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06-01-2020
Conmoción

Piden 9 años de prisión para dos exjefes policiales

Piden 9 años de prisión para dos exjefes policiales
Se trata de los comisarios Rafael Grau y Omar Odriozola. Se los acusa de liderar una organización criminal que realizaba maniobras ilícitas en la reparación de móviles oficiales.

Mirador Provincial
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Los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez solicitan penas de nueve años de prisión para dos exjefes de la policía provincial investigados por liderar una asociación ilícita que realizaba maniobras delictivas relacionadas a la reparación y compra de repuestos para vehículos policiales. Así lo plantean los funcionarios del MPA en la acusación que presentaron ante la Oficina de Gestión Judicial (OGJ).

Los acusados son Rafael Grau de 56 años y Omar Odriozola, de 54.

Hernández y Jiménez les atribuyeron a ambos la autoría del delito de asociación ilícita en carácter de jefes, en concurso real con la coautoría de defraudaciones en perjuicio de la administración pública.

Hernández y Jiménez también pedirán que a los dos exjefes policiales se les imponga una inhabilitación especial por 10 años para ocupar y para ejercer cargos públicos y una multa de 90 mil pesos a cada uno por la comisión de ilícitos con ánimo de lucro.

"La pena que solicitamos se fundamenta en las características de los hechos ilícitos, las calificaciones legales que atribuimos desde el MPA, las conductas de los acusados y los medios utilizados en el marco de una organización constituida a los fines de defraudar a la administración pública", manifestaron los fiscales. "Además, es un particular disvalor que los dos acusados fueron la máxima autoridad de la policía en toda la provincia. Esta particularidad los obligaba a no sólo hacer cumplir la ley, sino también a que ellos mismos la acataran", agregaron.

Asociación ilícita
"Los dos acusados eran los jefes de una asociación ilícita de carácter permanente, estable y organizada, formada por funcionarios públicos policiales y por civiles", informaron los fiscales. "Usando su potestad jerárquica, los dos exjefes policiales dispusieron los medios por los cuales la organización se valió para ejecutar sus planes criminales, habilitaron el ámbito de las maniobras defraudatorias y consintieron las actividades ilícitas desplegadas", añadieron.

En la acusación presentada, Hernández y Jiménez brindaron detalles acerca de la modalidad delictiva. "Consistía en facturar reparaciones de móviles policiales que no se hacían y compras de repuestos que no se adquirían. Esto se hacía burlando el procedimiento administrativo respectivo", precisaron. En tal sentido, detallaron que "los dos acusados firmaron cheques y realizaron facturas y rendiciones de cuenta que permitieron la disposición patrimonial ilegítima; coordinaron acciones con Facundo José Testi organizador de la banda y con sus miembros; y determinaron el reparto de las utilidades conseguidas ilegítimamente".

"El accionar ilícito del acusado cuyas iniciales son OAO fue entre enero y agosto de 2015, y el perjuicio económico que causó al Estado asciende a 1.058.664,20 pesos", indicaron Hernández y Jiménez. "Por su parte, el accionar del otro exjefe provincial cuyas iniciales son RRG fue entre septiembre de 2015 y febrero de 2016 y el perjuicio patrimonial causado al erario público fue de 958.385 pesos", sostuvieron.

Denuncia anónima

"La investigación la inició el fiscal Roberto Apullán en mayo de 2016 a partir de una presentación que hizo en el MPA quien era ministro de Seguridad de la Provincia en ese momento, Maximiliano Pullaro. En su denuncia, el funcionario indicó que se anotició de las maniobras ilícitas a partir de un documento anónimo dejado en un sobre cerrado en una oficina del ministerio provincial", recordaron los fiscales.

Así era la modalidad delictiva

En el escrito de acusación, los fiscales explican la modalidad delictiva de la asociación ilícita. "Los particulares emitían facturas por la realización de reparaciones en los vehículos que no se hacían y por la presunta compra de repuestos que no se adquirían. Las facturas eran presentadas al Habilitado, quien emitía las órdenes de pagos específicas a través de cheques", relataron los fiscales.

"Para poder librar dichas órdenes de pago, el Habilitado requería la firma del jefe provincial de la Policía y una confirmación del departamento de Logística", revelaron los fiscales y agregaron que "tanto el Habilitado como el jefe de logística coordinaban esta tarea con Facundo José Testi organizador de la asociación ilícita, quien a su vez diagramaba con los talleristas y comerciantes la elaboración y firma de las facturas, el cobro de los cheques y la distribución de la recaudación".

"Una vez que los talleristas y comerciantes cobraban los cheques, le entregaban parte de ese dinero en efectivo al Habilitado, quien a su vez, se lo daba al jefe provincial", aclararon los fiscales y concluyeron que "era la máxima autoridad policial de la Provincia quien luego decidía sobre el reparto del dinero para con sus subalternos".

Por último, los fiscales apuntaron que "el Habilitado confeccionaba los expedientes de rendición de cuentas por las erogaciones efectuadas, e incluía las facturas así emitidas. Para poder finalizar el trámite, el jefe provincial de la Policía debía prestar su conformidad".




 



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