La 38ª edición del Triatlón Internacional de La Paz ofreció un espectáculo de alto vuelo, con disputas en diferentes puntos del circuito y en las distintas categorías, el público protagonizando una fiesta y destacados que emocionaron hasta las lágrimas.
Con estos condimentos, más la adición de actividades inéditas, la llamada Fiesta de Triatlón Más Grande de América renovó su mística en el ambiente de las disciplinas combinadas y ratificó, una vez más, que la ciudad del Noroeste entrerriano es la Capital Nacional de este deporte.

Un millar de deportistas participaron de las carreras, que se dividieron entre el viernes 20 y sábado 21, a los que se sumaron otros tantos turistas y buena parte de los 35.000 residentes. Los primeros como protagonistas de las acciones y los últimos impusieron colorido para provocar una simbiosis como no hay igual a escala global (según afirman los trotamundos del triatlón).

La comunidad volvió a dar lo mejor de sí para que la fecha impostergable de todos los triatletas de la Argentina y de muchos de países limítrofes esté a tono con la magnitud de la cita. Como es habitual, adornaron las calles por las que pasaron los tramos de ciclismo y pedestrismo y, en algunos puntos, instalaron escenarios donde disc-jockeys pasaron música, animadores destacaron el paso de los deportistas y bandas musicales hicieron su show en vivo.

Además, hubo tiempo para que se sumen dos actividades a los rituales: la entronización de un cartel de letras corpóreas con la leyenda Capital Nacional del Triatlón y la realización de la Fan Fest Tria. La inscripción (iniciativa del programa radial Locos por el Tria) fue exhibida en el puerto La Paz –epicentro del triatlón– y estará siendo ubicado por estas horas en el acceso a la ciudad. La movida de los fanáticos del tria paceño tuvo momentos de diversión con números artísticos e incluyó las ceremonias de premiación y el espectáculo de fuegos artificiales de bajo impacto sonoro.

En primera persona

La liberación de adrenalina (que activa la producción de dopamina, unas de las hormonas de la felicidad) es un tópico recurrente en quienes corren el tria de La Paz. Entre quienes dieron testimonio de este fenómeno se contó a Tomás Clivio y María Victoria Rivero, ubicados entre los receptores de las máximas muestras de afecto del público. Ambos ganaron la competencia principal, de distancia Estándar (1,5 kilómetros de natación, 40K de ciclismo y 10K de pedestrismo) y contaron lo especial que fue el tránsito por el triatlonódromo paceño.

“Tengo muchas emociones. Estoy contento por haber seguido los pasos de papá, aunque no sé si estoy a su altura, pero trato de hacer las cosas bien. Y también por haber corregido los errores del año pasado, cuando fui segundo”, explicó Tomi, el hijo mayor de Víctor Clivio –el más valioso triatleta entrerriano y ganador de la recordada edición de 1994, cuando rompió el invicto de cinco años en carreras del país del cordobés Oscar Galíndez–.


“Todos los años busco venir a La Paz y hacer lo mejor posible las cosas, así que ganar aquí es algo especial. Agradezco a mi familia y a todas las personas y firmas comerciales que me ayudan, y a los paceños por su calidez y aliento”, expresó, tratando de asimilar su conquista.

“Estoy muy feliz por lograr la victoria en damas y porque mi ciudad se lleva el primer lugar en las dos ramas. Es mi edición 23 en La Paz y esta edición del tria paceño coincide con mi edad”, describió Pipi, exhibiendo sus credenciales de habitué.

“Gané un par de veces en Amateurs, hice podio en Elite y el año pasado fui segunda. El aliento de La Paz es maravilloso, es como correr en casa. El paso por los barrios es de lo más lindo; había música en vivo y, con la poca energía que me quedaba, levanté las manos y aplaudí y la gente se enloqueció. Daban ganas de frenar, ponerse a bailar y tomar algo fresco. Es fantástico”, aseveró.

El mejor triatlón, en datos

- El 38º Triatlón Internacional de La Paz reunió a un millar de participantes de todo el país, además de procedentes de Uruguay, Paraguay, Brasil, Panamá y México.

- Incluyó pruebas de carácter recreativo (todos los participantes recibieron el mismo premio) en las categorías Infantiles, desarrolladas el viernes 20.

- Las competitivas tuvieron lugar el sábado y se dividieron en dos distancias: Estándar (1,5 kilómetros de natación, 40 de ciclismo y 10 de pedestrismo) y Sprint (la mitad del recorrido). Intervinieron 850 triatletas de las categorías Juveniles y Mayores, divididos en grupos de edad y tipo de rodado (bicicleta de ruta o de montaña), como también paratriatletas.

- Los deportistas más longevos fueron: Alejandro Ulfeldt (81 años, de Bella Vista, Corrientes), Jorge Stoppello (80 años, de Paraná) y Antonio Nonino (70 años, de Concordia).

- El que expresó un espíritu deportivo sin igual fue Fabián Pelleriti, arquitecto, que sufrió amputación de sus piernas a la altura de las rodillas. Hizo los tramos terrestres en un triciclo fabricado por él mismo.