Escenario

Pablo Razuk: “Soy un bicho de teatro, es un lugar donde me encuentro con el vértigo de la vida”

El actor y director rosarino en diálogo con Mirador Provincial hace un recorrido de su vida artística y sus futuros proyectos en un contexto que se presenta como incierto para proyectar.
16-05-2021 | 15:05 |

Foto:Gentileza.
Ariel Gustavo Pennisi.


Pablo Razuk es actor de cine, teatro y televisión además de director, aunque se define como “un bicho del teatro” ya que, en él, encuentra “el vértigo de la vida”. Nació en Rosario, pero hace mas de 20 años que reside en Buenos Aires, donde fundó Korinthio, su propio espacio escénico. Desde el, no solo encuentran expresión distintas obras de teatro independiente, sino que se dictan seminarios vía online a distintas ciudades del país y el mundo. Madrid lo encontró en el año 2019 presentando la obra “El camino de la fuente” , el vigente homenaje a Federico García Lorca del rosarino Cacho Palma, en un viaje inesperado que le abrió las puertas a sus obras “Sospechosos” y “Los 7Franceses”, formando parte esta última de la cartelera del histórico teatro Lara de la capital española.

- Naciste en Rosario y tuviste la oportunidad de instalarte en Buenos Aires con tu propio espacio escénico, Korinthio Teatro, ¿cómo nace?¿ que actividades se realizan?
- Korinthio Teatro nace en primera instancia , por la necesidad y las ganas de tener un espacio propio adonde dar mis clases y ensayar mis cosas. De hecho empezó como un estudio y después fue mutando y creciendo a sala de teatro independiente. Ya tuvimos tres espacios distintos, puesto que íbamos creciendo y necesitando más metros. Hoy, después de 21 años de sala, he vuelto al estudio. Lo virtual, lo online y la necesidad nuevamente de andar por otras formas y estéticas me invitaron a achicar espacio y ganar otras experiencias, otras cosas.

- Te formaste con grandes maestros de nuestro teatro, entre los que se encuentra el popular Julio Chávez. ¿Cómo es él profesionalmente?
- Sí, estuve dos años en el estudio de Julio y fue una muy bella experiencia. Para ser muy honesto, Julio me acompañó en moldear un camino actoral hacia algo un poco más que la pantalla de TV o el cine. La base más fuerte y agradecido por esto, la llevé desde Rosario con Mirko Buchín, Oscar Medina y Chiqui González. Ellos son los padres de la criatura. También, en Buenos Aires estuve con Augusto Fernandes, Carlos Gandolfo, Luis Romero y cada uno puso algo en esta búsqueda permanente.

- Además de teatro actuaste en muchas películas como “Garage Olimpo”, “El borde del tiempo”, “Derecho de familia”, Whisky Romeo Zulú , “H.I.J.O.S: El alma en dos”, “Vagón fumador”. También se te conoce por tu trabajo en televisión en muchísimas series como “El pacto”, “El capo”, “Montecristo”, “Epitafios”. Si tuvieras que elegir, ¿dónde te sentís mas cómodo? ¿Qué diferencia encontrás particularmente en el teatro con el resto de las ficciones?
- Yo soy un bicho de teatro. Es un lugar donde me reencuentro con el vértigo de la vida y la adrenalina de ese aquí y ahora que no tiene red. Pero el cine es un lugar de creación, si bien muy distinto, es muy interesante y profundo. Esto no significa que no se pueda en TV hacer algo profundo o estéticamente bello, pero claramente los tiempos de trabajo, las exigencias de resultados que no tiene ver con lo artístico o teatral, reclaman otras cosas. Bienvenida la TV, pero lo siento como un familiar que te visita dos o tres veces por año.

- Trabajaste también en la gran película homenaje a Diego, “La mano de Dios” del italiano Marco Risi. ¿Qué recordás de aquella experiencia de hace ya casi 15 años?
- Te diría que fue La primera gran desilusión. El primer casi…pero no. Estaba elegido para interpretar a Maradona entre los años del personaje desde los 25 a los 30. De hecho ya estaba arreglando un cachet para los viajes, el pasaporte, etcéter, etcétera. Pero el productor italiano que costeaba la película, prefirió a un actor conocido en Italia. Es el mismo actor que interpreta al adolescente de Cinema Paradiso, Marco Leonardi. Así que terminé haciendo un personaje menor. Gustoso de hacerlo, pero viendo de reojo lo que tuve muy cerca.

- El teatro y el arte en general se encuentran en crisis por el actual contexto, ¿encuentra el sector algún tipo de repuestas ? ¿cómo lo vivencia?
- En Buenos Aires, a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) me refiero, hay más de 550 salas independientes. Es mucha gente que no tiene fuente de ingresos. Es mucha gente que se quedó sin su lugar de pertenencia de talleres y cursos. Desde hace muchos años, CABA se vanagloria de la movida de Teatro que tiene Buenos Aires como un valor turístico y convocante, del que saca provecho. Es casi una obligación formal, laboral y humanitaria que el gobierno preste apoyo a los espacios y a los trabajadores de la cultura. Incluyo directores, maquinistas, músicos, vestuaristas, etcétera. CABA tiene el presupuesto más alto del país para el funcionamiento y las partidas están para eso. Así que estamos esperando que hagan su aporte. Recibimos mucho más compañía del gobierno nacional vía el Instituto Nacional del Teatro que de CABA. Todos nos estamos multiplicando en tácticas y estrategias para sobrevivir a este momento. Lo online fue un descubrimiento necesario, que si bien no es teatro, es una forma de teatralidad y un medio estético y formal que llegó para quedarse. Por lo menos en mixturas se asemeja al teatro de tablas.

