Ariel Gustavo Pennisi


La biografía del militante político, declarado ciudadano ilustre post mortem de la ciudad de Rosario (2005), ya tiene lugar y fecha de presentación. La magistral investigación llevada adelante por Adriana Hereñú y editada por Homo Sapiens, se presentará el miércoles próximo a las 19, en el Centro Cultural Atlas (Mitre 645, Rosario), en un evento que contará con la presencia de Alicia Affatato, Chunga Dei Cas de Viale, Lindolfo Bertinat y Matilde Bruera. Desde Mirador Provincial dialogamos con su autora.

Lisandro Gringo Viale, por Adriana
-¿Quién fue Lisandro Gringo Viale?
-Mirto Lisandro Viale, el “Gringo” nació en Peyrano, Santa Fe, el 26 de agosto de 1927 y falleció en Rosario, el 26 de octubre de 2003. Es especialmente recordado por su candidatura a vicepresidente por el PI (Partido Intransigente) con la fórmula Alende-Viale, en las elecciones de 1983. Elecciones memorables de la efervescente apertura democrática después de la cruenta dictadura que todos y todas debemos recordar con la consigna “memoria, verdad y justicia”. No obstante, su vida política, inseparable de su vida personal, comienza mucho antes, con su afiliación a la UCR. Luego, adhiere a la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente). En el libro se consigna su militancia en los diferentes frentes y partidos políticos en los que participó. Cuando Frondizi asume la presidencia, el Gringo logra una banca como diputado provincial donde participa fervientemente en defensa del plan de gobierno que poco a poco el presidente abandona, provocando la renuncia de muchos funcionarios. Entre ellos, el Gringo que se queda en soledad, fuera del bloque, pero continuando la lucha con sus convicciones intactas. Esa fue su primera gran acción de conducta política inclaudicable.

Los principios que defendió desde el inicio de su carrera fueron sostenidos a lo largo de su vida. Así lo evidencian los testimonios y sus propios escritos. Este libro, Vida de militante. Biografía política de Lisandro Gringo Viale, es un homenaje y también una acción de rescate y de memoria social. Las pretensiones académicas y de divulgación que se sostienen van acompañadas por la ilusión de llegar a ser objeto de enseñanza que permita recuperar una parte de nuestra historia política a partir de las voces y los escritos de sus protagonistas.

La investigación
-¿Cómo fue el proceso de investigación y recopilación para la obra?
-La investigación duró dos años aproximadamente. Trabajé con las carpetas que contienen escritos y documentos del Gringo, propiedad de la familia Viale, con testimonios de sus compañeros de militancia y con fuentes documentales, tales como los discursos parlamentarios del archivo de la Cámara de Diputados de nuestra provincia. No contamos con la posibilidad de un relato oral del propio protagonista, solo con su registro narrativo escrito y algunas notas periodísticas radiales y televisivas donde se escuchan sus opiniones sobre diversos temas. No obstante, se trata de una construcción que compone la historia de militancia de Lisandro Viale durante más de cuarenta años como producto de una investigación con archivos. Además, esta historia de vida política es una versión narrativa que incluye algunos materiales bibliográficos, documentos, testimonios, fotografías.

El libro está organizado en tres partes principales. La primera, denominada Vida militante, introduce al lector en su vida política, con notas biográficas desde sus albores militantes en su Peyrano natal, su vida familiar junto a sus padres de quienes aprendió acerca de las discusiones y los compromisos políticos de su tiempo y que fueron sus primeros estímulos. Un recorrido cronológico guiará al lector por los caminos que el Gringo transitó en sus principales partidos y construcciones políticas, con pasajes textuales expresados por compañeros de militancia en las 17 entrevistas realizadas. El resultado fue un crisol de opiniones, relatos, descripciones, anécdotas, análisis políticos, caracterizaciones de contextos que componen todos ellos una lección de historia nacional.

La segunda parte del libro, centrada en su palabra militante, reúne sus propios escritos correspondientes a cada una de las épocas en las que se organiza el recorrido. Son borradores que producía compulsivamente todos los días intercalando lecturas, conversaciones, reuniones. Se trata de discursos, proclamas, textos de presentación de proyectos. En un anexo se encuentran, además, fragmentos de sus discursos parlamentarios. La lectura de sus textos y discursos permiten disfrutar de la justeza de expresión y la fluidez de un pensamiento que discurre en una escritura y una oratoria precisa y clara sin abandonar su densidad conceptual.

La tercera parte del libro compila la memoria militante y colectiva de quienes lo conocieron. Está compuesta por las voces de familiares, amigos, compañeros, camaradas que compartieron algún trayecto de su camino. A poco de iniciar las entrevistas, comenzaron a llegar, en pleno período de aislamiento en 2020, algunos escritos de homenaje que narran anécdotas, episodios, evidencias de construcciones políticas en diferentes momentos históricos. Se pueden leer como una composición donde cada uno va acercando su retazo de historia vivida que nos permite armar una especie de tapiz, siempre incompleto pero comprensible y sensible.

-Seguramente, a lo largo de la investigación, conociste anécdotas, curiosidades, ¿qué te sorprendió además de lo que ya conocías?
-Lo sorprendente de los testimonios es cómo coinciden en caracterizar al Gringo como un militante siempre al servicio de las mismas convicciones democráticas, antimperialistas, revolucionarias y con una acción a favor de la unidad de una insistencia admirable, a pesar de las dificultades. En ocasiones, aun siendo meticuloso en las discusiones, siempre la idea era acordar, no dilatar por pequeñas diferencias irrelevantes, la elaboración de un documento, una marcha, una proclama, sino avanzar hacia la concreción de acuerdos. En otros testimonios, lo sorprendente es su humildad, tanto en los gastos cuando se movilizaba con fines partidarios, como en su propia vida personal y familiar.

