Link completo de la nota: http://www.miradorprovincial.com/?m=interior&id_um=201907

12-07-2019
Del juego a salir al aire

Tres locutores entrerrianos que se convirtieron en una marca registrada

Tres locutores entrerrianos que se convirtieron en una marca registrada
El 3 de julio se celebró el Día Nacional. Mirador Entre Ríos tuvo un mano a mano con Leandro Brumatti (General Ramírez), Mauricio Percara (Crespo) y Luis “El Negro” Albornoz (Victoria), quienes relataron sus historias de vida. Desde trabajar en China, los Martín Fierro y la conducción del programa Pulsaciones hasta ser la voz de Fox Premium junto a algunos consejos para cuidar las cuerdas vocales. Los profesionales de la voz repasaron sus inicios, referentes y algunas anécdotas.

José Prinsich
[email protected]

Apenas han pasado las nueve de la noche del 27 de agosto de 1920. La acción transcurre en el Teatro Coliseo de Buenos Aires y tiene como protagonistas a Enrique Susini junto a tres entusiastas jóvenes, estudiantes de medicina. Luego de varias investigaciones y pruebas llevaron adelante la primera transmisión de radio, considerada para muchos la primera en el mundo. A estos “locos de la azotea”, como los bautizaron después de su magnífica creación, les sobraba imaginación y el amor por este nuevo medio de comunicación no tenía límites.

Desde entonces y hasta el día del hoy, tras casi un siglo de idas y vueltas, la radio sufrió innumerables transformaciones a lo largo de la historia. En este recorrido histórico, los locutores han cobrado trascendencia y su rol frente al micrófono ha sido preponderante. Con su voz y carisma, se convirtieron en el alma de este medio ya que son los que le dan presencia y un toque personal a la emisora. Sus voces tan amables como identificables le otorgaron identidad y reconocimiento a cada dial.

No quedan dudas de que los locutores siguen siendo una parte importante de la tan nombrada magia de la radio. Son mágicos porque pueden dialogar, en una jerga especialísima, sin palabras, con los productores, conductores y operadores. “Me meto en la intro”; “Pegame la cortina”; “Mejorame un poquito el retorno”; “Tengo que hacer un PNT (publicidad no tradicional)”; “Primero te anuncio este, me das cinco segundos y te anuncio el que sigue”; son algunas de las frases típicas que se pronuncian en la cabina y que el marcan protagonismo en la ejecución de los programas. 

Días de radio

La pasión de Leandro Brumatti por la locución y la radio tiene una época bien definida: la juventud. Todo comenzó como un simple juego, donde solamente importaba juntarse con amigos y distraerse un poco. “Esto nace como cualquier tipo de profesión que está directamente relacionado con lo lúdico. Trabajar en radio era uno de mis sueños como lo era ser DJ (disc-jockey) o tener una moto”, expresó el ramirense.

Con tan sólo 14 años, allá por 1989, el joven estudiante del Instituto “Francisco Ramírez” sintió la necesidad, quizá por curiosidad o porque le atraía algo de la profesión, de hacer un programa radial. Junto a unos amigos fueron a consultar al director de FM Eco si podían tener un segmento musical en su programación. La respuesta afirmativa no tardó en llegar. El equipo puso manos a la obra y comenzaron a grabar “Sin Nombre”. “Era todo muy rudimentario pero a mí me encantaba”, manifestó Leo, quien a los seis meses en el aire dejó en claro que “quiero hacer esto por el resto de mi vida”.

—¿Fue ahí donde te decidís a estudiar locución?

—A esa altura ya sabía qué estudiar y dónde. Quería estudiar en Buenos Aires porque, como dice la frase, “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”. En 1995 me inscribo en la carrera de locución en el ISER. Tuvimos, durante tres semanas, exámenes prácticos y teóricos para el ingreso. Más de 1.500 personas se presentaron para la inscripción. Quedamos 60 al final. 

—¿Cuáles fueron los trabajos con los cuales te sentís orgullo?

