En la mañana de este lunes 18 de septiembre, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Alejandro Ferlazzo, dio algunos detalles de la investigación que encabeza para intentar esclarecer el asesinato del policía César Carmona, ocurrido el pasado jueves 14 en la puerta de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), ubicada en la zona sur de Rosario. Entre otras cosas, el fiscal indicó que “el móvil del robo es una hipótesis muy firme que estamos trabajando” ya que los autores del crimen se llevaron una mochila que la víctima tenía en su auto, que hasta el momento no fue recuperada ni se sabe por el momento que tenía en su interior.
En la sede del Centro de Justicia Penal de Rosario, el fiscal remarcó que los roles que tuvo cada uno de los detenidos serán definidos en la audiencia imputativa que se realizará este martes, pero en ese marco adelantó que “hay dos personas que ejecutaron el hecho desde un vehículo que luego dejaron abandonado y fueron recogidos luego de abandonar ese auto por lo menos por una persona, que circulaba en otro vehículo”, en referencia a los dos autos que ya están secuestrados y fueron objeto de pericias, el Citroën C3 Rojo hallado a pocas cuadras del lugar del crimen y el VW Gol Trend encontrado a metros de la casa de uno de los detenidos, en barrio Nuevo Alberdi, al norte de la ciudad.
Sobre la secuencia del ataque a tiros, el fiscal dijo que se investiga “una posible persecución de la víctima por parte de los agresores”, aunque todavía no se conoce el recorrido completo que hizo Carmona desde el lugar donde hacía adicionales (inmediaciones de Italia y Rioja); y remarcó que “al día de hoy sí tenemos una línea muy clara, o una línea muy firme, que es la que estamos profundizando, y es la posibilidad de robo”. Pero aclaró que no se descartan otras hipótesis, que podrían estar relacionadas al trabajo de la Agencia de Investigación Criminal: “Que el crimen haya sido frente a la sede de la AIC es también un punto a investigar”, sostuvo.
En referencia al recorrido que hicieron tanto la víctima como sus victimarios, el funcionario judicial indicó que hay cámaras ubicadas en las inmediaciones de la zona del crimen en las que se ven ambos autos y que han pedido imágenes de cámaras de seguridad ubicadas en la zona céntrica, donde el policía hacía tareas adicionales, y en el probable recorrido que hizo Carmona.
También mencionó que se presume que el policía salió del lugar donde hacía adicionales con una mochila, pero que no se sabe por el momento que contenía, y que ese objeto por el momento no fue encontrado.
El crimen del inspector
El asesinato del policía César Eduardo Carmona, de 50 años se produjo minutos después de las 15 del jueves 14, sobre calle Lamadrid al 400, entre Salvá y Leyva, de barrio Saladillo.
Carmona había llegado y estacionado su auto, un Ford Fiesta Kinetic de color negro, por calle Lamadrid, vestido con ropas de civil. En un momento apareció un automóvil Citroën C3 color rojo, que estacionaron delante del Fiesta y del cual bajaron dos personas, que fueron rápidamente hasta el auto de Carmona y le efectuaron varios disparos desde muy corta distancia. El uniformado alcanzó a bajar del auto, pero no pudo desenfundar su arma, recibió al menos otro disparo en el pecho y quedó tendido en la calle.
Tras el ataque, los homicidas se subieron al Citroën y se dieron a la fuga hacia el este por calle Lamadrid, pasando por la puerta de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), donde la víctima trabajaba.
El uniformado fue llevado hasta el hospital Roque Sáenz Peña, ubicado a menos de un kilómetro. El policía fue ingresado en el área de cuidados intensivos, donde fue estabilizado pero a los pocos minutos, producto de las heridas recibidas, falleció.
Sospechosos detenidos
Entre la noche del sábado 16 y la madrugada del domingo 17, personal de las divisiones Inteligencia, Homicidios y Operativa de la Agencia de Investigación Criminal, junto al Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (GIRI), realizó varios allanamientos para intentar apresar a los presuntos autores del crimen.
El primero se realizó en el atardecer del sábado en inmediaciones de José Ingenieros al 8300, de barrio Stella Maris, ubicado a pocas cuadras del arroyo Ludueña. En una vivienda ubicada casi a mitad de cuadra, los policías apresaron a Fernando A. C., de 22 años y secuestraron pasamontañas, precintos, ropas y un teléfono celular que fue enviado a peritar.
La segunda detención se realizó poco antes de la 1 AM del domingo en la zona de Camilo Aldao al 3800, en barrio Moderno. El joven arrestado fue identificado como Alan Nahuel A., de 22 años.
Mientras que el tercero de los apresados fue Agustín Alfredo A., también de 22 años, quien para los investigadores es el principal sospechoso. Su arresto se produjo en la zona de Piamonte al 2900, de barrio Puente Gallego, en el extremo sudoeste de Rosario.
El joven, hijo de un policía que fue detenido hace casi una década por haber ayudado a que un miembro de la banda Los Monos escapara del edificio de jefatura, es conocido por el apodo de ‘Calamar’ y tiene un pedido de captura activo emitido por la justicia de Pergamino, provincia de Buenos Aires, en el marco de la investigación del asesinato de Mauricio Cordara, chofer de un sindicalista perteneciente al gremio Uatre, cometido en noviembre de 2022 en Colón (Buenos Aires) por sicarios oriundos de Rosario.