Ignacio Pellizzón


La pandemia del coronavirus obligó a explotar un mercado que ya venía creciendo y siendo demandado, pero que con el covid se disparó y ya no tiene techo. Se trata de los alquileres temporarios para las vacaciones de verano.

La temporada pasada, cuando no se podía salir al exterior y muchos temían viajar, inclusive, por el país, cientos de personas optaron por invertir en casas con pileta y parque en las afueras de Rosario.

Esta tendencia, lejos de apaciguarse, sigue en plena expansión. Resulta que ahora quienes ofrecían sus casas, pero no podían viajar, hoy tienen la posibilidad de hacerlo y además obtener una muy jugosa renta por ofrecer su hogar. Por supuesto que siguen vigentes las casonas de fin de semana aptas para este tipo de negocios.

Si bien el verano pasado no había mucha oferta en localidades como Funes y Roldán, dado que los propietarios optaban por instalarse en sus viviendas para atravesar la pandemia, actualmente el escenario es muy diferente, según señalaron a Mirador Provincial distintos operadores inmobiliarios de las zonas mencionadas.

María Belén Rivero (mat. Cocir 731), referente de alquileres temporarios, contó a este medio que, para este verano, “hay de todo; hay mucha más oferta que el año pasado”. Al ampliarse las restricciones, permite que “el mismo propietario pueda viajar”, entonces puede “poner su vivienda en alquiler”. “La competencia en este rubro habilita que los costos puedan bajar un poco”. Por ejemplo, en Funes y Roldán hay casas que “arrancan en 150 mil pesos el mes”. De ahí para arriba. Este precio depende mucho de la ubicación, pero sobre todo los servicios de las viviendas, las comodidades.

En barrios privados es mucho más costoso. “El promedio ronda los 4 mil dólares el mes”. Esto sucede porque en estos espacios “hay muy poca oferta”, casi no quedan propiedades para alquiler, explicó Rivero.

Los alquileres se ofrecen, por lo general, como mínimo 15 días, con lo cual los precios por fin de semana se barajan caso por caso. Es decir, es muy complejo sacar un estimativo por ese lapso de tiempo.

Por su parte, Ricardo Sabatini (mat. 866), de vasta trayectoria en el mercado inmobiliario de Funes, indicó a Mirador Provincial que, por ejemplo, una casa con dos dormitorios, piscina de 8x4, equipada con wifi, jardín, entre otras comodidades, “tiene un costo de 900 dólares” la quincena en diciembre y “de 1.700 dólares” para todo enero 2022.

Otra opción en Funes para poder alquilar en temporada de verano es una casa de tres dormitorios, con un parque de más de 800 metros cuadrados, además de otros servicios exclusivos. Este tipo de viviendas tienen un costo de “1.100 dólares para la segunda quincena de diciembre y de 1.300 dólares para enero”, detalló Sabatini.

Ya fuera de las propiedades estándar, es decir con cuatro dormitorios, más de dos baños, pileta de dimensiones superiores, entre otros detalles, “se ofrecen para todo el mes de enero en 3.300 dólares, mientras que las casas en barrios privados como Funes Hills están en 3.500 y 4 mil dólares”.

Asimismo, en el mes de febrero, en promedio, la mayoría de las viviendas tienden a bajar sus costos. Sabatini estima que los precios, en general, se ubican entre un 15% y 20% menos que en diciembre y enero, cuando la demanda es mayor.

Con relación al aumento de precios en el último año, hay operadores que afirman que los alquileres en pesos tuvieron un ajuste de entre el 45% y 50%, dependiendo de ubicación, servicios y demás detalles.

Sin embargo, otros referentes del sector destacan que las casas que se ofrecen en dólares se mantienen al mismo precio, pero que, ante el aumento de la oferta de viviendas para alquilar, hay opciones que, en pesos, inclusive bajaron de costo.

Es que “con el boom del año pasado hay mucha expectativa, pero hay que tener en cuenta que se trata, en muchos casos, de los valores de publicación (expectativa) y otra cosa son los de realización (los que verdaderamente están dispuestos a pagar las personas), con lo cual obtener un porcentaje preciso de aumento interanual no es sencillo”.