Link completo de la nota: http://www.miradorprovincial.com/?m=interior&id_um=198505

03-06-2019
De Venezuela a Echague de Paraná

Dejar la patria chica en búsqueda de oportunidades

Dejar la patria chica en búsqueda de oportunidades
A principios de año los basquetbolistas venezolanos Eduar Montaña y Diego Moros vinieron probar suerte a Paraná y se sumaron a las filas del Atlético Echagüe Club, al que representarán en el próximo torneo de la APB. Mirador Entre Ríos se reunió con ellos, quienes hablaron de su llegada a Argentina, el presente de su país y sus sueños en el deporte.

Víctor Ludi

Llegaron desde Venezuela con una mano atrás y otra adelante. Se animaron a venirse a Paraná a probar suerte en el básquetbol, tratando de jerarquizarse y crecer en el deporte. Ellos son amigos y emprendieron juntos esta aventura que los tiene formando parte del Atlético Echagüe Club, al cual representarán en el venidero certamen de la Asociación Paranaense de Básquetbol (APB), que comenzará el 1 de julio.

Eduar Montaña, de 21 años, es oriundo de Caracas y se desempeña de ala pivote o pivote; mientras que Diego Moros, de 20, es proveniente de Táchira y juega de base o escolta. Se conocen desde hace años, cuando se enfrentaban en diferentes equipos en la etapa formativa. Además, coincidieron en Halcones de Cúcuta, Colombia, y ahora tendrán la oportunidad de defender juntos la casaca del Negro.

Para conocerlos un poco más, Mirador Entre Ríos se reunió con ellos, quienes hablaron de su llegada a la capital entrerriana, el estilo de juego que hay en su país y sus sueños en el deporte. Tampoco dejaron de hablar de la difícil situación que está atravesando su país y el contexto en el que llegaron a Argentina.

La llegada a Paraná y su adaptación

“Eduar y yo nos conocimos en Venezuela, donde jugamos juntos hace unos cuantos años. Él un tiempo estuvo hospedado en mi casa y generó un vínculo más fuerte entre ambos. Luego ya también fui a su casa y seguimos fortaleciendo la amistad. Siempre estuvo la idea de irnos a jugar afuera de nuestro país y probar algo nuevo en el deporte. Mi papá fue el que más nos aportó para ese sueño, quien nos dijo que si nosotros creíamos y sentíamos que podíamos que nos vayamos. Él nos trajo y está en Paraná con nosotros”, empezó su relato Diego. Luego, continuó contando que “estuvimos como un año hablando de esto, arreglamos todo el tema de papeles para no tener problemas y llegamos a Paraná en enero. Tengo una hermana viviendo desde hace unos seis años y su esposo tiene un restaurant, donde trabajaba otro hermano mío. Él conocía al preparador físico de Echagüe en el TNA y le comentó de nosotros; entonces el profe se puso en contacto con nosotros y así se dio nuestra llegada al club. Nos querían sumar para el equipo del TNA, pero el torneo ya estaba muy avanzado, así que nos dieron la oportunidad de trabajar con el equipo de la primera local. No pudimos jugar el Dos Orillas por tema de papeles, por lo que estamos esperando que comience el torneo local”.

Ante la consulta sobre cómo se sienten en Paraná, ambos deportistas coincidieron en que la sociedad paranaense los ha recibido muy bien. “Ahorita me siento afectado por la llegada del frío -reconoció Eduar-, ya que estaba acostumbrado a un clima tropical y podía ir a la playa cualquier día del año. Eso fue un cambio radical. Pero respecto a las personas, estoy muy contento porque nos han recibido con mucha amabilidad, tanto en el club como el resto de las personas que uno se cruza en las calles o en cualquier negocio que entro. Siempre me han atendido muy bien y no tengo quejas. A pesar de ser extranjeros nos tratan como si fuéramos argentinos y para cualquier persona que está afuera de su país lo hace sentir muy bien”.

En tanto, Moros acotó que “desde un principio tuvimos una muy buena receptividad de absolutamente todas las personas. Ese buen trato se ha terminado un poco en Venezuela debido a la situación del país y el malestar de la gente. Pequeñas palabras como ‘permiso, perdón, gracias’ son cosas que a uno le hacen bien. En ningún momento sentí que nos trataran mal o que la veamos casos de la nueva xenofobia”.

Al ser consultados sobre las costumbres argentinas que más le han llamado la atención, no dudaron en afirmar que “el asado es lo mejor. El mate no tanto, allá acostumbramos a tomar té de noche. Acá, en cambio, toman mates las 24 horas y me llamaba la atención que en verano tomaban mucho sin importar que fuera caliente, quizá ahora en invierno puede venir mejor (risas). El mate quizá no es lo que más nos guste, pero el asado nos gusta mucho. Además, las carnes argentinas son de otro nivel, de las mejores de Sudamérica”.

