Llega otro domingo de previa interminable, de nervios de punta, de procesión hasta la cancha, de juntada con amigos o de soledad huraña frente al televisor, de grito desenfrenado o de cabeza hundida entre las manos, de anochecer festivo o de insomnio pensando en un lunes complicado. Llega otro domingo de clásico en Rosario, con todo lo que eso implica. El partido más esperado por los rosarinos vuelve al “Coloso Marcelo Bielsa”, después de un 2022 en el que la pasión se concentró solo en el “Gigante” de Arroyito. Los dos equipos arriban bien parados a esta contienda.

Rosario Central viene de dos victorias y de convincentes rendimientos, que le permitieron ubicarse como escolta del puntero River, con 17 puntos acumulados. Newell’s tiene como antecedente en el torneo local un duro traspié ante Estudiantes en La Plata, pero recuperó todos los niveles de autoestima con la agónica victoria del martes pasado en Chile, en su debut en la Copa Sudamericana. Los entrenadores, cada uno con sus experiencias y sus estilos, serán casi un espectáculo aparte. Como siempre, el clásico estará custodiado por un enorme operativo de seguridad, tanto en la cancha como en las calles de la ciudad, esperando que en la noche de este nuevo domingo pasional solo se hable de lo que dejarán los 90 y pico minutos de fútbol.

Más que un deseo, una necesidad “leprosa”

La última vez que Newell’s festejó un triunfo en un clásico de local, ante toda su gente, fue hace 15 años, en 2008. El presidente de la entidad “rojinegra” era el ya fallecido Eduardo López y el entrenador era Fernando Gamboa, que en esta década y media pasó nuevamente por el banco “leproso” con más pena que gloria. Los protagonistas de aquel derby rosarino fueron Rolando Schiavi, quien convirtió el único gol del encuentro de penal, y el “Ogro” Cristian Fabbiani, creador de una jugada maravillosa, pero que quedó en la historia por haber tirado la pelota por arriba del travesaño con el arco vacío. Esos dos futbolistas ya hace rato que están retirados de la actividad profesional.

Es cierto que a esos 15 años hay que descontarle los tres que Rosario Central estuvo en la segunda categoría del fútbol argentino y también el 2020, el de la pandemia. Es preciso mencionar que la “Lepra” logró ganar dos clásicos de visitante en el período mencionado, uno en 2016, con el gol postrero de Maxi Rodríguez, y el otro el año pasado, con el tanto de “Juanchón” García. Peor fueron partidos sin público visitante, con los “leprosos” festejando desaforados frente al televisor. De ahí la necesidad del pueblo “rojinegro” de festejar una victoria clásica en el “Coloso” del Parque Independencia.

¿Por qué podría lograrlo este domingo? Precisamente por ese festejo contenido de local, por las ganas de los jugadores de treparse al alambrado para festejar con los hinchas. Pero para llegar a eso, el equipo dirigido por Gabriel Heinze deberá hacer méritos futbolísticos, algo que no sucedió por ejemplo en la dura derrota de la última fecha del torneo ante Estudiantes en La Plata. El triunfo del martes pasado en Chile, en el debut “leproso” en Copa Sudamericana, le elevó la autoestima al plantel “rojinegro”.

Y de local la historia es diferente para este Newell’s versión 2023. En lo que va del año, el conjunto de Heinze fue infalible en su reducto del Parque Independencia, donde despachó en fila a Vélez, Banfield, Barracas Central y San Lorenzo. Esas estadísticas asustan, o al menos preocupan, a quienes les toca pisar el verde césped del “Marcelo Bielsa”.

Un idioma conocido

Cada vez que Miguel Ángel Russo está sentado en el banco “canalla” y se viene un clásico, los hinchas de Rosario Central saben que tienen ese dato a favor. El experimentado DT registra números impactantes en este tipo de enfrentamientos. Aparentemente no tiene grandes secretos ni planteos misteriosos, pero evidentemente sabe leer muy bien las claves para neutralizar las virtudes del rival y para golpear en los momentos precisos. La historia de Russo en los clásicos de Rosario, en todas sus etapas como técnico “canalla”, habla por sí sola y es insoslayable.

