Diego Montejo


Triángula, agrupación liderada por las reconocidas mujeres cantantes y compositoras Micaela Vita, Noelia Recalde y Nadia Larcher, se prepara para ofrecer una serie de presentaciones que comenzarán el viernes 3 de diciembre en Rosario en La Sala de las Artes (Suipacha Bis 98), seguirá el 4 en Córdoba y finalizará el 12 de diciembre en la Ciudad Cultural Konex de Capital Federal.

La identidad del grupo que tiene al frente a estas tres mujeres experimentadas en lo artístico circula alrededor del universo femenino entendido política y poéticamente en el contexto de las transformaciones sociales vividas en los últimos años, teniendo a la canción popular como territorio de resistencia, como acción política concreta y como reflexión posible.

Triángula se presenta como un campo de exploración para dar voz a las nuevas canciones que resultan urgentes como motor a las nuevas generaciones, además de una apuesta a lo colectivo como forma de vida. El formato del primer material homónimo de Triángula (2019) es doble con álbum digital y video-álbum donde se pueden apreciar 10 canciones originales en vivo con un minucioso trabajo que conjuga en una alquimia la performance, el teatro y la música como elementos fundamentales en el marco de un concierto plagado de detalles musicales y estéticos que engloban pura belleza.

“Triángula funciona como un mundo particular, nosotras le llamamos el Portal Triángula porque hemos armado todo un imaginario que lo trabajamos desde la comunión que vivimos las tres, un imaginario que se expandió más allá de la experiencia de la escena que tuvo y tiene cada una. Esto es otra cosa y como grupo nos encanta porque la obra trasciende a la individualidad de cada una de nosotras”, dice Nadia Larcher a Mirador Provincial.

Lo colectivo es el lema del cual no quieren correrse, más allá que las tres tienen un vasto recorrido en la escena musical independiente y en el campo de la música popular de raíz. Micaela Vita es la voz de Duratierra. Noelia Recalde es entrerriana y es la que posee más experiencia compositiva: grabó tres discos junto al trío Valbé y además trabaja con un proyecto solista. Y Nadia Larcher, catamarqueña y una de las mejores voces de este tiempo, forma parte de Don Olimpio, una agrupación de las más destacadas que dio el género en la última década.

“Nosotras estamos al servicio de esa obra que decidimos llamar Triángula, que en este momento nombramos como un mundo porque está compuesta por territorios, geografías, orografías, colores con poesías plagadas de metáforas. Todo funcionando allí en conjunción para lograr nuestro principal objetivo que es experimentar sensaciones nuevas”, destaca Larcher que además sostiene que este trabajo se hace siempre poniendo el cuerpo por lo que se intenta decir y expresar en cada función.

A la vez, esta combinación no es ajena a un movimiento artístico independiente que se gesta por medio de los mismos artistas, quienes comparten esta idea de un arte sin intermediarios, donde son los músicos, quienes proponen lo que se expone en el escenario, juegan así un papel fundamental en el momento de la producción. Triángula es sinónimo de esta forma de contribuir, una puesta horizontal, sin jefes, pero con la responsabilidad de evidenciar desde lo artístico diversas miradas de la actualidad.

“Nosotras formamos parte de esa generación de musiques que abrazamos lo colectivo, pero quiero destacar que eso viene de las herencias primeras de referentes de nuestra música. Me parece hermoso que sea un movimiento generacional porque eso determina la fuerza de las trasformaciones históricas, sociales y culturales de las que somos parte”, explica la cantora y alega también que una de las luchas que más las moviliza hoy como grupo artístico es el movimiento transfeminista del que destacan su poder en las calles a través de cada marcha y, como una forma de unión en la lucha colectiva, que las tres perciben como un vibrar común que las aúna en un modo de comunicación horizontal frente al público en cada escenario.

En ese sentido, Nadia Larcher sustenta que esa sensación expresa lo que muchas otras personas sienten, ellas desde el arte militante y otros desde la resistencia en otros aspectos, como el trabajo territorial. “A nosotras nos tocan las canciones, pero hay muchas personas de nuestra generación escribiendo, pintando, esculpiendo y hace que se sienta el movimiento y se vea en las trasformaciones que estamos vivenciado, tanto para nuestra generación como para las que vienen”, desarrolla en cuanto a su idea, pensando con esperanza un mundo más justo e igualitario para el futuro.

Pero el pasado también es lo que hace convincente este concepto-idea de Triángula, con músicos que dejaron un legado, un espacio de contención de donde sostenerse a la hora de pensar en el futuro. A eso Larcher lo define como territorios que suelen visitar juntas desde lugares diferentes, cada una de ellas con sus orígenes: “La música nos une como si viniéramos de un mismo lugar, aunque las tres somos de distintos lugares, nos encontramos en una manera de manifestarnos y cantar. Encontrarnos fue una manera también de vivenciar las inquietudes que teníamos cada una por separado que de pronto con la fuerza del trío se potenció muchísimo”.