José Prinsich | [email protected]


Aunque suene un poco raro y hasta disparatado, la realidad de los bomberos voluntarios de Entre Ríos podría compararse con la popular canción “El reino del revés” de María Elena Walsh. Son los bomberos los primeros en llegar al lugar cuando se produce un incendio o accidente, pero son los últimos en recibir una respuesta cuando solicitan un reconocimiento por su ardua labor. Y es que - parafraseando al gran Gustavo Cerati – la espera los agotó. Hace 35 años que la Federación Entrerriana de Asociaciones de Bomberos Voluntarios está aguardando novedades en torno a la Ley 8.105, en la cual se contemplan los derechos, obligaciones y reglamentaciones en general en relación a esta actividad.


Entre los puntos trascendentales que establece la presente ley (creada en 1987) se destaca el derecho a afiliarse a una obra social (IOSPER), beneficio extensivo a cónyuge y parientes hasta el primer grado. Estos aportes serán abonados por el Gobierno Provincial. Además, se solicita el reconocimiento económico al personal que haya alcanzado los 25 años de servicio y 55 años de edad.


Luego del estado de alerta y movilización decretado por la FEABV, que solicitaba el tratamiento urgente de estos artículos, el gobierno provincial convocó a los representantes de dicho organismo para abordar la temática. En dicha reunión estuvieron presentes la Ministra de Gobierno, Rosario Romero; el Secretario General de la Gobernación Franco Ferrari; la Secretaria de Medio Ambiente Daniela García y el Director de Defensa Civil Lautaro López.


En esta jornada, que tuvo lugar el 3 de noviembre, los funcionarios provinciales se habían comprometido en dar una respuesta en el lapso de 30 días. Pero las respuestas no llegaron en tiempo y forma, lo que provocó un malestar en el ambiente bomberil. Ante este incumplimiento, los Directores de la FEABV resolvieron que los Cuerpos Activos se limiten a atender las emergencias dentro de sus jurisdicciones y sus ejidos. Además, que ante el llamado de algún siniestro en zonas grises, es decir fuera del ejido, se le pida asistencia a Defensa Civil Provincial o a la Secretaría de Ambiente para que los brigadistas o bomberos zapadores intervengan.


“Si bien no es el espíritu del Sistema Bomberil aplicar medidas de fuerza mayor y ante la desidia de nuestro Gobernador y los reiterados incumplimientos de los funcionarios, existe la posibilidad de realizar un acampe en Casa de Gobierno antes del 24 de diciembre y pasar las fiestas allí”, manifestaron en el comunicado de la FEABV.


En diálogo con Mirador Entre Ríos, el Director de Operaciones de la Federación, Comandante Aarón Mendoza, dejó en claro que “nosotros queremos que el Estado reconozca todo lo que se viene ahorrando por tener Bomberos Voluntarios. Hubo personas que dejaron mucho de su tiempo para brindar un servicio que el Estado no está brindando. No exigimos algo nuevo. Insisto, esto está en la ley. Nosotros, desde un proyecto de ley que presentó la FEABV, ofrecemos también una reglamentación de organización institucional en cuanto a capacitación y operatividad en todo el sistema de bomberos de Entre Ríos”.


-¿Qué se puede decir de estos artículos que están solicitando?

-Es cada vez más difícil mantener personas voluntarias sin que la institución le pueda brindar algo. Nosotros no tenemos nada para brindarle a los bomberos. El que es bombero hoy va porque quiere ser bombero y por amor al oficio. Además, se pone bajo los lineamientos de un reglamento, que exige que la persona vaya a capacitarse, vaya a las emergencias, que lave los móviles, que esté muy activo. Al no tener nada para ofrecerle al bombero, hace que la persona se vaya. Nosotros tenemos una tasa de deserción que ronda los cinco o siete años. Por eso, es muy difícil llegar a los 25 años de servicio puesto que esto es algo voluntario, no se cobra un sueldo y se vuelca mucho tiempo. A nosotros para capacitar a un bombero nos lleva nueve meses. Pero eso no queda ahí. Yo hace 20 años que estoy y sigo capacitándome. Nos estamos “dando el lujo” de perder personas capacitadas y experiencia, sobre todo. Ahí es donde hay que volver a empezar. Lo que pretendemos nosotros es que se pierda la menor cantidad de personas posibles en el camino bomberil para lograr la profesionalización.


-¿Cuál es la idea de acá en adelante?

-El objetivo es que cada institución bomberil vaya a hablar con el jefe de gobierno de su localidad y los ediles del Concejo Deliberante para explicarle la situación y de cuán importante es tener bomberos en una localidad. Queremos que cada uno de los ejecutivos y concejos deliberantes de las diversas ciudades de la provincia eleven una nota o pedido al Gobierno Provincial solicitando la colaboración. Yo no creo que haya una sociedad que vaya en contra de sus bomberos. Tampoco creo que vayan en contra de este reconocimiento o de brindarle una obra social a quienes no la tengan. Nosotros nos sentimos muy acariciados y queridos por el pueblo. Ya hemos hablado en algunas localidades como Villa Elisa, Ramírez, Urdinarrain, Colón, Concordia y San Salvador. Se va a hacer una nota modelo para presentar y que pueda ser firmada.


-¿Pudieron hablar con el actual gobernador?

-El gobernador de la provincia no nos atendió nunca y él sabe lo que es un bombero voluntario porque tuvo inundaciones en su localidad y hemos ido de toda la provincia a colaborar. Todos los gobernadores anteriores nos han atendido. Nosotros le pedimos a los políticos que escuchen la opinión del pueblo. Hay que destacar que el sistema de bomberos es el principal brazo operativo de la defensa civil de la provincia, cubriendo el 95 por ciento de las emergencias que refieren a Defensa Civil.


-¿Qué cantidad de personas podrían ser beneficiadas con esta ley?

-En toda la provincia, unas 30 personas estarían en condiciones de recibir este beneficio de la ley ya que cumplen con los 25 años de servicio y 55 años de antigüedad. En todo Entre Ríos hay 1100 bomberos.


-Además, hay que resaltar la gran inversión que hay detrás del sistema bomberil.

-La inversión que hay en las instituciones de bomberos es grandísima. Hoy, para vestir a un bombero para que tenga su equipo estructural, botas, guantes, casco, su monja y el equipo de respiración estamos hablando de un millón y medio cada uno. Eso es en ropa de seguridad para un incendio. Después tenemos la ropa de gala, de media gala, de fajina.