Como ocurre en la otra vereda, Central tiene la responsabilidad de no solo encomendarse a las estadísticas y la inteligencia de su entrenador. Vale recordar que hasta el partido que el conjunto de Arroyito le ganó muy bien a Huracán en Parque Patricios, la campaña de visitante venía muy floja. Luego vinieron ese triunfo en el “Palacio Ducó” y el de local frente a Gimnasia, con muy buenos rendimientos colectivos e individuales. En eso debe potenciarse Central para estirar su gran racha en clásicos en cancha de Newell’s, más que en el historial de su conductor.

Hay otro dato que, si Central logra capitalizarlo, puede ser importante, aunque no decisivo. El plantel “auriazul” tuvo más tiempo para preparar este encuentro, ya que desde la victoria sobre el “Lobo” platense, el pasado viernes 31 de marzo, los protagonistas “canallas” pudieron descansar bien para luego encender las turbinas hacia el clásico. El rival, en cambio, en el medio tuvo un viaje a Chile y un desgastante choque ante Audax Italiano.

En cuanto a la formación titular que empleará Miguel Russo este domingo en el derby rosarino, no se conocerá con lujo de detalles hasta horas antes del inicio del encuentro. No habrá grandes modificaciones nominales, pero el DT podría optar por una línea de cinco defensores, para evitar el progreso de Newell’s por los costados y a la vez salir rápido de contra por las bandas. Central también apostará mucho a la pelota parada, con la potencia de su “fuerza aérea”.

Arqueros buena onda

En la previa de este clásico, los que hablaron, bromearon y distendieron el clima, fueron los arqueros Lucas Hoyos, de Newell’s, y Jorge Broun, de Rosario Central. Convocados por la Liga Profesional de Fútbol, el mendocino y “Fatura” cumplieron con la premisa de quitarle drama a la espera del duelo futbolístico de este domingo de Pascuas. Hablaron del posible trámite del encuentro, de sus entrenadores, de sus deseos, del VAR y del árbitro. Y lo hicieron siempre con una sonrisa y con mucho respeto.

“Para mi es el clásico más apasionante del fútbol, del planeta, lo vivo de esa manera, es una ciudad que divide y es hermoso”, afirmó “Fatura” Broun, uno de los futbolistas con más experiencia en Rosario Central, que a propósito confió que su idea “es jugar mínimo hasta los 40”. Hoyos, por su parte, comentó: “Desde chico uno quiere jugar este tipo de partidos, uno quiere disfrutarlo con la familia y los amigos, aportar desde el lugar que a uno le toque”.

“Cada partido es diferente pero lo importante es lograr el objetivo”, dijo el portero “canalla” sobre cómo se prepara el equipo y aclaró: “No me modifica ni el árbitro ni quienes estén en el VAR. Confío plenamente en los árbitros del fútbol argentino, después tienen errores como cualquiera pero no me detengo a pensar en eso”. El arquero “leproso” coincidió y agregó: “En un clásico, no te acordás de quién es el árbitro. Se puede equivocar y puede haber errores pero espero que de lo menos que se hable sea del árbitro”.

“El equipo viene muy bien y el poder ofensivo que tenemos es clave, porque si la pelota entra en el arco rival vas a tener más chances de ganar”, analizó Hoyos sobre el momento “leproso”. “Confiamos mucho en nuestro entrenador y en los últimos partidos demostramos que podemos conseguir triunfos con buenos rendimientos, eso te da mucha confianza”, cerró Broun.

El deseo de siempre

Rosario vive un momento muy complejo en cuanto a la violencia, la inseguridad y las muertes, Por eso, uno de los deseos más fuertes para este clásico, es que la histórica rivalidad entre “leprosos” y “canallas” no sume más estadísticas negativas a la crónica policial. En ese sentido, el Ministerio de Seguridad de la provincia dispuso, como siempre para este tipo de eventos, un amplio operativo que no solo se concentrará en el Parque Independencia, sino también en toda la ciudad y en especial en posibles puntos de conflicto entre los hinchas.