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10-09-2019
Primer simposio Provimi aves

Tecnologías para la eficiencia en la cadena de producción avícola

Tecnologías para la eficiencia en la cadena de producción avícola
Provimi Cargill Animal Nutrition, con el objetivo de ofrecer nuevas herramientas técnicas y de gestión a la industria avícola para superar los actuales desafíos que presenta el sector, el miércoles 14 de agosto reunió a clientes, productores y profesionales en el Primer Simposio Provimi para promover la salud en los negocios en Rosario.

El evento reunió a representantes de las 20 principales empresas avícolas argentinas, que representan el 80% de la producción local.

La industria avícola en Argentina está viviendo como nunca antes un contexto de gran competitividad y bajos márgenes para el sector, generado principalmente por el aumento de los costos de energía, mano de obra y logística. A esto se le suma la aparición de nuevos players en el mercado exportador, que compiten con precios muy bajos en mercados internacionales.

Por otro lado, nuestro consumo per cápita de carnes se encuentra en uno de los más altos del mundo, lo que hace que también se dificulte el aumento del consumo natural.

Esta nueva realidad nos obliga a ser cada vez más eficientes en todo sentido, tanto a productores como a proveedores de productos y servicios para la industria. Teniendo en cuenta este contexto, Provimi ha organizado su primer simposio para productores, profesionales y asesores del sector avícola, en el que expertos en nutrición, gestión y producción presentaron las últimas novedades en la materia.

Bajo el lema “Tecnologías para la eficiencia en la cadena de producción agrícola” el simposio abrió con una breve presentación a cargo de Cirinei Miotto, líder comercial de aves en Cargill Animal Nutrition Latam Sur.

Cirinei destacó que Cargill está presente en 70 países y tiene 150.000 empleados en todo el mundo. Sus negocios cubren todas las etapas de la cadena de producción de alimentos, lo cual le permite asesorar a los clientes en aspectos clave que no sólo tienen que ver con la nutrición de los animales: el manejo, la eficiencia productiva, el retorno de inversión, la innovación, son algunos de los temas que marcan la diferencia en los resultados económicos. “Nuestro foco está tanto en la salud de los animales como en la salud de los negocios” destacó.

Más allá de la coyuntura en Argentina, la crisis en China es una enorme oportunidad para la industria avícola, dado que se estima que la carne de pollo será el segundo gran sustituto de la carne de cerdo en ese país. Los grandes proveedores actualmente son EE.UU., la Unión Europea y algunos países de Latinoamérica. “Argentina tiene la gran ventaja de estar libre de enfermedades, pero ¿estamos realmente preparados para esta oportunidad? ¿Qué tenemos que cambiar en nuestras empresas para aprovechar este escenario mundial?” con este interrogante Cirinei dio paso al profesor Mario Penz, director mundial de cuentas estratégicas, para Cargill Animal Nutrition.

La disertación de Penz se refirió a las “Herramientas tecnológicas para la producción aviar”. Destacó, sobre todo, la necesidad de romper los paradigmas conocidos para tener nuevos resultados, “pensar fuera de la caja”. “Cada mañana tenemos que tomar decisiones. Podemos elegir entre dos caminos: decidir en base a lo conocido, lo cual nos llevará a un futuro previsible, o buscar soluciones que nos lleven a un nuevo futuro. La innovación no siempre es tecnológica, muchas veces está en cosas simples, sencillas” destacó el especialista.

Hasta hace unos años el foco estaba puesto en mejorar la eficiencia en el desempeño, desde el punto de vista zootécnico. Hoy lo que tenemos que lograr es mejorar la eficiencia económica: cuánto producimos por kg por m2 por año. Esto significa buscar el menor costo por animal vivo, maximizar el rendimiento de la planta de sacrificio y maximizar los márgenes. Y los principales aspectos a tener en cuenta para lograrlo son: bioseguridad, salud intestinal, mortalidad y conversión alimenticia.

“La nutrición de precisión no puede ser sólo un slogan. Ya no es posible prescindir de modelos matemáticos para tener buenos resultados y ser competitivos” alertó Penz. “La formulación lineal ya no sirve, es obsoleta. Hay múltiples variables que hay que integrar en el modelo que utilicemos, que incluya precios del mercado, precio de pollito bebé para ver si conviene criarlo o comprarlo, tipo de alimento, etcétera. La formulación no lineal no mira el menor costo del alimento, sino el mejor margen de contribución”.

