Teatro

Malnacida: cuando la amistad es más fuerte

Escrita y dirigida por Franco Agüero la obra Malnacida sale a la escena para demostrarnos que todo escenario es posible en la amistad, cuando el afecto se gesta de forma genuina. Sábados de junio en Teatro La Morada de la ciudad de Rosario.
01-06-2022 | 12:02 |

Foto:Gentileza.
Ariel Gustavo Pennisi


Una patrona y su empleada parecen ser dos polos opuestos, pocos propicios para el afecto y la amistad. No es el caso de la historia encarnada por Doña Templanza, interpretada por Franco Agüero (quién también es escritor y director de la obra) y su criada Mildred, bajo el aura de la actriz Victoria Vilardell. Ambos dan vida a Malnacida, una historia de una amistad que es más fuerte que cualquier grieta que la sociedad pueda establecer.

Ellas, patrona y empleada, entablaran de forma genuina, el sano y necesario afecto, desde el amor puro y la mutua contención, llagando a ser hermanas de la vida.

Con citas pactadas para los días sábados de junio a las 21 horas en el Teatro La Morada (San Martín 771 P.A., Rosario), tendremos la oportunidad de apreciar una pieza teatral donde los poros se encuentran para desarrollar un vínculo de amor y amistad, al punto tal, que la mutua dependencia existencial es llevada al límite mismo en el cual no puede desarrollarse vida alguna posible de la una sin la otra.

Pero no todo es sencillo y color de rosa en esta profunda trama, cuya realidad comienza a tornarse de forma onírica, cuando el sueño y vida idílica se corporizan en el amor de las dos amigas que nace genuinamente. El desafío se presenta ante la mirada del espectador: ¿Podrán dos almas simples que se encuentran en la ficción de la vida cotidiana saltear las históricas diferencias sociales?

Los problemas no se hacen esperar. Las deudas de Templanza, la patrona, con los gastos despilfarrados de sus bienes, sumado a las heridas siempre presentes de un amor que no ha sanado y el peso de su linaje sobre sus hombros, la han deteriorado tanto física, como mental y emocionalmente. En el deterioro, se encuentra con su criada Mildred, ambas se acompañan y sostienen mutuamente. Ahí estará Mildred, su fiel amiga siempre estará, aunque con el peso de su propia novela familiar.

La ama de llaves, la entrañable Mildred sufre, en silencio anhelando, ese amor familiar que dejó atrás en otras tierras de las cuales nos habla como si fuese un lugar digno de un cuento nórdico, que se va desmembrando y descuartizando pieza a pieza en las partes que conforman “Malcriada”, una tragicomedia poblada de giros inesperados.

Doña Templanza, la patrona, Mildred su querida y amada criada, el azar, las necesidades emocionales y materiales las encontró dentro de una vida idílica que se manifiesta de forma onírica, casi como un sueño llamado amistad.

La génesis del proceso creativo de la obra
Sobre la génesis de la historia y la obra misma, cuenta su escritor y director Franco Agüero en diálogo con Mirador Provincial: “En el año 2017, participé de las Poéticas Teatrales bajo la dirección de Gustavo Maffei, en una escena corta sobre ‘La Moribunda’ de Urdapilleta. Si bien había un director, también había un trabajo de autodirigirse entre los actores, de montar la escena, ensayarlas y después las mostrábamos al director quién hacía las correcciones y/o directivas y se volvía a los ensayos. Dicha dinámica fue un paso importante para que me pueda animar a dirigir y actuar’, actividades que realizo en Malcriada”.

Agrega recordando aquellas memorables escenas: “El director nos propuso de hacer dos prostitutas muy venidas a menos, reventadas. Con esta base de Urdapilleta y el teatro ‘under’ de los 80’ con esa desmesura, esa fisicalidad y ese ‘desconche’, esa violencia física que al mismo tiempo es cómica, que es lo que intentamos poner en escena hoy en día. Creo que ese momento fue uno de los primeros pasos en los que entré un poco a ese mundo de la minifalda o el vestido y la peluca. A partir de eso ya quedó una base sentada y después apareció esta idea de una mansión, una señora un poco enferma con su psiquis debilitada y de una sirvienta que la acompaña”.

Siguiendo con la cronología de su crecimiento personal y de la obra relató: “En el 2018 comenzamos con el montaje de la obra, ensayamos durante un tiempo muy considerable, con una muy buena actriz, pero para esta poética no le daba en la tecla. Es ahí cuando me animo a actuar al mismo tiempo que dirigía. Pusimos en pausa los ensayos y comenzamos otra obra relacionada al mundo de Shakespeare, que estuvimos a punto de estrenar en el 2020, pero no pudimos por la pandemia y luego la actriz se mudó de ciudad. Al terminar la cuarentena obligatoria retomamos los ensayos de Malnacida, por suerte gran parte ya estaba montada y restaban los toques finales” y añadió que “los ensayos comenzaron siendo en las instalaciones de la Escuela Provincial de Teatro y Títeres, pero luego pasamos a ensayar en mi casa en
Villa Gobernador Gálvez “la tierra prohibida”. Las actrices venían hasta acá dos veces por semana”.

Sobre la puesta en escena
“Planteamos la composición de los personajes desde su morfología. En la mayor parte de la obra sus cuerpos y sus máscaras son realistas, pero mientras progresa la pieza y el transcurrir de las escenas estos van transformándose, convirtiéndose así en criaturas grotescas y no realistas. Esta mutación morfológica no es fija sino que van alternándose: de realista a no realista y viceversa” en clara alusión al carácter onírico de la obra, cambiando tanto el cuerpo de los personajes como su voz, nos aclaró el director: “La voz, al formar parte del cuerpo de estos personajes, también va cambiando, hacemos uso de nuestro entrenamiento para encontrar la manera de hablar, qué tonada posee cada personaje, sus dialectos, a su vez que intentamos reflejar el contexto del que vienen o en el que se encuentran mientras que jugamos con el estereotipo de la composición de cada uno”.

Del drama a la comedia
Dice su director, “la obra se adentra en la comedia, pero también en el drama, amalgamándose la una con la otra, asistimos a escenas que nos hacen reír pero también sentimos algo de pena por nuestras protagonistas”. Y no erra en los conceptos que que “detrás de esas máscaras podremos ver, en un personaje en particular, una mente deteriorada debido a fantasmas del pasado que vuelven para atormentarla cada noche, impidiéndole seguir con su vida”.

Con tintes por momentos de thriller psicológico, “nos enfocamos en la perversión de lo humano frente a la mínima cuota de poder, estas mujeres son capaces de llevar a cabo cualquier acto dejando al descubierto sus más íntimas miserias mientras se van destruyendo y adentrando en la locura”.

Ficha técnica

Dramaturgia y dirección:
Franco Agüero.
Actuación: Franco Agüero (Templanza) Y Victoria Vilardell (Mildred, La Criada).
Asistencia técnica: Mailín Sylvester.
Producción: Victoria Vilardell.
Funciones: sábados de junio a las 21hs.
Lugar: Teatro La Morada (San Martín 771 P.A., Rosario).
Reservas: 341 253-1406.
Instagram: malnacidateatro.



Temas: EL MIRADOR 
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