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10-02-2020
Una historia que llegó al cine

Le sacaron roja a los estereotipos

Le sacaron roja a los estereotipos
Stella Maris Pérez es la primera, y por ahora, única mujer árbitro que se desempeña en la Liga de Fútbol de Chajarí. Un camino donde tuvo que sortear no pocos obstáculos para hacerse un lugar en la cancha.

Lucía Torres

Stella Maris Pérez ya pasó la barrera de los 50 años y hace algo más de 10 que es árbitro de fútbol, aunque su pasión la tuvo “desde la cuna”. Cuando era niña y joven recuerda que no existían equipos de mujeres, era algo para los varones. “Los nenes iban a fútbol y las nenas a danza”, recuerda entre risas.

De sus primeros acercamientos a la pelota recuerda un momento preciso: “Tenía 12 o 13 años cuando un señor, Néstor Quirós, golpeó la puerta de casa para buscarme para armar un equipo de mujeres, habló con un señor de otro barrio para que arme otro equipo y así pudimos jugar mujeres contra mujeres. Pero fueron solo tres o cuatro partidos por el machismo que había”. Mary no sabe bien qué fue lo que pasó, por qué se diluyeron estos encuentros, pero supone que no los permitieron más por el machismo imperante por aquellos años.

Siempre estuvo vinculada al deporte. “De chica jugaba al fútbol en mi barrio, con mis vecinas, también corría maratones y debo decir que era muy buena, pero eran otros tiempos, era impensado entrar a un club”, recuerda, agregando que “en ese tiempo, el fútbol femenino no existía en Chajarí, entonces se me prendió la lamparita de ser árbitro, cuando tenía 37 o 38 años, ya era grande, pero ese amor al fútbol seguía latente y buscando donde canalizar”.

El futbol es su pasión. “Me llena de emoción escuchar un silbato, escuchar un chico jugando, desde mi casa escucho la práctica de fútbol y me dan ganas de ponerme el short, los botines e ir a practicar, pero es un mundo con mucho machismo el del fútbol, y parece que no se podría, pero se puede”. De esta lucha contra los estereotipos que ella hace calzándose los botines manifiesta que “el hombre cree que vamos a perder la femineidad, algunos piensan que queremos parecernos o ser varones, pero nada que ver, yo sigo siendo mujer, me encanta mi género, pero también me encanta el fútbol y quiero disfrutar de eso”.

Abrir puertas que antes se cerraban

Stella Maris se define a sí misma como una mujer que no baja la cabeza. “Me cerraron muchas puertas, cosa que duele, pero no dejo de insistir, y según el criterio de quien esté de presidente de la Liga (de fútbol de Chajarí) depende si me convocan o no, pero yo no dejo de presentarme”. Sus primeros pasos los hizo cobrando en categorías infantiles, luego veteranos, pero en primera fueron veces contadas: “Cuando muy sobre la hora se quedaban sin otra opción”.

Esta reticencia por parte de la dirigencia no fue fácil de sobrellevar: “Me dolía muchísimo los primeros años, cuando comenzaba el torneo, y no me llamaban, mis hijos me pedían que vaya y reclame si me parecía, pero era muy feo, y es muy feo, cuando te das cuenta que no te llaman por ser mujer, no les interesa que seas buena o mala, si sos mujer ya te dicen que no o te ponen excusas”.

Esta fortaleza de la árbitro tiene que ver también con una familia que la apoya, principalmente sus dos hijos y su nuera: “A mi marido al principio no le gustaba para nada, justamente era re machista, pero poco a poco no le quedó otra que aceptar”.

Al resto de los árbitros y delegados no les cae bien que existan mujeres árbitros: “Esa es la verdad, los jugadores te respetan dentro de la cancha, pero ahora si el público, las hinchadas, le dicen de todo y se agarran del tema de ser mujer, pero mientras te permitan estar dentro de la cancha, eso no me importa, uno aprende a hacer oídos sordos”, asegura.

Entrar a la cancha

Stella Maris logró mucho y abrió el camino, pero todavía queda mucho por hacer y conseguir. Aún no se sabe quién tomará la presidencia de la liga de fútbol de Chajarí para el período 2020, y de esa elección y de su criterio, depende el futuro de la árbitro local. Una pena que se fijen más en el género que en sus capacidades: “Hay algunos nombres que ojalá permanezcan y otros que me gustaría que se sumen así puedo seguir haciendo lo que amo”, anhela la entrevistada, quien no solo ama el fútbol sino que también se preparó y entrena para hacerlo bien. Méritos le sobran, se espera que del otro lado del escritorio, también se fijen en ello.

Una historia de película

En el año 2018 la directora de cine de Chajarí Florencia Curi elaboró un documental sobre su historia de vida: “La réferi”. La misma se puede ver por el Canal de Youtube, donde se muestra la lucha de género que le significa, hasta el día de hoy, llegar a ser convocada para los partidos.
En el momento de la presentación del documental, su directora había expresado que “es una mujer, con todo lo que implica, con todo lo que es hoy, es un documental de género. Siempre lo recalcamos, no estamos en contra de nadie, pero la cancha es un espacio en el que uno está acostumbrado a ver varones y no una mujer. La vemos a Mary en todas sus facetas, con sus hijos, su marido, con el deporte, con su pasión. Es tratar de mostrarla en todos los aspectos, lo que para ella significó su lucha, es eso, es Mary”.

¿VAR sí o VAR no?

Del futbol a nivel nacional dijo que no le gusta cuando maltratan a los jugadores: “No me gusta cuando los periodistas deportivos nacionales los tratan mal a los jugadores, ellos son jugadores y quiere que les salgan bien las cosas, cómo van a decir que un jugador de la selección no le importa ganar, me enojo mucho con ellos”, aseguró.

En cuanto al uso del polémico VAR remarcó que a su criterio no debería existir: “A nosotros nos enseñaron que es el momento, y hay que confiar en la percepción del árbitro, y lógicamente nos podemos equivocar, pero no se puede dudar, es así, porque sino se presta para que, cuando pasa eso, después se le cobra al otro equipo como para equilibrar, eso no es fútbol, además se pierde la picardía que también es parte”.

Familia marcada por el fútbol

Su infancia y su familia está sin dudas marcada por el fútbol, su hermano, el recordado “Nene Pérez” como le decían, falleció de muerte súbita a los 18 años durante un partido de fútbol en Vélez Sarsfield de Chajarí. “Fue uno de los primeros que se les diagnosticó esa muerte en Chajarí, él estaba por irse a probar a Buenos Aires, pero murió de esa manera, y justamente en una cancha de fútbol. Tiempo después, al año murió mi mamá, creo que por lo que le generó esa pérdida, y tres años después mi papá, también por la misma tristeza”, asegura ahora una emocionada Stella Maris.


 



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