Ezequiel Re
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Lejos, por lejos, un equipo querido por todos. A estos muchachos solamente les falta cebarle mate en la tribuna a los hinchas. Después hicieron todo. Y todo bien.


Emocionan hasta al más duro. Es general leer que “es una lástima que desciendan”. Pero hoy es así.


Mire que año que han pasado. Hasta presos estuvieron. Y eso que fueron los robados, los estafados. A la carga barraca.
Pero ahí nació un querer. Y el hincha no se va. Todo lo contrario. Ahora sí es parte de la ciudad, de la provincia.
Ahora sí te miran con respeto. Ahora “so vo” Negro.


Y encima juegan muy bien. Te pegan una milonga por momentos. Y defienden hasta con uñas postizas. No es magia estimados y estimadas. No lo es.


Chocan varias cosas. El mejor Sava, el mejor Altamirano, el mejor Estigarribia. El mejor Patronato. La mejor versión de todos. Todos dan lo mejor. Hasta Mansilla ayudando en la lectura de penales a Altaadmirado.


Nadie en este Mundo Rojinegro puede evitar, desde sus puestos (hinchas, dirigentes, periodistas, jugadores, cuerpo técnico, allegados, etc) sentir tanta emoción por estas horas. Nadie pudo dormir más que 2 horas anoche. Nadie pudo contener al menos una lágrima. Nadie dejó de homenajear a Santos que marcharon.


Nadie dejó de mirar de reojo la palabra Libertadores. Pero…se T viene un duro rival. Preparado como el Santo. Talleres. Un impulsor en los 70 del fuego del fútbol del interior. El respeto por Willington, Galván, Valencia, la Perra Avellaneda querido.
Pero este Santo moja orejas, quiere seguir cuestionando el promedio y el sistema de nuestro manchado fútbol. Y no lo cuestiona en un escritorio. Lo cuestiona jugando, riendo, divirtiéndose con trabajo y responsabilidad. Los sin techo.


Que lindo partido se viene. Y a un partido de todo. ¿Quién se perdería jugar una Libertadores si se da? Pero, como siempre se dice, disfruten del viaje. La semilla ya germinó. La pasión Santa llegó para quedarse. “So vo”, Patrón.