Foto:Archivo.
Para el mercado inmobiliario rosarino se cierra un año con una sonrisa. Resulta que después de la tremenda caída en pandemia, este ciclo la recuperación fue notoria al punto de que se incrementaron las operaciones en un 10% en comparación con el año anterior, que fue de gran resucitación.
Los valores inmobiliarios se vienen perforando desde el 2018 hasta el 2021 y, ahí, encontraron su piso. Por eso, “ahora vemos que es una muy buena alternativa el poder adquirir inmuebles en dólares a un 30%, 35% menos de lo que valían hace cuatro años atrás”, indicó a Mirador Provincial Andrés Gariboldi, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir).
Pese a la recuperación que demuestra el mercado, sigue habiendo una enorme falta de financiamiento para compra-venta de inmuebles con créditos a mediano y largo plazo. Es, sin dudas, la gran deuda pendiente que viene reclamando el sector que detecta que en el resto de los países de Latinoamérica sobran este tipo de herramientas.
Cuando se hace un análisis comparativo de lo que “ha venido pasando” en títulos públicos, plazos fijos en UVA, acciones, entre otros, “el ladrillo pasó a ser una alternativa altamente confiable” para las personas y eso se nota.
Otros puntos a destacar es que “hay dos nuevos instrumentos que aparecen en el mercado hoy y que son: el blanqueo de dinero para inmuebles nuevos y el blanqueo para los usados –que fue sancionado en el presupuesto 2023- ”, contó Gariboldi.
Es por eso que el nivel de confianza para lo que viene es muy alto. El referente de Cocir afirmó que están “convencidos” que el inmueble, hoy en día, “está barato” en Argentina comparando con Bolivia, Perú, Uruguay, Chile, entre otros.
Desde el Colegio de Corredores entienden que, si apareciera un crédito hipotecario de largo plazo, en un contexto económico mucho más favorable que el actual, con una inflación disminuida, como se hubo en años anteriores, “nos encontraríamos con un crecimiento de los valores muy significativos”.
En Rosario se mantiene la demanda de lo que se denomina el flipping house (comprar a un valor bajo para remodelar y luego vender a un precio más alto), en ubicaciones interesantes y con muchísimo potencial por el corto tiempo entre la entrada y la salida.
La pandemia tuvo su rol predominante. Generó que muchas personas se volcaran a buscar espacios más amplios y con jardín o patio. Los departamentos dejaron de liderar el podio de lo más vendido para darle paso a las casas en zonas residenciales y a terrenos en localidades del Gran Rosario con ubicaciones estratégicas, no sólo para construir vivienda familiar, sino también empresas desarrolladoras.
El mercado inmobiliario en el Gran Rosario se va cerrando muy movidito después del parate absoluto por el Covid. Los signos de recuperación se evidencian no solo en las obras que se ven por la ciudad, sino también en la cantidad de operaciones registradas.
Además, una importante baja de las unidades en dólares impulsó que muchos compradores se volcaran no ya a la histórica vedette del mercado como eran los departamentos, sino a casas en barrios y terrenos bien ubicados.
Los valores inmobiliarios se vienen perforando desde el 2018 hasta el 2021 y, ahí, encontraron su piso. Por eso, “ahora vemos que es una muy buena alternativa el poder adquirir inmuebles en dólares a un 30%, 35% menos de lo que valían hace cuatro años atrás”, indicó a Mirador Provincial Andrés Gariboldi, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir).
Pese a la recuperación que demuestra el mercado, sigue habiendo una enorme falta de financiamiento para compra-venta de inmuebles con créditos a mediano y largo plazo. Es, sin dudas, la gran deuda pendiente que viene reclamando el sector que detecta que en el resto de los países de Latinoamérica sobran este tipo de herramientas.
Cuando se hace un análisis comparativo de lo que “ha venido pasando” en títulos públicos, plazos fijos en UVA, acciones, entre otros, “el ladrillo pasó a ser una alternativa altamente confiable” para las personas y eso se nota.
Otros puntos a destacar es que “hay dos nuevos instrumentos que aparecen en el mercado hoy y que son: el blanqueo de dinero para inmuebles nuevos y el blanqueo para los usados –que fue sancionado en el presupuesto 2023- ”, contó Gariboldi.
Es por eso que el nivel de confianza para lo que viene es muy alto. El referente de Cocir afirmó que están “convencidos” que el inmueble, hoy en día, “está barato” en Argentina comparando con Bolivia, Perú, Uruguay, Chile, entre otros.
Desde el Colegio de Corredores entienden que, si apareciera un crédito hipotecario de largo plazo, en un contexto económico mucho más favorable que el actual, con una inflación disminuida, como se hubo en años anteriores, “nos encontraríamos con un crecimiento de los valores muy significativos”.
En Rosario se mantiene la demanda de lo que se denomina el flipping house (comprar a un valor bajo para remodelar y luego vender a un precio más alto), en ubicaciones interesantes y con muchísimo potencial por el corto tiempo entre la entrada y la salida.
La pandemia tuvo su rol predominante. Generó que muchas personas se volcaran a buscar espacios más amplios y con jardín o patio. Los departamentos dejaron de liderar el podio de lo más vendido para darle paso a las casas en zonas residenciales y a terrenos en localidades del Gran Rosario con ubicaciones estratégicas, no sólo para construir vivienda familiar, sino también empresas desarrolladoras.
El mercado inmobiliario en el Gran Rosario se va cerrando muy movidito después del parate absoluto por el Covid. Los signos de recuperación se evidencian no solo en las obras que se ven por la ciudad, sino también en la cantidad de operaciones registradas.
Además, una importante baja de las unidades en dólares impulsó que muchos compradores se volcaran no ya a la histórica vedette del mercado como eran los departamentos, sino a casas en barrios y terrenos bien ubicados.
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