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19-11-2019
Yachting

Un paranaense diseña uno de los veleros más rápido del mundo

Un paranaense diseña uno de los veleros más rápido del mundo
Agustín Baruh es ingeniero naval y trabaja en el equipo American Magic, la escuadra norteamericana que participará en la Copa América 2021 en Nueva Zelanda. El barco a vela en el que trabaja puede alcanzar una velocidad superior a los 90 kilómetros por hora.

Tomás Rico | [email protected]
 

Agustín Baruh, oriundo de Paraná y surgido en el deporte a vela en el Club Náutico Paraná, vive uno de los sueños que todo apasionado por los barcos puede tener: ser parte de un equipo de la Copa América, la competición más importante del yachting mundial.


Baruh es ingeniero naval y vive en Estados Unidos, allí trabaja para el American Magic, la escuadra estadounidense que trabaja a todo ritmo para llegar a la competencia que será dentro de un año y medio.


La Copa América 2021 es la edición número 36 y se disputará en el Golfo de Hauraki, en Auckland (Nueva Zelanda), entre enero y marzo de 2021 con embarcaciones de la clase AC75. Es un velero monocasco “volador” provisto de foils en forma de T, orza plegable y con 22,86 metros de eslora (75 pies), que pueden alcanzar entre los 40 y 50 nudos de velocidad, un equivalente a más de 90 kilómetros por hora.


El ingeniero de Paraná no es único argentino en el equipo, que está conformado por más de cien profesionales, también están Sebastián Zarate, ingeniero especialista en composites, y el regatista Maciel Cicchetti.


Además, del equipo del que forma parte el paranaense animarán la competencia: Emirates Team (Nueva Zelanda); Luna Rossa (Italia); Stars & Stripes Team USA (Estados Unidos); e INEOS Team UK (Reino Unido).


Una experiencia inolvidable


—De chico navegaste en Optimist y luego en Laser ¿cómo siguió tu vida relacionada a la vela?

—Durante mi primer año en la universidad (Instituto Tecnológico de Buenos Aires) competí en Laser en el Yacht Club Olivos de Buenos Aires, pero luego decidí parar para dedicarle más tiempo a mis estudios universitarios, ya que en ese momento era mi prioridad. Sin embargo, gracias a que en la universidad contamos con un J24 (una clase de velero cabinado), tuve la oportunidad de navegar y correr algunas regatas, así que pude seguir disfrutando del deporte. Siempre tuve pasión por la náutica y creo que lo que busqué fue mantenerme conectado de cualquier forma posible con el agua.


—¿Hace cuánto vivís en Estados Unidos y con qué idea llegaste allá?

—Estoy viviendo en Rhode Island (Estados Unidos) hace poco más de un año, desde fines de septiembre de 2018. Ya había tenido la oportunidad de conocer el país y experimentar un poco la vida acá, así que ya sabía más o menos con qué me iba a encontrar desde el punto de vista cultural. Si bien había tenido la oportunidad de contactarme, mediante correo electrónico, con algunas personas con experiencia en la Copa América, no contaba con ningún referente que conociese a título personal como para preguntarle cómo era el día a día en un equipo de este nivel. Acá todos tienen muchísima experiencia y conocimientos y los tiempos son muy rápidos por lo que tenés que tratar de ponerte al día lo más rápido posible.


—¿Cómo se dio tu llegada al equipo American Magic? ¿Imaginaste en algún momento llegar a un equipo de la Copa América, con lo que eso significa?

—Mi llegada al equipo se dio de manera impensada. La verdad que siempre apunte a tratar de vivir en el exterior unos años para sumar experiencia, y trabajar en algún equipo de la Copa era el objetivo principal, a lo que apunta cualquiera en este campo. Sin embargo, sabía que no iba a ser fácil y que hasta podía no darse por lo que tenía que abrir el espectro de búsqueda un poco por lo que también aplicaba a muchos estudios y astilleros, más que nada en el área de veleros.

Durante mucho tiempo busqué conectarme con estudios y astilleros que se dedicaran al diseño de barcos de competición, mandando mi curriculum y correos a profesionales alrededor del mundo. Tanto es así que mi primera entrevista con el equipo la tuve por escribir al estudio español responsables del diseño del barco, consultando por la posibilidad de alguna vacante en su equipo y ahí me dijeron que había una vacante.

Para mi tener la posibilidad de llegar a la Copa fue un sueño hecho realidad, es la oportunidad de cumplir un objetivo que me propuse hace mucho tiempo por lo que me alegra mucho estar acá. Todavía hay días que salgo del trabajo y no puedo creer lo que estoy viviendo.


—¿Cuál es tu función dentro del equipo y cómo es el trabajo día a día?

—Dentro del equipo trabajo en la parte de diseño, específicamente en el área de casco, cubierta y estructuras. Mi posición es de “draftsman” (la traducción más cercana sería dibujante). El trabajo consiste en tomar la información que viene de ingeniería para la construcción de una nueva pieza o estructura y así plasmarla en un plano que sirve como guía en la planta para su construcción. Si bien esta es mi función principal, he tenido la suerte de ayudar en otras áreas del barco como en el mástil, el timón, foils 1, y también haciendo pequeñas tareas en otros departamentos, como modelado 3D y cálculos de ingeniería, lo cual lo considero una excelente oportunidad para seguir ganando experiencia y formándome como profesional, ya que creo que una de las cosas más importantes de este tipo de experiencias es la posibilidad continuar aprendiendo de los mejores de la industria.


—La Copa América se hace en 2021 ¿Cuánto tiempo les llevó construir el primer barco?

—El primer barco de dimensiones de regata AC75, conocido como “Defiant” (Desafiante), requirió aproximadamente un año y medio de diseño y construcción, y unas 76.000 horas hombre. Sin embargo, previamente a esto se construyó un barco de “pruebas” de 38 pies, llamado “The mule”, que sirvió para probar distintos conceptos y tecnologías antes de aplicarlos en el barco de regatas.


—¿Qué es lo que más extrañas de Paraná?

—(Risas) Esa es la pregunta fácil: la familia y los amigos. Si bien ya hace varios años que me fui de Paraná (más de 10) para estudiar en Buenos Aires, siempre tuve la suerte de poder volver y mantener el contacto. Ahora es más difícil, pero es cuestión de hacer el esfuerzo y gracias a la tecnología se ha simplificado mucho. Igual, espero poder estar por allá dentro de poco para disfrutar de un buen asado de domingo con la familia, que es algo que no se consigue acá. Por suerte me pude traer el mate para tomar en la oficina y no extrañar tanto Argentina.


—¿Tenés pensado volver en algún momento y poner en práctica tus conocimientos?

—Por el momento tengo planeado estar acá hasta el fin de la copa en Nueva Zelanda 2021 y ahí veré bien como seguir, pero creo que me gustaría continuar ganando experiencia en el exterior por unos años más. De todas formas, sí, en algún momento me gustaría poder volver y aplicar todos los conocimientos ganados para desarrollar mis propios diseños en Argentina.


 



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