09-03-2020 Natación Un nuevo cruce del río volvió a unir a Concordia con Salto El último día de febrero se llevó a cabo la tradicional competencia de aguas abiertas que tiene como protagonistas a esas ciudades de Argentina y Uruguay. Más de 200 nadadores se dieron cita y completaron el desafío. Los deportistas de élite fueron los más destacados. Belén Fedullo El año bisiesto hizo que febrero trajera 29 días y justamente este último fue el elegido por los organizadores del cruce Salto - Concordia para llevar a cabo la tradicional prueba. El día tuvo temperaturas elevadas, el río estaba en óptimas condiciones para que se diera una carrera con todos los condimentos y así fue. Esta vez al primer puesto se lo llevó un correntino, Ramón Salazar, que completó la prueba de 5km en 43 minutos y 32 segundos, en segundo lugar llegó el paranaense Diego Boviez, que marcó 44minutos y 23 segundos y completó el podio el concordiense Matías Penco, en 44 minutos y 45 segundos. En damas, en tanto, la ganadora fue Florencia Estabillo, oriunda de La Plata, con un tiempo de 54 minutos y 47 segundos. Competencia con historia El cruce que une a ambos países lleva al menos 7 décadas ininterrumpidas de presentaciones. Aunque se habla de un primer nadador que unió las costas a principios del siglo XX hay quienes apuntan más allá y hablan de otros episodios que ensamblaron las culturas. Esta edición fue exitosa, pero aún hay cosas para mejorar. Edelmiro Aníbal Morán, organizador de la competencia, dialogó con Mirador Entre Ríos y contó: "Fue una gran experiencia la de esta edición. Tuvimos un total de 235 nadadores, que es un número significativo para una prueba. Incluso unas 50 personas quedaron afuera porque trasladamos a todos por tierra para la largada y queríamos hacerlo bien, así que por una cuestión de logística no podían participar más de los que tenían un lugar contemplado para ese traslado, por el tiempo que hubiera llevado. Por suerte salió todo muy bien". Y agregó: “Hubo mucha gente trabajando para que todo saliera bien. Empresas, la parte gubernamental, quienes trabajaron en la logística, en el armado del predio, guardavidas. Son muchas las personas que colaboraron, hubo muchos deportistas que vinieron de otras ciudades y por el esfuerzo de quienes trabajaron, vivieron un cruce Salto- Concordia de muy buena calidad”. -¿Hubo competidores de ambos países? -La mayoría de los nadadores fueron argentinos. Hubo 200 de Argentina y 30 uruguayos, este es un número corriente para los del país vecino, que básicamente se suman desde Salto y Paysandú más que nada. Montevideo tiene muy buenos nadadores, pero usualmente no salen a competir en el interior. - ¿Hace falta algo para que haya más competidores? ¿Es necesario? -Estamos viviendo un momento de transición. Estamos en época de recambio de autoridades en ambos países y todo debe reacomodarse. Hay organismos que aún no tienen designadas sus autoridades y por eso perdimos algunos apoyos. Eso se suma a la lamentable tragedia que sucedió en Necochea en enero –desapareció el nadador Ezequiel Bermejo en medio de la competencia de aguas abiertas Riomar-, que llevó a que Prefectura, que controla, sea un poco más rigurosa. Entendemos esa suma de factores como algo que podría haber acotado el número de participantes, pero creo que por cómo está todo hoy en Argentina hubo mucho acompañamiento. De todos modos mucho más no se podría crecer, más de 350 personas en competencia sería difícil y tal vez no apuntamos a la masividad, sino a la calidad de la prueba. - Hay una historia muy rica en este cruce ¿Cuándo empezó? -Es cierto, es una competencia que tiene muchos años y por la que han pasado muchísimas personas. Se ha hablado de varias fechas. Este año pudimos conocer que desde el año 1943 comenzó a hacerse sistemáticamente, o sea, hace 77 años se institucionalizó la prueba. Está el antecedente de 1920, que fue cuando un nadador vino a Concordia por razones laborales, hizo el recorrido en solitario desde el Club Regatas y fue el impulsor de este cruce. Soy de la época moderna, creo que esto se remonta mucho más allá, a la época del éxodo del pueblo uruguayo, de Artigas, en ese momento cuando la redota cruza el río Uruguay y se establece ya marca un antecedente. -¿En la parte deportiva hay deudas pendientes? -Es una prueba muy importante y todos quieren venir por lo que significa cruzar un río y unir dos países. Es un gesto de integración y se hace un gran esfuerzo administrativo. Tal vez tendríamos que tener un poco más de eco a nivel institucional ya que es una competencia significativa en lo deportivo y también en lo simbólico, quizás en esta última parte deberíamos hacer más hincapié.