Del buen beber

Vinos entrerrianos: degustar la historia a través de una copa

Si bien hay una larga historia de prohibición en cuanto a la actividad en nuestra provincia, actualmente hay 80 vitivinicultores en Entre Ríos. Las particularidades del suelo y el clima hacen de esta zona una potencia en esta industria que se viene reactivando hace alrededor de 20 años. MIRADOR ENTRE RÍOS te propone conocer cómo es la apuesta por la producción local de vinos.
30-05-2022 | 21:58 |

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En Entre Ríos hay bodegas con diferentes categorías: “caseras”, “artesanales” e “industriales.


Aldana Badano
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La vitivinicultura es considerada la primera industria nacional por Felipe Pigna en su libro “¡Al gran pueblo argentino, salud!”. Sin embargo, Entre Ríos tiene una larga historia de idas y vueltas, prohibiciones y regulaciones en torno a la actividad vitivinícola. Pese a esto, la producción aumenta con los años y actualmente en la provincia hay alrededor de 80 vitivinicultores que producen vinos.

En cuanto a la particularidad de los vinos producidos en suelo entrerriano, Leonardo Valerio Ortiz, productor casero de vinos y miembro de la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos aseguró a MIRADOR ENTRE RÍOS que cuando alguien prueba un vino entrerriano puede degustar toda la historia a través de una copa de vino.

Leonardo nació en Mendoza y proviene de una familia de vitivinicultores. Actualmente tiene 49 años y es egresado de una escuela agrotécnica con orientación en enología. Además, cursó en la Universidad Nacional de Cuyo y es sommelier máster y se encuentra finalizando la carrera de Técnico Enólogo. Vive en Paraná hace 11 años y siempre se ha dedicado pura y exclusivamente a la actividad de la vitivinicultura. Actualmente, trabaja en la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos, presidida por Noelia Zapata y cuya base física está en Colón. Desde allí se desarrolla la tarea de la promoción, divulgación y venta de los vinos entrerrianos. Él es la persona encargada de la vinculación de los vinos entrerrianos con los consumidores y las instituciones.

–¿Cómo y cuándo comenzaste a vincularte con la vitivinicultura?

–Nací en Mendoza en el seno de una familia que actualmente sigue trabajando en lo que es la vitivinicultura. Muchos de mis familiares están muy relacionados a lo que es la enología en las diferentes partes o segmentos de la que se compone. Además, a lo largo de los años me ido formando y perfeccionando en torno a la actividad vitivinícola.

–¿Te dedicas a producir y comercializar los vinos?

–Desde que llegué a Paraná, hace 11 años, me dedico exclusivamente a trabajar en la industria vitivinícola. Dentro de la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos estoy dedicado a la promoción, divulgación y venta de los vinos entrerrianos a nivel Mercosur: en Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile y en nuestro país de la manera más federal, con presencia en todas las provincias. Estuvimos presentes en numerosas ferias y trabajamos de manera mancomunada con la gente de turismo, hotelería y gastronomía. Tratamos de que el equipo de promoción de actividades de la provincia sea multidisciplinario, por eso viajamos junto a gastronómicos y cerveceros.

Categorías


–¿Cómo se clasifica a los productores de vinos?

–En la provincia hay bodegas con diferentes denominaciones, en mi caso yo estoy bajo la categoría de “casero”. Después, hay bodegas denominadas “artesanales” y otras “industriales”. Si bien los requerimientos de todas las bodegas son las mismas, lo que las diferencia es el volumen de producción. Las bodegas que producen hasta 4 mil litros están bajo la categoría de caseros, los que producen hasta 12 mil litros, entran en la categoría de artesanales y los que hacen más, son bodegas industriales propiamente dichas. Después, todo lo que tiene que ver con controles y todas las exigencias técnicas y bioquímicas para la realización de los vinos son las mismas para todos.

–¿Qué características crees que destacan al vino entrerriano?

–En la provincia estamos trabajamos en la conservación de la tipicidad. Es decir, se puede tener un vino joven, reserva, tranquilo, espumoso. Dentro de estas categorías, se está trabajando conceptualmente en elaborar vinos del segmento joven y por eso no se usa mucha madera. Justamente porque hay una búsqueda que tiene que ver con que cuanto menos intervenís el vino, más tipicidad conservás. La tipicidad es la forma de que el vino se pueda expresar y mostrar lo que realmente es. Eso significa que cuando alguien pruebe un vino entrerriano pueda automáticamente viajar y recorrer algún aroma o característica propia de la provincia, degustando toda la historia a través de una copa de vino.

