José Prinsich
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Después de las órdenes del director Pablo Giorgelli y con las cámaras listas para grabar el último capítulo de “Derecho Viejo”, el joven Martos salió a escena y se dirigió al lugar de los hechos. Mientras caminaba por uno de los centenarios pasillos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, el estudiante se cruzó con Marcelo Tracy, un profesor con 30 años de trayectoria en la universidad y cuya mirada es la que va recorriendo y tratando de interpretar la vida estudiantil a principio de los años ’60.

El emotivo encuentro tuvo como protagonistas al actor crespense Cristian Buffa, quien interpretó a Martos, y a uno de los grandes referentes del país, Luis Brandoni, quien esta semana estrenará su nueva película “La Odisea de los Giles” junto a Ricardo Darín. Más allá de la corta duración de la escena, para el oriundo de la Capital Nacional de la Avicultura fue un quiebre en su carrera teatral no sólo por las repercusiones que está teniendo la miniserie, que se estrenara en noviembre por la TV Pública, sino también por la trascendencia de ese reconocido docente, que portaba sombrero y maletín.

La producción está basada en el libro homónimo del escritor y periodista santafesino, Rogelio Alaniz, y contará con cuatro capítulos de 45 minutos cada uno. La tira va a estar ambientada en 1961 y eje central será la mencionada Facultad de la ciudad de Santa Fe, en el marco de los 100 años de su creación. Además de Brandoni, participarán Florencia Torrente y Victorio D'Alessandro, entre otros artistas santafesinos.

“Estoy muy contento de haber elegido el teatro. No debería arrepentirme de nada. Los errores te hacen más fuertes y, en la actuación, al error hay que utilizarlo ya que es enriquecedor. Hoy estoy donde estoy por todo lo que decidí hacer”, expresó Buffa a Mirador Entre Ríos. El actor entrerriano, quien hace una década que está arriba de los escenarios, se desempeñó en diversas obras como “Deliciosas criaturas perfumadas”, “Finlandia” y en la obra de William Shakespeare “Rey Lear”, donde interpretó a Oswald.

Asimismo, se encuentra trabajando como técnico de iluminación y escenografía en “La Biunda” y están preparando otra de Shakespeare, “Noche de Reyes”. Actualmente, dirige el Taller Municipal de Teatro “Los Ramírez” de General Ramírez, es profesor del IMEFA en Crespo y director general del Estudio de Formación Artística “Pulsión”.

Sobre la trama

Historias de amor, de traición, muerte, ambiciones personales y política marcarán a fuego cada toma de “Derecho Viejo”, donde Tomás Kraus (D’Alessandro) aparece como el histórico director del Centro de Estudiantes de la UNL. Él hará lo que sea necesario para mantener su poder y su lugar, incluso mandando a golpear a docentes y financiar su campaña con la venta de títulos y materias.
Por su parte, Mara Ocampo quiere cambiar las reglas del juego, introduciendo en la política estudiantil conceptos como “revolución” e “ideología”. Se sabe que por aquellos años una mujer no podía ser presidenta de un Centro de Estudiantes. Pero ella viene a romper con todo con la intención de volverlo a armar mejor.

En definitiva, se trata del ascenso político de una dirigente estudiantil, pero también es la historia del ocaso de lo establecido hasta entonces. El relato de un grupo de estudiantes y docentes que, guiados por su tiempo, se decidieron a dejar su marca.

–¿Cómo te convocan para Derecho Viejo?

–Todo comenzó en febrero de este año, cuando se hizo una convocatoria bastante masiva en Santa Fe para filmar la prueba piloto (teaser) de lo que iba a ser la serie. Hasta ahí solamente estaba la idea ya que había que buscar financiamiento. Pero se necesitaba un material base y hacer una exploración de los actores santafesinos. La productora era de Buenos Aires y no conocía mucho la movida de los actores santafesinos.

Me llega la convocatoria y mando un mail sabiendo que quien estaba a cargo del casting era una amiga conocida del teatro. Pasé por varias instancias de casting. Tuve la posibilidad de actuar con otros amigos teatreros. Ahí se hizo una preselección muy grande, donde se presentaron más de 300 personas.