—Hay tres trabajos que, por distintas cuestiones, implicaron cierto desafío y que, además, el resultado fue satisfactorio. El primero de ellos fue la conducción para un evento en el marco del G20, que tuvo lugar en octubre del año pasado. Fueron dos intensas jornadas, una de las cuales fue completamente en inglés y duró 12 horas. Participaron empresarios de Google, Microsoft, Techint, empresarios de India, Japón, Alemania. Luego, una campaña para Claro Ecuador por el Mundial 2014. Tuve que ponerle mucha pasión al relato. Finalmente, cualquiera de los trabajos que hice para FOX Premium en los cuatro años que estuve trabajando para la compañía.

—¿Cómo surgió lo de FOX?

—A través de un amigo me enteré de un casting para la compañía. Hice el casting y no quedé pero, evidentemente, algo les gustó porque después, sin decir nada, ellos me llamaron. Necesitaban siete locutores para una movida grande que estaban haciendo. El 19 de septiembre de 2014 me llaman para comunicarme que había sido seleccionado para ser la voz de FOX Premium. Fue un momento raro porque, dos horas antes, uno de mis mejores amigos estaba en coma. En ese instante no lo disfruté.

—Más allá de que tuviste la posibilidad de trabajar en varias radios ¿Cuál es la que más recordás?

—En GEN 101.5, que era una radio de clásicos. Era la radio en la cual soñaba trabajar. Insistí todos los días hasta que me atendió un tal Diego Poso, quien era el que tomaba los castings (hoy es el gerente de programación de La 100). Me citaron para hacer la prueba al día siguiente. A la semana me confirmaron. Venían buscando locutores, habían visto unos 40 y ninguno les convencía. Por alguna razón, les gustó lo que hacía. Fue un momento de felicidad absoluta durante los tres años que estuve ahí. No ganaba fortunas pero sentí que había tocado el cielo con las manos.

Un cuento chino

Quien diría que el nombre del primer programa radial de Mauricio Percara iba a ser un anticipo de sus próximos años de vida. “Sin Límite” comenzó a emitirse en el 2004 por FM 107.3 y a partir de allí comenzó a gestarse la pasión por los medios de comunicación. En el 2008, el crespense se recibió de Locutor Nacional en Santa Fe y con el carnet en mano dio inicio a su carrera profesional, con infinidades de puertas que se le abrieron. Desde hace unos años, el oriundo de la Capital Nacional de la Avicultura se encuentra trabajando en Radio Internacional China, una experiencia que no olvidará en su vida.

Su voz, poco a poco, fue demandada por grandes compañías internacionales como Sony Music, Simmons, UNICEF, Jeep, Honda, InFocus, entre otras. Asimismo, llegó a colaborar con diversos medios como TN, Radio Internacional China, Radio Argelia Internacional, Revista Punto CN (China), Revista Dangdai (Argentina) y Revista LATE (Latinoamérica), entre otros.

—¿Cuándo comenzó esa pasión por la locución?

—No estoy seguro, pero puede que haya sido en mi adolescencia. Recuerdo que cuando tenía unos 13 años me descargué un programa para crear juegos de rol y armé un videojuego de Dragón Ball. Utilizando el micrófono cuello de ganso que venía incluido con la computadora, me puse a darle voz a los personajes. Fue muy divertido y descubrí que me gustaba escuchar mi voz reproduciéndose en los parlantes. Puede que ese haya sido el comienzo de todo. Para mí estar frente a un micrófono es ponerme a jugar un rato, divertirme, aunque responsablemente. Es como salir a jugar a la vereda, pero sabiendo que te puede pisar un auto si no mirás al cruzar la calle.

—Actualmente trabajas en Radio Internacional China ¿Cómo llegó la propuesta?

—Mi trabajo principal es el de locutor freelance: grabar lo que me pidan y enviarlo por mail. Así mi voz viajó mucho. Un buen día dije: “No puede ser que solo sea mi voz la que viaje” y me puse a buscar posibilidades por todos lados, a lo loco. En una semana o dos me habían contactado de varias compañías, con ofertas de lo más diversas, con contactos que había hecho trabajando en línea. La propuesta más disparatada en ese momento me pareció mudarme a China para trabajar en una radio y eso hice.

—En materia de medios ¿Cuáles son las diferencias más trascendentales?