- Unas de tus recientes obras “El Camino de la fuente”, del director rosarino Sabatino Cacho Palma, fue estrenada en Madrid allá por el 2019. ¿Cómo fue la experiencia?
- La experiencia del Camino de la Fuente es una caja de sorpresas maravillosas. En primera instancia por estrenar en Madrid una obra en homenaje a Federico García Lorca por un argentino. Te aseguro que viajé con cierto pudor e incertidumbre. Pero fue maravilloso lo que pasó. Fuí en octubre del 2019 por cuatro funciones y terminé haciendo seis y otras cosas. Entre esas otras cosas que hice, dirigí dos obras de teatro que son “Los 7 Franceses” y “Sospechosos”, dí clases en la Central de Cine en Madrid y di dos talleres personales. Tanto el público madrileño, como la critica de la prensa nos acompañó maravillosamente. Con Cacho trabajamos muy bien. El desde Rosario y yo en Buenos Aires. Nos cruzamos presencialmente cinco o seis veces, pero fue suficiente para llevar un embrión que terminó de madurar a la tercera o cuarta función. En febrero me vuelven a invitar para hacer funciones y hago cuatro más en dos semanas. Después estalló la pandemia y me tuve que volver antes, quedándome con funciones pendientes. Hoy “El Camino de la Fuente” es una realidad de lo online, puesto que la hicimos desde nuestro espacio Korinthio Teatro, capitaneado por mi socio Pablo Cernadas, asociado a la plataforma de Alternativa Teatral, y con intenciones de hacerla presencial en Buenos Aires, puesto que aquí aún no se estrenó.

- Hablanos de los proyectos actuales, contanos sobre los seminarios que dictás en el exterior. Actuales y futuros trabajos.

- Este año está especialmente difícil proyectar a corto o mediano plazo. Pero estamos con varios proyectos abiertos. Acaba de terminar una temporada en el Teatro Lara de Madrid, que es un teatro histórico de la cartelera madrileña, “Los 7 Franceses” versión sala. Aclaro ya que en pandemia habíamos hecho una versión web que tuvo fantástica recepción por el público. Estoy ensayando una obra de Florencia Aroldi sobre la vida de Scalabrini Ortiz y su compañera Mercedes Colmaneras, con Alejanda Darín y la dirección de Sebastián Berenguer. También estoy por estrenar dos obras en Madrid, “La Vida es Hoy” y “Sospechosos”. Ambas fueron dirigidas por Skype y Zoom y luego presencial, pero la pandemia nos cortó los estrenos. También estoy empezando con la dirección de Yocasta, una versión de “Edipo rey”, contada desde la mujer que alguna vez hice como actor en Buenos Aires. Sigo con la clases por Zoom para Argentina desde Korinthio Teatro, y tengo grupos en España desde la Central de Cine y personales. Como siempre digo, el primer trabajo del actor, es buscar trabajo, siempre.

Bio
Pablo Razuk nació en Rosario el 25 de abril de 1969. Es actor, director, docente de actuación, así como también dueño de Korinthio Teatro, sala de teatro independiente ubicada en Buenos Aires. Desde 1996 tiene su propio taller de teatro en su sala, con cuatro niveles, ofreciendo periódicamente seminarios intensivos y master classes de temas puntuales tanto en Buenos Aires como en las localidades del interior del país. En televisión se ha desempeñado en capítulos de diversos programas siendo los más notorios: Montecristo, ByB, El Capo, El Pacto, Signos. En cine sus películas más recientes son “Ojos de Arena” y “Hacer la vida” ambas estrenadas en el 2020.

En 1999 actuó en la memorable “Garage Olimpo” de Marco Bechis. También trabajó en “El borde del tiempo” (2014), “La mano de Dios” (2007) del italiano Marco Risi, “Derecho de familia” (2006) dirigida por Daniel Burman, “Whisky Romeo Zulú” (2004) de Enrique Piñeyro, “HIJOS: El alma en dos” (2002) y“Vagón fumador”(2001) entre otras.

Premiado en distintos festivales cinematográficos recibiendo distinciones como: mejor coprotagónico en Cuba; mención especial del jurado en Huelva; mención de la crítica en Venecia. En teatro se destaca su actuación en: Padre Carlos “el rey pescador”, Guayaquil “Una historia de amor”, “Los Hechizados”, “Yocasta”, “Severino, la otra historia”, “Titulares”, “Camino del Cielo”, “En Casa en Kabul”, “El Señor Puntilla y su Criado Matti” (Teatro Municipal Gral. San Martín), “Mein Kampf” de Jorge Lavelli (Teatro Municipal Gral. San Martín), “Bang Bang y somos historia”, “Litófagas” y 50 obras más. Actualmente está haciendo la obra “El Camino de la Fuente” estrenada en Madrid en octubre de 2019. Y la dirección y puesta en escena de “El Sigilo” y “Ay, Camila” con estreno en Madrid. Prepara una versión de “Los 7 Franceses” para ofrecer en streaming en directo. Invitado a La Central de Cine en Madrid para su seminario ante cámara “El siendo del actor”.



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