Gisela Mesa | [email protected]

Este domingo por la tarde, el reconocido abogado penalista, especialista en aplicación de normas internacionales al derecho interno, autor de libros y publicaciones, Gustavo E. Feldman, presentó su novela “Esto no queda así” en la Feria Internacional del Libro de Rosario.

Con la presencia de Gustavo E. Feldman, abogado penalista, Sergio Gioacchinni, escritor y editor de CGEditorial (Editorial Ciudad Gótica) y Rodrigo Ipolitti, periodista, la actividad contó con sala llena expectante de la presentación del libro ficción que cuenta con todos los condimentos de un thriller judicial.

Fue su hija Liza quién le dijo que tenía que ponerse a escribir un libro, docenas de anécdotas de 35 años de profesión. De lleno a ello, entusiasmado, haciendo trabajo de campo indagó como un detective cada faceta de sus personajes, pero no resultó nada fácil. Borrador tras borrador hasta que dio al final con la piedra filosofal. No cabe duda que el abogado Gustavo E. Feldman nos trae un thriller legal, un modo de acercar al lector al ámbito del poder judicial.

Hacerle o no trampa a los tramposos. Desde esta encrucijada el autor aborda el dilema del abogado Eggman en su búsqueda de una salida para Zelenko que huye de la Justicia, por haber hecho justicia.

Este libro tiene todos los condimentos de una buena novela policial: una historia potente, personajes paradigmáticos tan verosímiles como atractivos, las cuotas necesarias de aventuras, intriga, sexo y violencia. Los deliciosos aditamentos latinos, corrupción en los encargados de combatir el delito y un toque de realismo mágico. Qué más se puede pedir. Pasen y lean.

Ping pong

En conversación con Mirador Provincial, Feldman se animó a un intercambio de pregunta-respuesta, como un peloteo de tenis, donde hablamos de su libro, del rol de los medios y de temas de actualidad.

-Con respecto a lo escrito, ¿cómo llega la escritura a tu vida?

-Mi madre fue siempre una gran lectora, y mi padre era propiamente un bibliómano, los tres hermanos siempre leímos mucho, además Derecho debe ser de las carreras universitarias en las que más hay que leer. Mi padre siempre decía que en la Argentina nadie lee nada, a veces me da la sensación que eso es cierto.

-¿Qué escritores son sus referentes?

-Desde Albert Camus y su existencialismo, pasando por Herman Hesse y su narrativa, hasta Alessandro Barico y su prosa ingeniosa y dibujante. Puntualmente en cuanto a los thrillers judiciales, me gusta una novela de Morris West (“El abogado del diablo”), y más acá el primer John Grisham, el de “Tiempo de matar” o “La Hermandad”.

-¿Cómo te sentís después de haber escrito esta novela? ¿Qué sensaciones dejó en vos? ¿Ganaste amigos o enemigos?

-No creo que haya perdido amigos o ganado enemigos. Sí creo que hoy la gente se posiciona en tal lugar o en otro. Los que me conocen más prescinden un poco y advierten que al ser una ficción es dar rienda suelta a la imaginación que uno tiene, pero bueno, a ver no hay ninguna duda, que es una novela, hay mucho de auto referencial y no hay ninguna duda que como en todo, o sea es el séptimo libro que yo escribo y uno después de terminar cada libro es otro.

-¿Qué opinión tenés del rol de los medios cuando dan su opinión desde lo legal, lo judicial?

-A ver, prefiero que sea así y que no haya alguna suerte de censura, así como hay periodistas provocadores, honestos intelectualmente, rectos, hay también verdaderos operadores mediáticos, policiales. Está en la sociedad la posibilidad de poder distinguirlos, de poderlos, no censurarlo, pero sí refutarlos. Después, un fenómeno que se da mucho con el esquema de juicio por jurado es la manera como prima la emocionalidad del caso sobre la legalidad. El tribunal, los jueces terminan cuidando más cómo creen ellos que va a repercutir en la gente lo que pasa en el estrado, que en lo que tiene que ver con los hechos y la ley, y eso sí es muy peligroso.

-¿Estamos en lo cierto al decir que "el poder judicial le tiene miedo a los medios de comunicación"?

-Sin ninguna duda. Hay fallos de la corte americana que dicen que el periodismo también es un control y no me estoy refiriendo a eso, estoy diciendo que cuando un juez falla encarcelar a una persona o no y el parámetro para eso no son la constancia de la causa sino qué van a decir las tapas de los diarios.

-Tenés conocimiento de lo que pasó con la vicepresidenta Cristina Fernández de kirchner. ¿Cómo ejercerías vos si fueras el abogado de la mandataria?

-Todavía no fueron los alegatos de la defensa, pero me imagino para dónde irá y en ese sentido me voy a una referencia casi obligada que fueron algunos de los conceptos que vertió en un reportaje, el ministro de la Corte santafesina, el doctor Daniel Erbetta. Coincido con lo que dijo el doctor en un 100% y te destaco lo siguiente; él no habló sobre el fondo de la cuestión, sino habló de cuatro o cinco circunstancias que no tienen que ver con el fondo de la cuestión. Él no se metió en si está aprobado el delito o no, que yo creo que no, el refirió a una serie de circunstancias por la cual se ha enturbiado ese juicio de valor que tiene que hacerse y que tiene que terminar en una sentencia, como por ejemplo el correr lo que es el estado de inocencia, la imparcialidad de los jueces, etcétera. Creo que la defensa de Cristina se va a afincar fundamentalmente en eso, en una violación y una complicación del debido proceso legal y del derecho de defensa.