”.

La crisis y la posible respuesta argentina

La medida llega en un momento de crisis para el comercio concordiense, es por eso que las alarmas se encendieron y llevan a pensar en lo que durante años los integrantes de los gremios que nuclean a los comerciantes venían tomando como una opción que no valía la pena: jugar el mismo juego y establecer restricciones.

“Se potencia todo por la situación que vive Argentina y la de Concordia, particularmente. Hemos tenido muchísimos llamados para que se tome una acción para igualar lo que ellos hacen. Los pedidos son muy diversos, pero los comerciantes y ciudadanos particulares hablan desde una aplicación al cero kilo, hasta restricciones a la parte laboral y de no compartir centros de estudios con gente que viene a formarse acá, e incluso piden campañas como para que la gente no vaya a Uruguay y estamos evaluando, aunque claramente no es lo que queremos porque mandaríamos al tacho todo lo que hicimos durante años para ser una ciudad única”, contó el representante del Centro de Comercio.

“Nosotros nunca pudimos lograr un descuento como tienen ellos, e incluso pedíamos herramientas más logrables, una diferenciación para estar iguales en el precio. Jamás pedimos prohibiciones, de hecho, había una tienda de ropa de mujeres y casas de calzados que, cuando iba los sábados la gente desde Concordia a comprar, se quedaban sin mercadería. No podemos prohibirle a nadie que compre lo que desea tener, pero la situación que vivimos hoy, con un comercio congelado en Concordia, hace que pensemos y veamos que esto no nos beneficia en nada”, señaló Lago.

A pesar de la medida tomada por el gobierno de Uruguay, desde Concordia siguen creyendo que es posible pensar aún en una ciudad única, sin restricciones y sosteniendo los “lazos de hermandad. “Si nosotros dejamos de hacer turismo allá, no les va a ir bien. Así que al menos por las buenas esperamos que dejen de insistir con estas medidas, para que realmente podamos seguir hablando de una unión que hace a las ciudades únicas”, concluyó Lago.


 



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