—En China no se improvisa nada. Está todo guionado, ensayado y generalmente grabado. Me parece que, por este motivo principalmente, los formatos son bastante rígidos. A veces es bueno, pero otras puede aburrir bastante.

—¿Qué aprendiste de este viaje por el mundo?

—Aprendí muchas cosas, obviamente. No tanto en el plano profesional, sino de la vida misma. Hoy tengo amigos de prácticamente cada rincón del mundo. Un día cualquiera puedo tomar café acompañado de una senegalesa a media mañana, almorzar con un alemán y tomar cerveza rodeado de una familia norcoreana hasta altas horas de la madrugada. Es un aprendizaje diario.

Una voz familiar

Le dicen “El Negro” y aunque no todos lo conocen personalmente, su voz se transformó en una marca registrada para los oyentes. Cuando le preguntan por la radio, Luis Albornoz no duda en decir que fue su primer amor. La historia se remonta a la Ciudad de las Siete Colinas, donde con apenas 11 años daba sus primeros pasos como locutor. Era en un club de barrio y tuvo que presentar las peleas de boxeo de una velada ya que el presentador oficial se había enfermado. Fue, sin duda alguna, su bautismo de fuego frente al micrófono.

Así como Leandro y Mauricio, Luis también hizo del juego un instrumento para aprender a hacer radio. Su padre se había ganado un grabador y así arrancó la aventura, cargada de imaginación y emoción. Con 16 años, con la voz ya mutada, se presentó para un examen laboral en LT39. El joven victoriense practicó bastante, sin que nadie le enseñara. El destino estaba marcado: ganó el concurso pero no le pudieron dar la vacante por ser menor de edad. La insistencia permitió que ingresara al medio y pudiera cumplir su sueño. Durante el tiempo que estuvo allí, en 1972, el Negro llegó a relatar automovilismo, softbol y básquet, entre otras disciplinas.

"De LT39 tengo el más lindo de los recuerdos. Fue un paso inolvidable. Me acuerdo de mi primer día en el que salí al aire con una compañera mayor que yo. Ahí aprendí a hacer de todo desde hacer un programa de radio hasta producir”, argumentó la voz del reconocido programa televisivo Pulsaciones.

—¿Cómo nace lo de la imitación de personajes?

—Siempre tuve mucha facilidad y mucho oído para imitar personajes. En la época que vivía en Victoria veíamos solamente Canal 3 y Canal 5 de Rosario. Había un horario que era todo dibujitos. Me gustaban las voces, me resultaba muy cómico y expresivo. Aprendí junto a otro grande como es Pelusa Suero, quien hizo todas las voces de Hijitus y otros personajes más. Con él aprendí a cómo tomar características de cada personaje. Tengo una cuestión actoral que también la he desarrollado.

—¿Y el conejo Nesquik?

—Ese personaje tiene 30 años y lo gané en un casting. Fui el último y encima había llegado tarde. Me cortaron la grabación y me confirmaron que había quedado. También hice el gato de Bubbaloo, la hormiga atómica, Silvestre y su hijo, el Gallo Claudio, el Gavilán Pollero, el Lagarto Juancho, Don Gato y su pandilla, entre otros.

—¿Qué significaron los Martín Fierro en tu carrera profesional?

—Tengo tres Martín Fierro. El primero fue en reconocimiento al programa Pulsaciones, con una gran audiencia. Fue un éxito tremendo. Ese premio no lo pude recibir porque estaba operado de un tumor benigno y la entrega la vi desde mi sala de recuperación en el sanatorio. Fue una gran emoción y una alegría pero lo tomaba como un reconocimiento al trabajo y al desarrollo del programa junto al rating obtenido. Pero cuando ganas un Martín Fierro por tu labor es otro el sentimiento. El segundo fue en 2013. Después, en el 2016, gané con Radio Disney. Estaba con tanta bronca por el avasallamiento de nuestra profesión y que hacen desbarajuste en el mercado, que se lo dediqué a todos los periodistas que sin ser locutores hacen trabajos de locución. Sentir en mis manos el Martín Fierro fue una emoción incalculable. Se me pasó toda mi carrera por ese instante. Soy un agradecido a la vida. 


 



miradorprovincial.com - Copyright 2024