El disertante también destacó la importancia de un ambiente controlado (temperatura, agua refrigerada, granja organizada y extra limpia), con la incorporación de inteligencia artificial para poder hacer un monitoreo en tiempo real de mortalidad, peso, sonido, CO2, etc.

Otro aspecto clave para mejorar los resultados económicos de la industria es el desarrollo de productos con valor agregado, ya que cuanto más procesado está el alimento mayor es el valor por kg.

Finalmente, Penz destacó la importancia de la gente. El perfil de los profesionales es clave para marcar la diferencia, y en eso los millenials son fundamentales. “Tenemos que aprender a comprenderlos, atraerlos, llamar su atención y mantenerlos ocupados, no les interesan los títulos” concluyó el especialista.

Sean Hyland
Sean Hyland, gerente de producto línea maíz y sorgo, CASC South America Group, se refirió luego a las “Perspectivas del mercado de granos argentino”.

El especialista en trading destacó que los principales aspectos a considerar para analizar el contexto actual en esta materia son: el conflicto comercial entre EE.UU. y China; la peste porcina; el cambio político (Brexit); las interrupciones en las cadenas de suministro; el impacto del costo de flete; la reducción de sulfuro en un 80% en la navegación marítima (incremento en los fletes marítimos del 15 al 20% a Asia); las inundaciones y continuas lluvias en Estados Unidos (que afectó la siembra de maíz, con un atraso de 60 días); y por supuesto, los últimos cambios políticos en Argentina.

“Los mercados tienen movimientos más oscilantes, pero más cortos” destacó Hyland. “Los productores hoy son los que tiene el poder real porque se profesionalizaron y manejan la venta, eligiendo el momento y el mercado al que le venden, según el precio que les resulte favorable”.

Finalmente, destacó la importancia de mantener un flujo continuo, sin paros que interrumpan el transporte, la carga y el embarque, ya que nos enfrentamos a un mercado muy competitivo, con players como Ucrania y Tailandia que se están volviendo cada vez más fuertes.

Por la tarde, Grego González Vásquez, líder comercial de avicultura en Argentina de Provimi Cargill Animal Nutrition, se refirió a los valores Cargill que orientan el accionar del equipo en su trabajo cotidiano y marcan la diferencia en el modo de acompañar a los clientes en su crecimiento: hacer lo correcto (con honestidad y transparencia siempre, no sólo cuando es conveniente); respetar a las personas (cuidar su seguridad física y psicológica; ayudar a alcanzar el máximo potencial en colaboradores; desarrollar programas de inclusión; respetar a todas las personas con las que interactúan, lo que abarca también a proveedores, clientes, etc.); apuntar a la excelencia (alcanzar la perfección de manera coherente y sustentable).

Marcelo Dalmagro, gerente de tecnologías de avicultura para Cargill Animal Nutrition Latam Sur se refirió a los “Desafíos y oportunidades frente a la reducción de antimicrobianos”.

Debido a las proyecciones de impacto económico y en salud pública que la crisis de resistencia microbiana impone, el escenario global es de restricciones cada vez más severas al uso de antimicrobianos en la producción animal.

Sea por cuestiones reglamentarias, exigencias de clientes, o por estrategias empresariales, hay una tendencia global que va hacia la eliminación del uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento de la producción avícola, y también limitar el uso de estos como terapéuticos, metafiláticos y hasta profiláticos.

La Unión Europea fue pionera en esta transición, y hoy hay muchos informes sobre cómo países como Holanda han logrado restringir fuertemente el uso de antimicrobianos, manteniendo y mejorando sus parámetros productivos y económicos. Más reciente fue el gran cambio que ha sufrido la avicultura en EE.UU., donde en los últimos 4 años más del 50% de los pollos producidos en aquel país ya no reciben antimicrobianos durante toda su vida (No Antibiotics Ever – NAE).