-¿Por qué es importante recordar su vida y militancia?
-Esos escritos que el Gringo había producido en su día a día, con todos los datos que obtenía de la realidad que lo rodeaba y que le daba el material para pensar, mediados por lecturas de diarios, programas de radio, comunicaciones, reuniones, merecían ser publicados respetando su escritura tan lúcida, su modo de decir, elocuente y provocador. Son discursos políticos que dan cuenta de las coordenadas, las discusiones y las distintas fuerzas determinantes en la puja de poderes que en su momento se estaban desplegando, con su posicionamiento, inclaudicable. Posición democrática, revolucionaria, antimperialista. Convicción férrea en la necesidad de armar frentes amplios electorales y programáticos para construir poder, legislar y gobernar.

-¿Qué aspectos de su vida te motivaron a difundir su trayectoria política?
-Hay tres coordenadas que se enuncian sin ser una lista taxativa, elegidas luego de la lectura de muchos de sus escritos y de los testimonios de sus compañeros de militancia. Son categorías que él mismo desarrolló y sostuvo durante toda su vida: la defensa de Cuba, de su pueblo y su revolución; la necesidad de construcción de frentes políticos; la amplitud en la relación con otras fuerzas democráticas y antimperialistas sobre bases programáticas. Esa férrea convicción de unidad del campo popular se evidencia a lo largo de su recorrido militante en la construcción de frentes programáticos que defendió hasta el final de sus días. Me sorprende su insistencia, su fidelidad a principios inclaudicables, aun en soledad o en medio de muchas derrotas. Los testimonios son elocuentes, el Gringo fue un político apasionado, lúcido, insobornable. Creo fervientemente en el valor cultural y social de estas enseñanzas porque considero que esas voces todavía nos hablan y que esas acciones nos marcan un camino.

El legado del Gringo y la educación
-Como educadora, ¿qué aspectos de su vida creés que sería necesario transmitir a las nuevas generaciones?
-Justamente el epílogo del libro apela al valor pedagógico de esta memoria social. Un final que he denominado Lisandro Gringo Viale, pedagogo. Es posible que este recorrido nos permita reflexionar, interpelarnos y aportar nuevas ideas a los problemas antiguos y postergados que signan la desigualdad y el sojuzgamiento de nuestro pueblo y promueven estragos irrecuperables en la naturaleza de la cual formamos parte irremediablemente. Al principio de la pandemia algunos pensadores vaticinaban el fin del capitalismo y vemos con espanto cómo recrudecen racionalidades neofacistas. En un tiempo desquiciado se alteran las correspondencias y, ante la confusión que se produce, se requiere un profundo trabajo de pensamiento. Que podamos enfrentar esas desavenencias profundas depende, quizás, de nuestra posibilidad de creación de algo nuevo. En ese sentido sería interesante pensar que la crisis es también poética, y que es necesaria una creatividad capaz de construir espacios, tiempos, instrumentos colectivos con fuerza para arrebatar material y simbólicamente ese poder de destrucción a un monstruo aterrador, ilimitado como el capitalismo que reproduce desigualdades e injusticia, para convertirlo en un sistema más humano, justo e igualitario.

Tengo la convicción de que la transmisión de la cultura política de nuestros antecesores es el punto nodal donde atesorar sus enseñanzas y pensar en las posibles derivas de estas voces tan cercanas que nos murmuran cada vez que necesitamos respuestas, o quizás preguntas, preguntas problematizadoras de una realidad que se vuelve compleja y confusa. Es imprescindible recuperar y deconstruir desde una crítica reconceptualizadora las experiencias militantes del campo popular. Algo habrá ahí para mirar el presente, y entender, y aprender.

-Fue declarado ciudadano ilustre post mortem por parte del Concejo Municipal de Rosario en el año 2005, en un acto multitudinario. Su legado, ¿está olvidado?
-Vivimos en una sociedad en la que, especialmente desde el inicio del milenio, promueve una sobreinformación a tal velocidad que todo vale en un mismo nivel de importancia, o nada vale, provocando la desinformación; todo pasa demasiado rápido y se olvida. La única salida que se me ocurre viable es el ejercicio de una pedagogía. Una enseñanza escolar y social que recupere nuestras historias de vida memorables. Estamos en la semana de la memoria, hoy es 24 de marzo. Durante la marcha pensé mucho en la vida del Gringo y de su familia que durante la dictadura sufrieron persecuciones y atentados; pensé en su lucha por los derechos humanos. Algunos pasajes del libro cuentan esos avatares que es necesario seguir recordando.

En medio de un mundo que se vuelve cuasi surrealista, podemos recuperar, a través de una historia de vida, otras experiencias de tránsitos compartidos por otros hombres y mujeres que ponen a nuestra disposición un paradigma estético y ético que nos permite y nos fuerza a un trabajo del pensamiento y de transmisión a las nuevas generaciones. Lo cierto es que nuestro tiempo vital no alcanza para concretar las conquistas que anhelamos y por eso, tenemos la ilusión de que otros que vengan luego puedan hacerlo mejor, pero transitando por un camino que ya ha sido iniciado. Aunque tal vez esas huellas se hayan atenuado y queden apenas unas coordenadas borrosas que guíen el rumbo, es importante vislumbrarlas.