Otra de las cuestiones muy particulares que tiene esta actividad en Entre Ríos se relaciona con sus cualidades geográficas. Por una cuestión de altitud, las plantas aquí maduran mucho antes que en Mendoza. En Entre Ríos se puede empezar a cosechar uvas para consumo en los primeros días de diciembre y es una fecha que en el marco del mercado nacional no existe en otra parte. Eso constituye una ventaja para nosotros porque significa un plus comercial que constituye un respiro económico dentro del ciclo productivo ya que la primera cosecha grande para producir vino la tenés a principios de enero hasta fines de marzo y se necesitan diversos insumos y recursos que pueden solventarse gracias a la comercialización de uvas para el consumo directo.

Crecimiento


–¿Cómo ves a la industria vitivinícola entrerriana hoy?

–Después de la recuperación de la vitivinicultura en la provincia, la industria ha tenido un comportamiento muy incipiente. Se está desarrollando de una manera más ordenada gracias a la recuperación de la Asociación (refiriéndose a la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos). Además, hay mucha gente que está interesada en el tema. Hace apenas cinco años atrás éramos apenas 40 productores y hoy son casi 80. Si bien son productores pequeños, hay un desarrollo y se mira a la vitivinicultura de otra forma.

Creo que es fundamental destacar que hace 20 años que se recuperó la producción de vinos en nuestra provincia. Se han sumado varios actores, las mujeres se han involucrado muchísimo y eso nos agrega diversas características, entre ellas una mayor sensibilidad, y para nosotros es muy importante. Tal es así que la dirección de nuestra Asociación está en manos de una mujer, siendo su presidenta Noelia Zapata, y eso nos da otra mirada. También en el campo hay muchísimas mujeres que se están dedicando a la vitivinicultura y es impresionante lo que suman a esta actividad.

Hoy nuestra provincia tiene un gran desarrollo en la especialización de viticultor, que es la persona que todos los días está en el campo, el o la que poda, riega, cura y acompaña a la planta. Este detalle no es menor, ya que el recurso humano sigue siendo muy escaso, esa fue una de las razones por las cuales yo me vine a vivir aquí. Creo que se debe a la falta del bagaje anterior de las décadas pasadas, carecemos de experiencia en territorio. Por ejemplo, mis compañeros enólogos son uruguayos o mendocinos, pero actualmente trabajan en la provincia de Entre Ríos. Esto ha mostrado diferentes aristas, pero el mayor desarrollo lo tiene el viticultor que ha aprendido de manera académica o experiencial a trabajar en el campo con la vid, y ese conocimiento es hoy en día el mayor activo que tiene la provincia.

Estrategia


–¿Por qué no hay vinos entrerrianos en las góndolas de los supermercados?

–La presencia de los vinos en centros comerciales tiene que ver con una estrategia comercial. Si bien nosotros estamos desarrollando una actividad que viene creciendo, no estamos produciendo la cantidad necesaria como para poder cumplir con los requisitos de supermercados. Además, el vino que se produce queremos que se venda en mostrador de bodega, porque estamos trabajando con el concepto de trazabilidad, que para nosotros es muy importante. Esta categoría tiene que ver con el hecho de que quien compra el vino, pueda conocer y conversar con quien lo produce. El volumen y la disposición geográfica apuntan a que ese sea el camino a seguir porque es más redituable para el productor y para todo el conjunto de actividades que se relacionan, como la gastronomía y el turismo.

–¿Tienen algún tipo de apoyo o ayuda estatal?

–Aún no se ha generado el impacto necesario como para que exista una voluntad política como para que recibamos un apoyo específico. Pero sí se han generado articulaciones muy interesantes y fructíferas como poder trabajar junto las áreas de Turismo y Cultura de la provincia. Ahora estamos en la agenda y en el presupuesto anual y nos tienen presente. También modificamos el currículo de la formación de someliers, porque antes se hablaba solo de la producción vitivinícola de la zona cordillerana y hoy el que está estudiando conoce que en nuestra provincia se está produciendo vino y que la actividad está más pujante que nunca.

Proyectos


–¿Cuáles son tus metas a futuro?

–Tengo proyecciones a futuro que tienen que ver con llegar a tener mi propio viñedo y estamos muy encaminados. La idea es generar un espacio que incluya viñedo, bodega, integrando conceptos como la producción agroecológica, biodinámica y orgánica, porque entendemos que se puede tener una producción sustentable en todos los sentidos: en lo social, en el desarrollo biológico de las plantas, en el tipo de vinificación, en el contacto mismo con la gente y con un compromiso social, que es lo más importante: tener un emprendimiento que a la larga nos sirva a todos.

Contacto


Actualmente Leonardo participa de ferias y eventos en donde comercializa los vinos entrerrianos y brinda una detallada descripción de las características que destacan a las uvas entrerrianas. Cualquier interesado en adentrarse en la producción de vinos puede contactarse con la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos.

Instagram: @vinosentrerrianos
Teléfono: 387- 4896506
Temas: ENTRE RIOS 
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