Lucía Torres
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En diálogo con Mirador Entre Ríos, Silvia Farías, coordinadora Departamental del Copnaf Federación (Consejo Provincial del Niño, Adolescente y Familia), explicó que “ha cambiado nuestra forma de trabajo”, indicando que “se buscó descentralizar, para agilizar las cuestiones que se pueden resolver más rápido, que no todo tenga que depender de Paraná, apuntar a que cada departamento tenga su área. A través de este nuevo sistema también se hicieron convenios con los municipios para que todos tengan las áreas de niñez y familia”.

En cuanto a la forma de iniciar sus actuaciones, aclaró que lo pueden hacer a través de denuncias recibidas o por decisión propia, “con denuncias que vienen del juzgado o de la policía, donde nos dan ellos la intervención a nosotros. También existen los informes de sospechas, que no llegan a ser denuncias, como puede ser por parte de las instituciones escolares, y ahí comenzamos la intervención”. De la misma manera Farías explicó que desde el Copnaf también están habilitados para iniciar y hacer el informe de sospecha.

Al abordar cuestiones tan íntimas de las familias y con menores de edad, el trabajo muchas veces no se ve, pero no quiere decir que no se haga. “Las oficinas no cierran nunca, es un trabajo continuo, en épocas de receso, los fines de semana, en épocas de pandemia, las 24 horas del día, siempre hay alguien disponible”, aseguró.

Menores afectados

En cuanto al tipo de violencia más recurrente con el que trabajan explicó que la violencia que se genera dentro del hogar, sí o sí involucra a la niñez. “En la violencia familiar está todo incluido, tiene que ver en cómo la Justicia toma la denuncia”, dijo y aclaró que hace unos años era común que la violencia de género se la caratule como violencia familiar, después comenzó a diferenciarse. Más allá de esto, “cuando hay violencia de género en el seno familiar y hay chicos en la casa, son también víctimas de violencia, aunque no la generen hacia ellos”.

En este sentido Farías reconoció un factor no menos importante: “hay más consumo de sustancias, tanto en hombres como en mujeres, lo que provoca más episodios de violencia”. Ante este panorama, la funcionaria precisó que “hay más herramientas para pedir ayuda, sea la víctima o alguien cercano, si actualmente no se llega a algunas situaciones es porque no informan a las autoridades, cuando el juzgado, la policía, el municipio o nosotros nos anoticiamos, siempre se llega”.

Al ser consultada por los casos de madres violentas, algo que años atrás quizás no era tan común, explicó que lo que ocurre es que hay más madres jefas de hogar, “entonces la violencia aprendida por esas madres en generaciones anteriores es volcada a los niños, son ellas las que ejercen esa violencia”.

Farías añadió que también se da en las familias ensambladas, “las diferencias en el modo de crianza hacen que más que nada en el inicio de la convivencia se den episodios de violencia, entonces ahí tratamos de llegar con herramientas para decontruir esas conductas para enseñar desde límites saludables”.

Política de Estado

La coordinadora departamental del Copnaf Federación, Silvia Farías, aseguró que en las últimas gestiones de la provincia “el cuidado de la primera infancia se volvió una política de Estado, que es uno de los fragmentos más vulnerables para la violencia porque no tienen cómo defenderse, eso es fundamental para cuidar las próximas generaciones, mirar con seriedad a la niñez”.