“En Latinoamérica vemos que este camino de transición a la producción avícola con restricción al uso de antimicrobianos se acerca a nuestros países, y que debido a nuestra infraestructura y desafíos sanitarios (y económicos), tendremos mucho que hacer para garantizar que no hayan pérdidas con la implementación de sistemas de producción con uso restricto de esta herramienta. Pero tenemos una gran ventaja: está a nuestro alcance por años de experiencia, de errores y aciertos, y de expertise de las empresas y países que han reducido su uso de antimicrobianos y probado que es posible. Aprovechemos para aprender y adaptar sus mejores prácticas a nuestra realidad” señala Dalmagro.

Es fundamental entender que la transición hacia estos nuevos sistemas productivos exige el compromiso de toda la empresa, ya que las prácticas y los procesos a lo largo de la cadena deben ser mejorados para que la transición ocurra de manera suave. Son necesarios cambios de manejo y bioseguridad, atención redoblada sobre la calidad del pollito BB, programas nutricionales específicos y utilización de aditivos alternativos que promuevan la salud en vez de enfocarse en el control de enfermedades. Pero sobre todo, es un cambio de mentalidad, y allí está el mayor desafío.

“La transición para una avicultura con restricción al uso de antimicrobianos exige cambios estructurales en la forma de producir” indica Dalmagro. “Hay que tener en cuenta que estos cambios no sólo nos desafían; también pueden generar beneficios productivos por la mayor atención, control y mejoras en todos los eslabones de la cadena de producción. Así que podemos mirar desde cualquiera de las dos perspectivas la restricción al uso de antimicrobianos en la avicultura: ¿desafío u oportunidad?”.

Eduardo Leffer
Cerrando la jornada, Eduardo Leffer, gerente de producción de pollos de engorde en COOPAVEL BRASIL, explicó cómo fue la “Experiencia práctica de la cooperativa brasileña en la transición por la producción libre de promotores antibióticos”.

Las razones que llevaron a Coopavel a producir pollos libres de antibióticos en 2017 fueron: un excedente de producción por no poder exportar, la sobreoferta en el mercado interno con costos altos y el darse cuenta de que otras empresas pudieron atravesar esa crisis sin tantas pérdidas. Así fue que los responsables de la cooperativa se propusieron transformar su negocio para tener un modelo más eficiente que los ayudara a atravesar las etapas críticas.

Empezaron analizando su modelo de negocios, en términos de eficiencia (también en términos de energía). Uno de los aspectos que se propusieron modificar fueron sus instalaciones, para que los aviarios fueran más eficientes en términos de tamaño, distancia y practicidad para el productor.

“Para ser competitivos teníamos que mejorar los márgenes y sumar valor agregado a mediano plazo” destacó Leffer. “En cuanto al uso de antimicrobianos, la restricción puede venir de un día para el otro, y hay que estar preparados para eso”.

En este sentido, aclara que también hay que considerar el uso de ionósforos, no sólo de antibióticos, ya que los clientes son cada vez más conscientes de sus riesgos.

Para hacer la transición se plantearon distintas estrategias, con distintos niveles de impacto. Eligieron actuar simultáneamente en distintos frentes: bioseguridad, sanidad, manejo, ambiente, condiciones de pago a productores.

Las acciones incluyeron: uso de aditivos alternativos, vacío sanitario de 18 días mínimo para no correr riesgos; disminución de la densidad de ambiente; control de sanidad e inmunidad de las aves; reestructuración del equipo (división de áreas dedicadas a la productividad y al control de salmonella); capacitación y optimización del perfil de las personas (con foco en la proactividad, comunicación con el productor basada en la empatía y trabajo en equipo); cambio en el modelo de pago a los productores basado en conversión alimentaria y generación de nuevos acuerdos con empresas proveedoras que tuvieran la tecnología necesaria y se especializaran en temas específicos, como socios estratégicos para este nuevo modelo de trabajo. Entre ellos destacaron a Cargill Animal Nutrition que los ayudó a lograr una nutrición más eficiente.

“Los resultados fueron positivos. La conversión alimentaria mejoró; se bajó la energía de la ración en kilo-calorías y se ajustó la conversión calórica. La mortalidad fue bastante alta, pero pudieron controlarla y no aumentó en relación a los niveles históricos. Lo interesante es que se mantuvo una integridad intestinal muy buena y consistente (gracias al equilibrio en la microbiota).” concluyó Leffer.




 



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