
Se trata de “¡Ay, sí!”, el segundo de cuatro planeados completar este año. La canción habla sobre la posibilidad del encuentro en la diversidad, de la admisión de la otredad y desde allí, la construcción de lo común; de la actitud de apertura y aceptación de las diferencias, con el respeto como valor esencial; rasgo inherente a la cultura charrúa.