En el inicio del ciclo del nuevo entrenador Mariano Soso, Newell’s rescató un punto de una cancha siempre complicada como la de Atlético Tucumán y en un contexto muy complejo. No da para descorchar, pero al menos es para esbozar una sonrisa de alivio pensando en el futuro, que es lo que realmente importa. Eso sí; como es lógico y natural, el equipo volvió a mostrar casi todas las falencias que arrastra de una temporada muy mala en cuanto a resultados y a funcionamiento. En ese sentido, al flamante cuerpo técnico le queda mucho por trabajar si pretende borrar la imagen de este olvidable 2024 e ir por un 2025 cuanto menos competitivo.

El reducto de Atlético Tucumán se ha convertido en los últimos años en un lugar incómodo, que nadie quiere visitar por los riesgos que conlleva jugar allí. A eso hay que agregarle que los números de visitante de Newell’s vienen siendo muy pobres en los últimos años. Por todo eso, y porque siempre es positivo no perder en el inicio de una nueva etapa, el punto que rescató la “Lepra” en el norte del país es más que valorado.

Y si el árbitro Mariano Echavarría se animaba a pitar el aparente penal que el arquero Durso le cometió al “Colo” Ramírez en el tramo final del partido, quizás Newell’s se volvía a Rosario con los tres puntos en la valija. De todos modos, vale aclarar que el arbitraje fue muy malo para los dos equipos, que terminaron el encuentro reclamándole al juez por diferentes acciones del juego que pudieron ser decisivas.

“No tuvimos el control que pretendíamos en una plaza muy compleja. Equiparamos acciones a partir de los 25 minutos de la primera mitad. En la segunda mitad, el equipo empieza a defender el partido con posibilidad de construir ataques a través de transiciones, con mayores certezas podríamos haber obtenido la victoria, pero creo que el empate es justo por el desarrollo del juego", analizó Mariano Soso luego del encuentro, con su estilo conceptual, casi científico.

Mirando hacia lo que viene, continuó: “Pretendemos ser un equipo sólido y con una buena organización defensiva. La solidez defensiva fue de menor a mayor, el equipo le quitó ese circuito que tiene Atlético, pero asumo que tuvimos dificultades para construir como queremos”.

Sobre el debut del arquero Josué Reinatti, que fue la gran novedad de este nuevo Newell’s dirigido por Soso, consideró: “Con la certeza de que el futbolista tiene fundamentos, tuvo acciones que reafirman su proyección. El grupo proporcionó mucha confianza para que él tenga esta actuación esta noche”.

“Para nosotros es valioso ir mejorando conductas del equipo en el marco de estas tres fechas. Buscamos conseguir respuestas para competir y resolver el juego. Creo que sostener el arco en cero da confianza y nos otorga la tarea de lograr mejoras en un ataque más organizado y con más elaboración”, concluyó el nuevo conductor táctico “leproso”, que a juzgar por sus propias palabras tiene todo por hacer.

El DT también se refirió a la ausencia de Rodrigo Fernández Cedrés, el volante uruguayo que arrastra un problema físico, pero sobre todo debe resolver su cuestión contractual con la dirigencia para poder continuar en el club. “Yo quería usarlo. Ha mostrado disponibilidad, soportó tramos con dolor y siempre presente. Viene conviviendo con una lesión. No desconozco la situación contractual. Sobre la ejecución de la cláusula, eso es una cuestión de la estructura deportiva”, remató.

A Newell’s le quedan dos partidos durísimos antes de cerrar este flaco 2024. El domingo que viene, desde las nueve de la noche, recibirá a Boca, que se está jugando la clasificación a la próxima edición de la Copa Libertadores. Y cerrará la temporada visitando a Talleres de Córdoba, que con su triunfo sobre Huracán tiene expectativas de pelear por el título de la Liga Profesional hasta el último aliento. Sin dudas son dos desafíos muy duros, pero también pueden ser para Newell’s puntos de eyección hacia algo mejor.