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10-09-2019
Inseguridad

Investigan cómo fue el ataque a balazos contra el jefe de la Policía Federal en Santa Fe

Investigan cómo fue el ataque a balazos contra el jefe de la Policía Federal en Santa Fe
El atentado lo habrían realizaron tres encapuchados en una camioneta en la autopista Buenos Aires-Rosario. Bullrich dijo que se trató de “un ataque mafioso”. El comisario Valdés resultó herido en la ingle y en un brazo. Quedó internado en un sanatorio de Rosario en terapia intensiva.

Germán de los Santos
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Sin pistas concretas y sin que se lograra avanzar sobre la identificación de los supuestos atacantes, la investigación del ataque a balazos contra el jefe de la Policía Federal Argentina en Santa Fe, Mariano Valdés transitaba ayer a la tarde por un camino plagado de interrogantes, más que de posibles certezas.

El jefe de la Policía Federal Argentina, Néstor Roncaglia, anticipó a Mirador Provincial que desde el Ministerio de Seguridad de la Nación iban a pedir que la causa, que está en manos de la fiscal de Villa Constitución Eugenia Lasciarandare, pase al fuero federal.

La fiscal esperaba la autorización de los médicos del sanatorio Mapaci de Rosario para tomarle declaración al comisario, que desde mayo pasado está a cargo de la delegación de la Policía Federal en Santa Fe. Hasta ahora la única versión que escuchó la Policía de Investigaciones de Santa Fe fue la que dio la suboficial que acompañaba a Valdés en el Ford Focus, con el que regresaban de Capital Federal, donde el jefe policial había ido a hacer un curso para ascender a comisario inspector en la jerarquía de esa fuerza.

Según la información que dio la mujer a los investigadores, el ataque a balazos se produjo cerca de las 20.50 cuando Valdés paró el vehículo en la banquina, para descargar la yerba del mate. En ese momento, a la altura del kilómetro 258, cerca de la localidad de Fighiera, una camioneta color negra, con los vidrios polarizados, se puso a la par y desde dentro del rodado tres hombres encapuchados comenzaron a disparar contra el Ford Focus gris. Los disparos pegaron en la ventanilla del conductor, donde estaba sentado Valdés, y en la luneta. El jefe policial y su acompañante desenfundaron sus armas y contestaron con disparos a los atacantes.

Valdés fue alcanzado por dos disparos, uno en el brazo derecho y otro en la ingle. Según voceros oficiales, la suboficial dijo que a pesar de las lesiones Valdés arrancó el auto y logró llegar a una estación de servicio que está cerca de la autopista, donde pidieron auxilio y llamaron a una ambulancia. De la camioneta ni de los atacantes no hay rastros.

Hasta el cierre de esta edición la Policía Federal no contaban con los videos de las cámaras de seguridad ni se había podido identificar ni a la camioneta ni a los agresores. Con el correr de las horas el testimonio de la mujer comenzó a dejar algunas lagunas sin explicación.

Algo que también llamó la atención de los investigadores fue cierta reticencia de la agente de entregar en las primeras las armas de ella y el comisario, y someterse a los peritajes que después accedió.

Valdés retornaba a Santa Fe, donde está instalado desde el 9 de mayo pasado, cuando Néstor Roncaglia, jefe de la fuerza, relevó a la cúpula de la Policía Federal por supuesta connivencia con narcos de la zona. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Valdés había participado de un curso de ascenso en la estructura de la fuerza.

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich consideró que el atentado a balazos contra el jefe de la Policía Federal en Santa Fe, Mariano Valdés, “fue un ataque mafioso”. “Que personas encapuchadas ataquen a un jefe de policía, que tiene un gran trabajo desde mayo cuando se removió a la cúpula de esa fuerza, es un hecho muy grave que nos tiene consternados y ocupados”, aseguró la funcionaria en diálogo con Mirador Provincial.

La principal hipótesis que manejan en el Ministerio de Seguridad es que el ataque a Valdés podría estar vinculado al descabezamiento de la cúpula de la Policía Federal en Santa Fe, que se produjo el 9 de mayo pasado. Seis policías de esa delegación, entre ellos el comisario Marcelo Lepwalts, fueron procesados por pedido del fiscal federal Walter Rodríguez por los delitos de encubrimiento, incumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica, falso testimonio, cohecho y comercialización de estupefacientes. Se sospecha que los efectivos actuaban en connivencia con los narcotraficantes.

El propio jefe de la fuerza Néstor Roncaglia se encargó en persona de relevar a todos los policías y puso en funciones a Valdés, que se transformó en una especie de interventor dentro de la Policía Federal en Santa Fe.

El atentado contra el jefe policial se produjo unas horas después de que el fiscal federal Walter Rodríguez advirtiera que hay complicidad de parte de las fuerzas federales que operan en Santa Fe con organizaciones criminales. En diálogo con LT8 consideró que la situación es de "gravedad institucional", debido a los estrechos vínculos que tienen con las bandas de narcotraficantes.

"Hay niveles de complicidad con el delito en ambas fuerzas (federales y provinciales) y en un número significativo", aseguró Rodríguez, quien elevó una carta a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en la que le pidió que "adopte las medidas necesarias" para poner fin al "nivel alarmante de corrupción institucional en las fuerzas federales".

"Producto de haber intervenido en numerosas oportunidades en causas donde aparecen involucrados miembros de fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, cursé una segunda comunicación al Ministerio de Seguridad de la Nación, advirtiendo una repetición en este fenómeno que repercute en mi trabajo", dijo el fiscal.




 



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