La crisis en Venezuela

Uno de los temas insoslayables en la conversación fue el difícil momento que está atravesando la República Bolivariana de Venezuela, sumergida en una profunda crisis política, social y económica. “Es muy triste la situación que está atravesando el país. Yo tengo toda mi familia en Caracas, me he mantenido en contacto con ellos y sé que están sobreviviendo a una dura situación. En lo personal trato de no indagar demasiado para que no me afecte tanto, tratando de hacer las cosas bien desde aquí para poder ayudarlos a ellos desde cualquier ámbito. Confío plenamente en Dios de que esto va a cambiar y llegará el punto en que Venezuela va a brillar. Me gustaría invitar a los argentinos a que, cuando mi país se arregle, lo tomen como primer lugar turístico porque es un paraíso”, se mostró dolido pero esperanzado Eduar Montaña.

Por su parte, Diego Moros también dio su visión al respecto: “La situación del país es demasiado fuerte. La gente está colapsando, el país se ve afectado en todos sus estados y llegará un momento de ruptura en el que esto se terminará. Yo trato de mantener la comunicación con mis familiares, y si bien puede sonar un poco egoísta porque mucha gente la está pasando muy mal, me hace bien saber que mis seres queridos no lo están padeciendo tanto. Solo el venezolano sabe cómo está el venezolano, porque contarlo es una cosa y vivirlo otra muy diferente. Este problema viene desde años, pero se ha acentuado en el último tiempo y cuando nos vinimos a Argentina se terminó de podrir muchísimo peor”.

Eduar y Diego llegaron a Argentina a principios de año. Pese a que ellos vivieron una realidad mucho peor, el presente de este país no es el ideal, sobre todo en el plano económico. Por esto, a los jóvenes venezolanos se les ha complicado conseguir trabajo, pese a que se han esforzado buscando por todos lados. Al respecto, Moros opinó que “cuando escuchamos gente que dice que el país está muy mal, nosotros nos miramos y pensamos ‘ustedes no han visto nada, no saben realmente lo que es una crisis’. Igualmente sabemos que no llegamos en el mejor momento porque el dólar ha subido mucho, pero está lejos de lo que es Venezuela. Acá con un sueldo uno más o menos puede manejarse, pero allá hay que sobrevivir. Estamos preparados para pelearla”.

Por su parte, Montaña está incursionando en la carpintería ha proyectado un pequeño emprendimiento que le permita tener una fuente laboral: “El trabajo está complicado. Nos hemos movido tirando algunos currículums y tocando puertas, pero no se ha abierto ninguna hasta ahora. Yo siempre sostengo que quizá no estoy como quiero, pero sé que hay gente que está peor. Entonces con lo que tengo voy a hacer algo para poder salir adelante. Ahora estoy en un emprendimiento con un primo de Diego, que es como un primo mío también. Él ya trabajaba con la carpintería en Venezuela y en Argentina conoció a otra persona que está en el rubro haciendo placares. Es un proyecto que estamos trabajando, con la idea de manejarnos de manera independiente. No tenía mucha idea pero le fui agarrando la mano, y es un arte muy bonito, en el que se pueden hacer muchas cosas. El límite lo pone tu imaginación”.

El básquet, adentro y afuera de la cancha

Como el de otros tantos basquetbolistas, Eduar y Diego sueñan con crecer y triunfar en el deporte que tanto aman. Para ello tendrán que dar un nuevo paso y saber aprovechar al máximo las oportunidades que se les presenten cuando les toque debutar con la casaca del Negro.
Consultados por sus metas, Diego se animó a no ponerse un objetivo específico, ya que “vinimos aquí para hacer lo mejor posible. Nos dieron una pequeña oportunidad y la queremos aprovechar. Luego de que juguemos, nuestro siguiente paso será hacerlo de la mejor manera posible en la Primera local para poder ser tenidos en cuenta para el TNA. Ahí el compromiso es mucho más fuerte y queremos estar preparados. Nuestra meta siempre es querer más, deseo ir creciendo siempre y el objetivo es lo más alto al que puede uno llegar”.

Por su parte, Eduar remarcó su intención de incorporar conocimientos en el básquet argentino, al que define como “muy organizado y ordenado. Se trabaja mucho más el sistema y las jugadas que se pueden crear en diferentes opciones. En diferentes aspectos es mucho más ordenado en el juego y de mayor nivel. Por esto sería muy importante aprender todas estas cosas para sumarle a lo que ya traíamos y hacer una mejor versión de nosotros”.

Por otra parte, durante estos meses de espera previos a debutar oficialmente, ellos se capacitaron e hicieron el curso de mesa de control en los partidos y así poder tener otro ingreso. Al respecto, Eduar explicó que fue muy importante porque, además de la ayuda económica, el estar del otro lado de la cancha y conocer la otra cara de la moneda, nos ayuda a conocer y prestarle más atención al deporte y sus reglas”.


 



miradorprovincial.com - Copyright 2024