Vacunación contra el dengue a los niños: qué recomiendan los especialistas
La Sociedad Argentina de Pediatría informó cómo abordar esta problemática y quienes deben ser inmunizados.
La Sociedad Argentina de Pediatría informó cómo abordar esta problemática y quienes deben ser inmunizados.
La vacunación es uno de los temas más discutidos en la prevención de enfermedades, y el dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, no es la excepción. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) dio su visión sobre la vacunación contra esta enfermedad, enfocándose en los más pequeños.
La vacuna desarrollada por el laboratorio Takeda, es una de las últimas herramientas que se aprobaron en la lucha contra el dengue. Esta vacuna es recombinante, a virus vivo atenuado, y está diseñada para ofrecer protección contra los cuatro serotipos del virus del dengue. Esto es clave, ya que la infección por cualquiera de estos serotipos puede causar una enfermedad grave.
La vacuna fue aprobada en Argentina por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en abril de 2023.
El dengue es una enfermedad de notificación obligatoria.Foto: Archivo
El dengue mantuvo en vilo a la comunidad durante los primeros meses de este 2024.
El infectólogo pediatra Gustavo Ezcurra, miembro de la SAP en la filial de Santa Fe, aportó claridad respecto a la situación de los niños y el dengue. Si bien destacó que los niños en general "toleran bien la infección por dengue", es importante prestar atención a ciertos síntomas que pueden complicar la enfermedad. Estos incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos y dolores musculares y articulares. En los más pequeños, los síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea tienden a ser más comunes.
El profesional también subrayó que el dengue es una enfermedad de notificación obligatoria. En zonas con brotes ya identificados, la confirmación de los casos no siempre se hace mediante análisis de laboratorio debido a la sobrecarga en el sistema de salud. En su lugar, se utiliza el "nexo epidemiológico", es decir, la confirmación de casos con base en la relación con áreas infectadas previamente. Sin embargo, la notificación de los casos sospechosos sigue siendo crucial para frenar la propagación de la enfermedad.
La vacunación con Qdenga está aprobada para individuos a partir de los 4 años, tanto para quienes padecieron la enfermedad previamente como para aquellos que no estuvieron infectados por el virus del dengue. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la introducción de la vacuna debe formar parte de una estrategia global de control, que incluya otras medidas como la eliminación de criaderos de mosquitos, el uso de repelentes y la vigilancia epidemiológica.
Los estudios clínicos realizados sobre TAK-003 demostraron que la vacuna ofrece una eficacia del 80,2% contra el dengue sintomático en los primeros 12 meses, y un 90,4% en la prevención de hospitalizaciones hasta los 18 meses en niños entre 4 y 16 años. Esto significa que la vacuna puede reducir significativamente los casos graves de la enfermedad en zonas endémicas.
Sin embargo, hay ciertas consideraciones a tener en cuenta. La vacuna tuvo mayor respuesta en las personas que padecieron la enfermedad. Por esta razón, el pediatra Ezcurra y la SAP enfatizan que, aunque la vacunación puede ser una herramienta valiosa, no debe verse como la única solución para el control del dengue.
La vacuna está indicada para personas de entre 4 y 60 años que vivan en áreas con riesgo de transmisión de dengue. Además, podría considerarse su aplicación en viajeros frecuentes o aquellos que vayan a pasar largos periodos en zonas endémicas. No obstante, su uso está contraindicado en algunas situaciones, como en personas con inmunodeficiencias, mujeres embarazadas o en período de lactancia, y en aquellos que hayan demostrado reacciones alérgicas graves a una dosis anterior de la vacuna.
Es importante recordar que, aunque la vacuna puede coadministrarse con otras, como la de la hepatitis A y la fiebre amarilla, no reemplaza a otras medidas preventivas esenciales, como el uso de repelentes, mosquiteros y la eliminación de criaderos de mosquitos.
En cuanto al tratamiento, el pediatra Gustavo Ezcurra aclaró que no existe un tratamiento específico para el dengue, por lo que la atención se centra en el manejo de los síntomas. "Se recomienda el uso de paracetamol para reducir la fiebre, y evitar los inyectables debido a la fragilidad de la piel por la disminución de plaquetas en algunos pacientes", explicó. También se resalta la importancia de una adecuada hidratación y reposo.
Ezcurra hizo especial énfasis en que no se deben utilizar antibióticos, ya que el dengue es una enfermedad viral y no bacteriana. Además, señaló la importancia de seguir usando repelente incluso si la persona ya está infectada con dengue, para evitar que el mosquito transmita el virus a otras personas.
La SAP apoya la vacunación como parte importante dentro de una estrategia más amplia para prevenir y controlar el dengue. Dentro de las medidas se debe incluir la eliminación de criaderos de mosquitos, la promoción del uso de repelentes y mosquiteros, y una vigilancia epidemiológica constante. Si bien la vacuna TAK-003 ofrece protección, especialmente en niños seropositivos, es fundamental combinarla con estas medidas para reducir eficazmente la propagación de la enfermedad.
La recomendación final es que cada familia, en consulta con su pediatra, evalúe la conveniencia de la vacunación, teniendo en cuenta la situación epidemiológica local y las características de cada niño.