Nicolás García
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Cuando llegamos a la esquina de San Lorenzo y Corrientes nos encontramos con una edificación poco común para esta época. Veredas anchas, entrada enorme y un estilo arquitectónico poco visto en la ciudad hacen de este punto paranaense un escape a años pasados. Todo esto rodeado por enormes pinos, cipreses, jacarandaes y lapachos, el predio que cuenta con 28.000 metros cuadrados en su momento fue una gran fábrica de fósforos que brindó cientos de puestos de trabajo. Hace 17 años que sus paredes pasaron la línea de los 100 y por allá pasaron capitales italianos, suecos y nacionales. A mediados del siglo XX fue un bastión en la producción nacional de fósforos La Victoria y más adelante de encendedores a gas. Sin embargo, producto de la dificultad de conseguir las pequeñas piezas necesarias para el armado de estos productos en 1989 debió cerrar sus puertas.

Hoy en día, si cerramos los ojos y dejamos volar a la imaginación, los golpes de metales unos con otros y la continua actividad en el lugar nos hace pensar que la fábrica volvió a abrir sus puertas. Sin embargo estos sonidos provienen de la construcción del nuevo shopping de Paraná que comenzó en 2015, el cual se denominará Paso del Paraná, y que su inauguración está proyectada para marzo de 2023. Los 64 locales comerciales estipulados en la construcción ocupan un total de ocho mil metros cuadrados, a los que se le suman cinco salas de cines, 330 cocheras subterráneas, un patio de comidas y un supermercado.

El cuidado del patrimonio

Bajo las enormes estructuras metálicas nos encontramos con parte de los edificios originales de la fábrica de fósforos. Abrazadas y protegidas por grandes vigas, las naves centrales, la torre del tanque de agua y la chimenea siguen acompañando a la ciudad en su crecimiento y ahora con una cara renovada. La revalorización de estas construcciones declaradas como Patrimonio Arquitectónico de Paraná, protegidas por el decreto municipal N° 6.676 de preservación de estos íconos, permiten conocer a la población local sobre la historia pasada de la capital entrerriana.

De esta manera, lo antiguo e histórico se cruza con lo novedoso y lo moderno. El ladrillo con el metal, la arquitectura de comienzos del Siglo XX con la del Siglo XXI. Lo italianizante con el Steel Framing. Los ladrillos de barro adquieren protagonismo entre tanto acero y le brindan un brillo y un color particular a lo nuevo. Y así también las nuevas generaciones podrán conocer sobre las pasadas, los trabajadores y trabajadoras del nuevo shopping podrán pensarse en el lugar de los antiguos obreros y obreras. Este hecho marca y demuestra también el paso del tiempo y las nuevas formas de trabajo y de comercio. La transformación de una fábrica a tiendas de ropa, de juguetes y de nuevas tecnologías.

La recuperación de este tipo de lugares es una tendencia que hace años se viene aplicando en todo el mundo. La conjunción del mundo viejo con el actual remueve historia, recuerdos y anécdotas. En Paraná nos podemos encontrar con varios ejemplos, como el Mercado Central convertido en Shopping La Paz, el Mercado Norte que pasó a ser parte de una cadena multinacional de supermercados o las distintas fachadas de Alameda de la Federación que por detrás se le imponen enormes edificios de departamentos.

Shopping Paso del Paraná

A dos cuadras del Parque Urquiza, el nuevo Shopping de Paraná tiene algo de futurista en su construcción. A los lejos se ven sus paredes mezcladas con la línea de árboles y como con cierta vergüenza se asoma la torre con ladrillos a la vista que conforma el lugar más elevado del predio. Allí los obreros, apurados por la pronta inauguración, trabajan sin parar en la colocación de placas del techo, la colocación de los adoquines que serán parte del piso del exterior o perfeccionando los rincones del nuevo centro comercial.

En la planta alta funcionarán las salas de cine, que contarán en total con 930 butacas, y las cocheras ocupan casi toda la manzana, pero por debajo. Según el grupo Di Santo, empresa que tiene sede en San Nicolás de los Arroyos de la provincia de Buenos Aires, quien junto con Fundar de Rosario están a cargo de la construcción, la obra brinda empleó a más de 300 personas y se prevé que una vez inaugurado, el centro comercial dispondrá de 400 fuentes de trabajo.

Los atractivos de este nuevo espacio en la ciudad son variados, ya que no solo contará con comercios novedosos sino que se encuentra en una zona privilegiada. Calle Corrientes es una de las arterias más circuladas de Paraná y durante los fines de semana cientos de familias la recorren de camino al parque o en la vuelta a casa, por lo que el shopping puede transformarse en un nuevo punto de encuentro para la sociedad paranaense.