Santy Capece es un cantautor oriundo de la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires. Comenzó su carrera solista en el año 2009 presentándose en bares y salas de su ciudad natal. Su primer disco, “Urgente” fue lanzado en marzo de 2014. Las canciones fueron grabadas bajo la necesidad y la urgencia de ser mostradas, dándole al disco un aire acústico e intimista.

Luego, formó parte de Noche de Solistas, una banda compuesta por seis integrantes, cuatro de ellos cantautores, que logró gran aceptación en Campana y alrededores, presentándose reiteradas ocasiones a sala llena en los teatros municipales de Campana y Zárate. En 2017 lanzó junto con Noche de Solistas el disco “No Paren de Bailar” en el que contribuyó con dos canciones. “Candombe del Amor Empaquetado” y “Asesinos”. El álbum fue presentado en Abril de ese Año a sala repleta en el Teatro Pedro Barbero de la ciudad de Campana.

En 2018, dio a luz a “Palabras entre los Dientes”, un EP de 4 canciones, producido por Octavio Gómez, con el que retoma su carrera solista, presentándolo en diversos ciclos de cantautores de la ciudad de Buenos Aires, así como también en Zárate y Campana. Actualmente se encuentra presentando su tercer disco "Vamos bien", el sucesor de “Palabras entre los dientes”.

El álbum está integrado por canciones compuestas entre 2018 y 2021, que revisten una marcada madurez en comparación con los trabajos anteriores. Atento a esta madurez el artista tomó la decisión de acompañar ese crecimiento con la calidad de grabación y sonido, ampliando la cantidad de músicos participantes en el proyecto así como también las herramientas y los estudios de grabación respecto de trabajos anteriores.

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Una lectura detenida de las letras permite observar que se oscila entre la representación visceral de sentimientos y la declaración de pensamientos propios, a los que el músico afirma contradecir, seguramente, con el correr del tiempo. Mirador Provincial entrevistó al músico donde nos habla de este universo musical.

-¿Qué es lo que te aproximó a la música?
-La música en mi vida estuvo siempre presente. Si bien mis padres no son grandes aficionados siempre estaba la radio prendida con música completamente variada: folklore, cantantes melódicos, cumbia, rock nacional. Y a veces se ponía algún que otro disco en particular. Recuerdo artistas tan distantes como Los Nocheros y Memphis La Blusera. Todo eso fue formándome y creo que se nota en mi estilo actual.

-¿Cuánto de autobiográfico hay en tus letras?
-En general bastante, suelo componer casi todas las canciones tomando como inspiración situaciones que he vivido, o sentimientos que estoy atravesando, o bien reflexiones de situaciones superadas. Pero también me gusta inspirarme en otras disciplinas artísticas: “Profecía” , de mi primer disco “Urgente”, está basada en el cuento “el convector tonybee” de Ray Bradbury, y el Rey está desnudo, tema que abre mi último disco, Vamos Bien, está basado en El traje nuevo del emperador, cuento de Hans Christian Andersen.

-Se dice que en las primeras etapas de las composiciones siempre hay algo de angustia, de ausencia de la musa inspiradora…
-Concuerdo hasta cierto punto. Antes sufría más la falta de inspiración en el momento inicial de las composiciones. Pero aprendí a darle a esto un enfoque distinto. Trato de tomar la guitarra, suprimir toda distracción, cerrar los ojos y buscar conectar con lo que estoy sintiendo antes de tocar el primer acorde. De esa manera es mucho más genuino lo que surge y la etapa angustiante de la hoja en blanco se hace presente en menos ocasiones. Muchas veces de las ideas que surgen de esta manera hago una pequeña grabación, y pasado ese momento de conexión interna que provoco, termino de redondear la idea con las habilidades que da el oficio de cantautor.

-¿Qué recuerdos hay de tu infancia?
-Tuve una infancia muy feliz, afortunadamente. Somos dos hermanos y por parte de mi madre y de mi padre jamás nos faltó amor, contención, ni nada material, así que cualquier escena a la que vuelva de mi infancia en general es un buen recuerdo: los asados en familia, las salidas a andar en bicicleta con mi padre y con mi hermano, las tardes de los cuatro jugando a la pelota y tomando mate en “el campito” (un gran espacio verde de mi ciudad, Campana). Disfruté mucho de mis abuelos también. Relacionados particularmente con la música recuerdo mis primeras clases de guitarra con un profesor que venía a la casa de mis padres y ya más entrado en la adolescencia, las primeras veces que toqué en público en la escuela secundaria, en algún acto escolar. Afortunadamente el balance de mi infancia es súper positivo.

-¿Cómo fue la pre producción de "Vamos Bien"?
-La pre producción de Vamos bien arrancó en plena pandemia, en el 2020, meses en los que me dediqué a revisar canciones que ya tenía escritas, a terminar ideas nuevas que había dejado registradas en la grabadora de mi celular, y a divertirme componiendo canciones completamente nuevas en los ratos de ocio que generó el encierro para quienes no tuvimos que preocuparnos por nada más complicado. Cuando advertí que había un puñado de buenas canciones me contacté nuevamente con Octavio Gómez, músico de la ciudad de Zárate, para producir nuevamente juntos este nuevo álbum. Ya había trabajado con él en la producción de mi EP anterior, Palabras Entre Los Dientes, y nos habíamos llevado muy bien. Tenemos una muy buena relación. Lo admiro y lo quiero mucho.

-¿Cómo ha cambiado tu manera de componer en todo este tiempo? ¿Y cómo has cambiado vos?
-Creo que mi manera de componer fue creciendo a la par que fui descubriendo nuevos artistas que me influenciaron y me interesé por aprender sus canciones. Pero fundamentalmente creo que ha cambiado a partir de mis estudios. Me formé como músico profesional en CAEMSA, en la ciudad de Buenos Aires, orientándome al estudio de la guitarra. Ahí reforcé conocimientos que traía por haber tomado clases particulares, y también se me abrió un mundo de recursos disponibles muy amplio, que desconocía por completo. La curiosidad y el sentimiento lúdico de querer utilizar en mis composiciones lo aprendido, creo, fueron determinantes en la madurez que revisten las nuevas canciones que forman parte de Vamos Bien. Por otra parte, me cuesta reconocer mis propios cambios personales. Es evidente que los hay, que uno no permanece siendo el mismo toda la vida. Lo atraviesan situaciones que producen alegría, y situaciones tristes también. En general aprendo más de las segundas. Y siempre con una buena dosis de terapia. Creo que eso me ha permitido llegar hasta acá sano y salvo.

-¿A qué libro, película y tema musical volverías siempre?
-Respecto a los libros voy a hacer trampa: por el lado de la ficción, Los cuentos completos de Cortázar, y desde el ensayo, El Arte de Amar de Erich Fromm. Creo que es fundamental que entrada una persona en la adolescencia pueda toparse con esos dos textos. En cuanto al cine, lo reconozco una materia pendiente y ni aunque quisiera podría pecar de intelectual o snob. Me gusta el cine Argentino en general, aunque a veces resulte canchero decir todo lo contrario. Y cando tengo tiempo trato de revisar los listados de grandes clásicos del cine y ver algunas de esas películas para entender por qué tienen ese lugar: los intocables, El ciudadano Kane, el Club de la Pelea, etc. El tema musical al que volvería siempre (y el que creo que es el mejor tema que ha sido compuesto en este país a la fecha) es Desarma y Sangra de Serú Girán.