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03-12-2019
Cultura entrerriana

“Los tiempos de la música”, el libro que plasma la idiosincrasia musical

“Los tiempos de la música”, el libro que plasma la idiosincrasia musical
El autor Héctor Luis Prim dedica sus páginas a los músicos de Colón, San Salvador, Concepción del Uruguay, Villaguay y localidades vecinas. Recorre las notas más salientes de unas cinco décadas para que perdure la memoria de tantos creadores que, como precursores, han allanado el recorrido de quienes hoy se consolidan en este arte tan reconocido en Entre Ríos

Ceferino Azambuyo
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Considerar que un músico solo debe dedicarse a crear e interpretar quizás es muy poco en la mente de alguien que ha superado etapas en la vida y ha comprendido la misión desde la cual se ha comprometido, y eso es fundamental para que no queden en el olvido aquellos que han hecho camino y cuyas huellas son, en definitiva, las que siguen reelaborando la dirección por la dinámica de estos tiempos.

Así fue la construcción del contenido de “Los tiempos de la música”, un libro que presenta una crónica, o sea un relato de hechos ordenados cronológicamente desde que se tienen datos (aproximadamente década del 40) hasta 1990.

Héctor Luis Prim, el autor de esta obra, ha señalado de manera acertada: “El intento de rescate de las raíces, vivencias y anécdotas sobre la historia musical de nuestra querida región, como parte esencial en el pentagrama del pasado”.

“La música tiene sus tiempos, marca a la vez épocas bien definidas, por eso como reza su título, ‘Los tiempos de la música' rinde culto a una de las más sensibles actividades del ser humano y reconoce a muchas personas que durante décadas contribuyó a la cultura musical”, expresó el autor en diálogo con Mirador Entre Ríos.

De inolvidables pistas, bailes y músicos

El contenido del libro, de 200 páginas, desgrana el movimiento musical hasta la década del 90 en los Departamentos Colón, San Salvador, Uruguay y Villaguay. Comienza con una descripción en tres capítulos sobre la vida social de los clubes donde se realizaban reuniones bailables y las confiterías, para luego incluir la historia de las terrazas con piso de tierra o pistas de baile.

Los recordados bailes de “La Unión” y “La Armonía” en Colón, donde nacieron grupos reconocidos y además con proyección en la República Oriental del Uruguay, los fabulosos bailables del club Liebig, del pueblo del mismo nombre, por citar unos pocos ejemplos, en San José, se hizo lo propio en el club Social Santa Rosa.

Entre muchos otros, el recuerdo queda grabado en varios grupos como: Los Rebeldes; Grupo Nevada; Los Griegos; Grupo Fetiche; Los Nobles; Los Rutilantes-Los Vándalos; Grupo Stop; y Los Famosos, con casi 40 años de formación, dirigido por Héctor Luis Prim con nuevos trabajos surgidos en estos tiempos y variado repertorio que le ha valido ser contratado en grandes fiestas nacionales. El grupo se encuentra formado actualmente por Héctor Iván Prim en voz y bajo, Darío Bessón en primera guitarra y coros, Franco Bessón en batería y percusión y Héctor Luis Prim en teclados, guitarra y coros.

Los recuerdos del Departamento Uruguay

En el Departamento Uruguay se destacaban los clubes Rivadavia, Ferrocarril y Bajada Grande, en aquellos comienzos y el Rancho de Santa Anita, también famoso por la convocatoria. Entre los conjuntos musicales surgieron: Los Cuatro Colores; Los Vikings; Los Teachers Boys; Los Violentos, Grupo Tiempo, Grupo Teorema; Grupo Prólogo, Grupo Cascote; Génesis; Grupo Alfa; Los Perlas; Signos; Los Consagrados; Grupo Eros; y Grupo FM.

En el caso de San Salvador, entre los grupos que se mencionan están Los Cachos Girls que luego se convirtieron en Los Juveniles; Los Achalay; Los Truenos; Los Cinco Sonidos; Trinidad, entre otros que sumaron sus estilos para amenizar los eventos y bailes que concentraban a bailarines y concitaban el interés de quienes asistían a las denominadas reuniones bailables.

De música moderna, típica, característica y folclórica

En las páginas del libro, que originalmente era el doble y se debió achicar por razones de costos, se hace referencia a la aparición de los servicios de amplificación (incluyendo datos sobre los comienzos de la radiofonía local) y de la aparición de los primeros boliches bailables.

Desde el capítulo 4 hasta el final, se detallan las distintas formaciones de grupos, orquestas de música moderna y luego típica-característica, no solo de Colón, sino también de San José, Villa Elisa y Ubajay, para luego incluir a San Salvador (por entonces ciudad del departamento Colón), Concepción del Uruguay (San Marcial) y cerrar con el departamento Villaguay (incluyendo Villa Domínguez, y Villa Clara).

El folclore también tiene su espacio con solistas y agrupaciones, que se hacían notar por su calidad interpretativa en toda la provincia, de notables intérpretes que han traspuesto los límites territoriales de Entre Ríos, el país y llegando a recorrer el mundo con sus creaciones.

El texto del libro es muy ágil y abunda en datos históricos de cada uno de los temas salpicado por anécdotas de distintos hechos relacionados a los grupos o músicos que aparecen en el relato, acompañado por material gráfico y un cuidado diseño de tapa de Hugo Marcelo Barreto.

Sobre el autor

Héctor Luis Prim, nació en Colón el 16 de noviembre de 1957. Cursó sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal RO, luego estudió Ingeniería Electromecánica en la UTN y tres años después comenzó su carrera docente como Maestro Especial de Act. Plásticas en la Escuela Nº 60. En su niñez y adolescencia realizó estudios de dibujo en Buenos Aires y de pintura en Rosario, donde realizó exposiciones y ganó varios concursos: creación del logo de la Escuela Normal, creación del personaje Billiken para Editorial Atlántida, entre otros.

A partir de 1973, estudió música en el Conservatorio Panamericano de C. del Uruguay y se recibió de Profesor de teoría y solfeo y guitarra. Estudió piano e instrumentos de viento (sáxo tenor y trompeta).

En 1988 creó una agencia de publicidad, incursionó en la prensa escrita y creó el periódico El Observador —luego llamado El Ombligo Observador y hoy se lo conoce como El Observador Regional—, al medio lo vendió en 1994. Entre otra experiencia en la gráfica, escribió como corresponsal del Diario La Calle de Concepción del Uruguay.

Actualmente dedica su tiempo a la grabación y producción musical en su propio estudio. El último disco lo editó hace pocos días por el sello Garra Records de Capital Federal y se titula “Los Famosos: Grandes Éxitos-Nuevas versiones” y fue grabado y masterizado en sus propios estudios Fama Records.


 



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