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21-03-2020
Fútbol

Un batacazo vivido bajo los tres palos

Un batacazo vivido bajo los tres palos
El paranaense Lisandro Mitre ataja en Deportivo Laferrere, equipo de la Primera C que eliminó de la Copa Argentina a Estudiantes de La Plata. Tras empatar 1 a 1, en la definición por penales el oriundo de la capital entrerriana le contuvo un disparo a Mateo Retegui y vio cómo Javier Mascherano erró el último remate.

Víctor Ludi

En casi todas las ediciones de la Copa Argentina se producen algunas sorpresas. Cada vez llama menos la atención que algún equipo del ascenso meta un batacazo y deje en el camino a alguno de la elite del fútbol argentino, incluso a los más grandes. Y este 2020 viene siendo moneda corriente estas epopeyas deportivas, ya que de las siete llaves que se llevan disputadas de la instancia de 32avos de final, en cuatro de ellas un conjunto de las distintas divisiones de ascenso eliminó a uno de la Superliga: Talleres de Remedios de Escalada a Aldosivi, Dock Sud a Unión, San Telmo a Central Córdoba y Deportivo Laferrere a Estudiantes.

Este último choque lo tuvo como uno de los protagonistas principales al arquero paranaense Lisandro Mitre, quien defiende los tres palos del conjunto que milita en la Primera C. Lafe, tras empatar 1 a 1 -luego de estar 0-1 abajo- el partido, en los penales se impuso por 5 a 4 sobre el León en cancha de Lanús.

El guardametas de 24 años, que se inició en el deporte en el Club Atlético Palermo de la capital entrerriana, tuvo un rol preponderante al detenerle uno de los disparos a Mateo Retegui, mientras que el mismísimo Javier Mascherano remató desviado en la última ejecución.

Luego de esta sorpresa futbolística, Mirador Entre Ríos se comunicó con el golero, quien no ocultó su felicidad y orgullo por lo logrado. “Sabíamos que en el segundo tiempo físicamente nos iban a complicar mucho, pero lo pudimos aguantar bien. Los muchachos se mataron corriendo y nuestro centrodelantero terminó prácticamente jugando de 5. Por suerte pudimos aguantar hasta el final y ganar en los penales. Fue una alegría inmensa para nosotros y para toda la gente”.

-¿Qué significa para un club de la Primera C como Laferrere eliminar a uno de Superliga?

-No todos los días se deja afuera a un equipo con tanta historia como Estudiantes, que fue campeón del mundo y que está tres categorías más arriba. Hay diferencias abismales de presupuestos. Teníamos poco que perder y mucho que ganar, por lo que salimos convencidos a jugar con nuestras armas y recursos. Intentamos siempre achicarles los espacios, impidiendo que jueguen cómodos y éramos conscientes de que debíamos aprovechar las situaciones que se nos presentasen, que no iban a ser muchas.

-Además, empezaron perdiendo, lo que generalmente complica mucho a los equipos de las categorías inferiores.

-Podríamos habernos resignado cuando nos metieron el gol, pero nunca perdimos la tranquilidad, ni la forma de jugar el partido. Sabíamos que ellos nos atacarían con mucha gente, dejando espacios en defensa. En una contra, lo veo a nuestro volante (Lucas Scarnatto), se la tiro para que se vaya mano a mano con el defensor y habilitó al delantero (Agustín Failacce) que metió el gol del empate. No nos desesperamos en ningún momento y esa fue una de las principales virtudes.

-En los penales también se les estaba complicando y tuviste una atajada clave...

-Justo cuando erramos (Mariano Andújar le detuvo el tercer remate a Franco Benítez), pude atajar el siguiente penal. También adiviné dos penales más, que toqué la pelota pero no pude impedir los goles. Sólo patearon tres de todos los que estudié y de Mascherano recordé el único gol que hizo en el Barcelona, pateando fuerte y al medio un penal. Por eso me quedé parado. Creo que se lo hubiese podido sacar, pero por suerte para nosotros se fue arriba.

-¿Cómo fue enfrentarse a un jugador de la jerarquía y trayectoria de Mascherano?

-Yo cuando entro a la cancha me olvido de contra quién estoy jugando, ni me interesa quién está en frente, porque siempre quiero ganar. Pero se notaba cuando tocaba la pelota que tiene una calidad superior a la media. Salí muy asombrado de verlo porque es un fenómeno y me saco el sombrero ante él.

-¿Tuviste la posibilidad de hablar con él?

-Antes del partido no quería hablar con nadie porque estaba enfocado en el juego. Cuando terminó, supuse que debió haberse quedado muy enojado porque le tocó errar el penal con el que Estudiantes quedó eliminado. No quise molestarlo. Sólo crucé algunas palabras con Mariano Andújar, que me felicitó por haber ganado y yo lo felicité por su trayectoria.

-Después de los penales fue una fiesta la cancha de Lanús. Tremenda la cantidad de gente que llevaron…

-Lo de la gente de Laferrere es impresionante. Con el problema económico que vivimos es increíble que tanta gente nos acompañe. A mí me emocionó mucho ver esa cantidad de gente, que quiere mucho al club. Es una hinchada muy apasionada, que no para de alentar.

-Su próximo rival será San Telmo, que también eliminó a un equipo de la Superliga. Se achicará la diferencia de categorías. ¿Sueñan con avanzar mucho más en la Copa Argentina?

-Ellos están en la Primera B Metropolitana, una división más arriba que nosotros. Ahí se achica la brecha y podremos imponer un poco más nuestro juego. Contra Estudiantes sabíamos que no podíamos jugar palo por palo e intentamos hacer todo más lento.

Su trayectoria

Al ser consultado por cómo se dio su llegada al ascenso metropolitano, Lisandro Mitre repasó el periplo futbolero que atravesó hasta llegar al Club Social y Cultural Deportivo Laferrere.

“Empecé en Palermo y jugué ahí hasta los 13 años. Pasé a Colón, hice inferiores y estuve en Reserva y Primera. Después de llegar a la Primera me dejaron libre, cuando tenía 20 años. Fue un golpe inesperado y con mis viejos salimos a buscar club por todos lados. Llamando, mi mamá consiguió una prueba en Lugano, un equipo de mitad de tabla para abajo de la Primera D. Me probaron 15 minutos y quedé. Estuve mucho tiempo de cuarto arquero hasta que me tocó jugar. De ahí pasé a Argentino de Quilmes, donde peleamos el torneo y llegamos a la final, pero nos quedamos afuera. Me vieron de Dock Sud, me llevaron y pude lograr la continuidad que quería. Salimos terceros en un torneo que subían dos y por un punto no ascendimos. Me quisieron de la B Metropolitana y Primera Nacional, pero me decidí por Laferrere”, contó.

-En la edición pasada de la Copa Argentina te tocó jugar contra Patronato con Dock Sud. ¿Te gustaría defender el arco del club de tu ciudad en una categoría superior?

-Aquella vez, en cancha de Atlético de Rafaela, empatamos 1 a 1 y me tocó atajar tres penales, pero erramos cuatro. En lo personal sigo a Patronato y quiero que le vaya bien, porque es el club de mi ciudad. Me gustaría algún día poder atajar en la primera del club. Yo tengo un montón de sueños en mi carrera y no me pongo techos; hoy estoy en esta categoría pero me entreno todos los días para llegar a jugar en la selección argentina. Tengo esa esperanza y no me la quitará nadie, pese a que sé dónde estoy parado. Ese sueño también es el que me hace levantarme todas las mañanas y dejar todo en cada entrenamiento.


 



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