–¿Tuviste que cortarte el pelo para actuar?

–Había buenas oportunidades de tener un personaje, pero había una condición. Tenía el pelo largo y, como esta serie estaba basada en los años ’60 con estudiantes de abogacía, no funcionaba el perfil, más allá de que les haya gustado mi desempeño en el casting. Encima tenía unos compromisos laborales donde precisaba el pelo largo. No pude grabar el teaser pero quedó la posibilidad de probar algún personaje si se hacía la serie.

Personaje

–¿Cómo siguió todo?

–Luego de realizado el teaser, se consiguió el financiamiento para rodar y se decide hacer una mini serie de cuatro capítulos, a filmarse en las vacaciones de julio en la Universidad Nacional del Litoral, aprovechando el receso estudiantil y disponer del edifico que realmente tenía una locación hermosa. Se hizo un nuevo casting, donde nuevamente me llamaron. No fue un buen casting el que hice porque elegí un personaje que no daba con mi físico. Entonces me hicieron probar otro personaje, ahí sobre el pucho. No llegué a preparar nada, pero algo les gustó. A los días, el director Pablo Giorgelli me llama porque me quería ver.

–¿Cómo fue participar de una escena con Brandoni?

–La última escena que Brandoni filmó para la serie fue conmigo. Fue una cosa muy simple pero estoy contento y orgulloso de haber logrado eso. En la escena estaba un poco nervioso. De hecho, hacía mucho que en actuación no me sentía nervioso, al punto de decir ‘tengo que revisar el texto’ o ‘cómo me va a salir porque no me tengo que equivocar’. Todas esas cosas que le pasa a uno, hacía mucho que no las tenía. Volví a la primera clase de teatro. Me puse en una situación muy nerviosa, a tal punto que Brandoni entendió mi nerviosismo y mis intenciones. Entonces, de manera muy tranquila y profesional, él me dice: “¿lo hacemos más despacio?”. Yo estaba reacelerado. Además, el ritmo que manejamos en algunas escenas del teatro es muy rápido o las formas de decir los textos. Brandoni fue muy compañero en ayudarme y, de alguna manera, dirigirme.

–¿Qué imagen tenías de él?

–Tenía una imagen más dura de él. Realmente me sentí muy a gusto. Si bien nos vimos una sola vez para esa escena, se comprometió con lo que estaba pasando, en sostenerme a mí y a la escena. Tuve la oportunidad de charlar con él y le manifesté que me costó mucho hacer teatro porque en mi familia no querían saber nada con que yo hiciera teatro. Tuve que romper barreras muy grandes para lograr hacer teatro y hoy haber tenido una escena con Brandoni es una meta cumplida y eso da cuenta de que el recorrido que estamos haciendo no está mal.

–¿Y con Victorio?

–Tuve una escena con D’Alessandro, donde nos peleamos y él me putea mucho a mí, diciéndome que me mandé una macana en plenas elecciones estudiantiles. Fue una experiencia muy linda. Él como compañero estuvo súper predispuesto, me acompañó en todo momento, me aconsejó y siempre cuidándonos entre todos. La verdad que muy a gusto con él y quedamos con una muy buena relación de compañeros. Era muy divertido y profesional. Es un actor que da gusto verlo actuar ya que empezó a los 13 años a hacer audiovisual. Entonces es un chico que tiene mucha experiencia. Hay cosas nuevas porque yo soy más del teatro, no tanto de lo audiovisual. Se manejan lenguajes y tiempos totalmente distintos.

Trayectoria

–¿Qué hiciste en materia audiovisual?

–Lo primero que hice en materia audiovisual fue un video documental para la reinauguración del Estadio de Colón de Santa Fe. Después fui extra para algunos documentales del Canal Encuentro. Ahí me hice conocido en algunas productoras y vieron cómo andaba en teatro y en audiovisual. Luego me llamaron para protagonizar “Hitos de la Ciencia Argentina”, un documental de Canal Encuentro, donde me desempeñé como discípulo del científico Bernardo Houssay. Además, tuve la oportunidad de trabajar en un unitario llamado Habitación 13 en Santa Fe y, hace poco, participé de una serie de zombies. Si bien no salió al aire, ya está listo el material.