21-03-2020 Disposiciones frente a la pandemia Cómo planea el gobierno combatir el coronavirus en las cárceles de Santa Fe El sistema penitenciario provincial se encuentra casi colapsado con más de 7 mil reclusos entre todas las unidades del territorio. Frente a un contexto de contagio masivo por coronavirus, intentan adoptar medidas paliativas de urgencia, aunque no pueden anticipar un plan "infalible". Las visitas quedaron prohibidas hasta el 31 de marzo. Ignacio Pellizzón [email protected] El coronavirus es materia de preocupación en todos los ámbitos. Las cárceles de la provincia de Santa Fe están colapsadas de presos con más de 7 mil internos. Las medidas de prevención para evitar cualquier tipo de contagio son fundamentales, habida cuenta de que el servicio penitenciario no está eficientemente equipado y preparado para atender una alta demanda. En este contexto, se resolvió desde el Ejecutivo suspender hasta el 31 de marzo las visitas a las cárceles de toda la provincia. Incluye además la restricción de todo tipo de salidas laborales y transitorias. Aunque podrían surgir excepciones para casos urgentes, como fallecimientos de familiares. La decisión fue tomada con el consentimiento de la Justicia, que ya al suspender las audiencias públicas se había limitado el traslado de presos hasta el Centro de Justicia Penal o los Tribunales de Balcarce y Pellegrini. Combate intramuros "Como primer objetivo nosotros estamos tratando de evitar como medida de prevención que el virus ingrese intramuros a las unidades penitenciarias de la provincia y, en el caso de que ingrese, tener capacidad de reacción. Estamos en una situación complicada y crítica. La provincia de Santa Fe tiene cerca de 7 mil internos alojados en diferentes unidades", explicó a Mirador Provincial el secretario de Asuntos Penitenciarios de la Provincia, Walter Gálvez. "Estamos promoviendo medidas que tienen que ver con las mismas que se anuncian a través de todos los medios para el resto de la población pero, por otro lado, al tratarse de intramuros, tenemos que decisiones que son bastante específicas", añadió. "Primero estamos haciendo un mapeo de los grupos de riesgos de la población penal, que tiene que ver con la edad, con la salud, con mujeres embarazadas, con niñas y niños que conviven con sus madres que están privadas de su libertad. Estamos intentando ver la posibilidad de generar algunos espacios de resguardo, que también se dificulta porque no tenemos espacios ociosos en el servicio penitenciario", continuó el funcionario. Sin embargo, "hemos suspendidos oficios, capacitaciones, todo lo que tiene que ver con la reunión masiva de los internos en ciertos lugares para poder adaptar estos espacios como efectores de salud transitorios". En relación al régimen de visitas, Gálvez fue claro: "El fin de semana pasado no hubo ningún tipo de restricción, pero comenzamos a conversar con delegados de los pabellones, pastores evangélicos, con aquellos que trabajan internamente con los detenidos para generar conciencia de que esto tiene que ver con la salud y con la vida de ellos. Por esto, es que intuimos una enorme merma en cuanto a las visitas, pero indudablemente habrá anuncios específicos sobre los ingresos a los penales de la provincia". "Actualmente no tenemos capacidad para verificar clínicamente que cada visita está en condiciones de ingresar y no estar contaminada por ninguna afección. Se hace imposible por falta de muchos recursos, pero especialmente por la magnitud de personas que ingresan diariamente", aclaró el secretario. "Todavía no tenemos ningún caso sospechoso", afirmó el funcionario (NdR: la entrevista se realizó el jueves), y agregó: "Sí tenemos población de riesgo complicada, como tuberculosos, HIV, Epoc, entre otras. Están detectados y aislados, pero sabemos que son 350 internos con una salud muy vulnerable. Nosotros estamos implementando con los recursos extraordinarios que la Provincia nos dio que en cada unidad penitenciara pueda existir un pequeño efector de salud para evitar todo tipo de traslado". "Son unos 15 millones de pesos que se destinan excepcionalmente al sistema penitenciario y se utilizarán primordialmente en equipar en cada unidad carcelaria las áreas de salud. Es fundamental para nosotros. También hay que ver la posibilidad de adaptar lugares de aislamiento en espacios que se suelen utilizar para capacitaciones, talleres y demás". Superpoblación Con más de 7 mil internos "nos preocupa la capacidad carcelaria, porque es una cifra realmente alta. Estamos en 939 internos de excesos en las cárceles provinciales. Es una realidad incontrastable. Tenemos la capacidad excedida y, en algunos puntos, un tanto crítica". "Estamos tratando de tomar todas las medidas preventivas para evitar cualquier tipo de contagio, pero evidentemente uno tiene una mirada de preocupación en función de la realidad. Esta realidad que indica que pese a que uno pueda tomar todas las medidas preventivas, hay situaciones que se pueden dar", admitió Gálvez. Trabajadores "Contamos con 3.500 empleados en el servicio penitenciario que diariamente ingresan a las cárceles de la provincia. Entonces uno puede cerrar todas las fronteras, pero el servicio penitenciario es muy particular. Se pueden tomar todas las medidas del caso, pero no se puede asegurar que todo sea infalible. Tenemos mucha preocupación", describió con preocupación. Cerrar las cárceles completamente "no sería lo ideal, porque lo violento, lo intempestivo no funciona, porque podría suceder lo mimos que ocurrió en Italia, con motines, quema de colchones, etc. Entonces tenemos que armar un esquema de consenso, coordinación y toma de conciencia por parte del interno y de los familiares del interno". "Por otro lado, para atender todos los días más de 7 mil personas uno necesita recursos humanos, los cuales deben estar capacitados, comprometidos, sanos, porque son miles de personas, no es sencillo, es complejo. Si esto sigue así, seguramente iremos progresivamente hacia un cierre total", concluyó.