Luis Gómez

Hace una década cumplía su sueño de ser una Panterita, al integrar el seleccionado argentino Menor de vóleibol. Sin apartarse de la huella hacia la alta competencia, en los últimos años Rosa Reinoso se convirtió en una de las figuras del país y, mientras disfruta de un gran presente, no olvida los esfuerzos que le demandó llegar a la cumbre.

Por eso, a pocos días de consagrarse subcampeona de la Liga Argentina Femenina (LAF) con Las Lobas de Gimnasia y Esgrima La Plata, lucha por mejorar las condiciones de sus pares.

Altas y bajas

En dialogó con MIRADOR ENTRE RÍOS, la integrante del Colectivo Doble Cambio volvió a alzar su voz pidiendo más cuidado para las practicantes del vóleibol argentino.

“Muchos clubes han mejorado sus condiciones. Se incorporaron profesionales de la salud a los staffs, algo absolutamente necesario para la profesionalización del vóleibol”, ponderó la entrerriana.

A la vez, señaló: “Igualmente, la liga fue irregular, con equipos eliminados por contagios de Covid-19 y no por resultados deportivos. Celebramos que se haya podido jugar, pero faltó que la Federación del Vóleibol Argentino (Feva) implementara protocolos y que los clubes cuidaran a las jugadoras y les posibilite jugar”.

Falto el ataque final

En cuanto a la faz deportiva, El Lobo platense no pudo coronar una gran campaña en la LAF, al caer en el tercer juego de las finales (que desempató la serie) 3 a 2 a manos de San Lorenzo de Almagro.

Empero, sus integrantes coincidieron en una lectura global del trayecto y Rosita no fue la excepción: “El balance es muy bueno. Sabíamos que podíamos llegar a la final y que se nos haya escapado por tan poquito denota que estábamos a la altura”.

“Claramente, nos merecíamos el primer puesto, pero cuando se juega a tan alto nivel son detalles los que definen, así que igualmente estamos contentas. Disfrutamos mucho estar en la cancha, jugamos a lo que sabemos y eso es lo más importante”, destacó la punta-receptora.

Identificada

Surgida de Atlético Neuquén Club (ANC) y con paso por Atlético Echagüe Club (AEC) y Villa Dora (de Santa Fe), su llegada a GELP significó un momento bisagra en su vida. Capitana en su primer ciclo, volvió en febrero para apuntalar la gran marcha liguista.

“Gimnasia ahora es todo, mi vida. Llego a mi casa y mi novio también es Tripero. Es una locura, no solo te vestís la camiseta, sino que te hacés fanática del club y de todo lo que conlleva formar parte de una institución donde su gente te abraza con calor y te hace sentir como en tu hogar”, argumentó.

El “Lobo” y el “Eterno”

Coincidente con su partida del país (ver recuadro), se produjo el deceso de Diego Maradona y Reinoso reflejó el impacto en el pueblo Mens Sana.

“Para Gimnasia, Maradona significó repatriar al máximo ídolo del fútbol; para el hincha, fue un lazo fuerte que haya vuelto al fútbol local y vistiera la camiseta de la institución”, reflexionó la voleibolista.

“Diego decía que La Plata era como Nápoli, por el fervor de sus hinchas, y fue muy fuerte su despedida. Gimnasia venía con mucha fuerza y con él reforzó su emblema de popularidad. Nos quedamos con los buenos momentos que tuvo con El Lobo”, apuntó la integrante de la Albiceleste en los Juegos Olímpicos Universitarios 2019, desarrollados en la ciudad italiana que idolatra al Diez.

Le quita el sueño

En tanto, un primer grupo de Las Panteras ya regresó a las prácticas y la paranaense ambiciona estar en las próximas.
“Todavía no tengo noticias, aunque a principios de año recibí un correo del mánager. Tengo muchas ganas de ser parte del proceso”, reconoció.

“No lo veo lejano pero sí difícil, porque tenemos muchas buenas jugadoras acá y en el exterior. Pongo los pies en la tierra, pero claro que sueño con estar en los Juegos Olímpicos”, admitió.

Estudia y extraña

Mientras, Rosa continúa estudiando Medicina en la capital bonaerense: “Ahora que terminó la liga, puedo dedicarme más a la carrera, aunque antes pude repartir los horarios”.

Sin futuro inmediato definido, adelantó que próximamente decidirá si en septiembre vuelve a emigrar.
“Hay muchas chances de regresar a España y, si se puede jugar el torneo Metropolitano, intervendré con Gimnasia”, anticipó, a la vez que espera que las condiciones sanitarias mejoren para viajar a su ciudad, tras ocho meses.

“De Paraná añoro todo. Mi familia, amigos, entrenadores hasta sus paisajes”, repasó finalmente.

Superó las expectativas

En medio de dos etapas en Gimnasia y Esgrima La Plata, Rosa Reinoso tuvo su primera experiencia en el exterior, jugando la Superliga B de España.

Entre septiembre y diciembre de 2020 (fase invernal) su equipo –Grau Castelló (de Castellón de la Plana, Valencia)– ganó su zona y clasificó a la copa Princesa, que no pudo jugarla porque una de nuestras integrantes dio positivo de Covid-19. Luego, en la fase regular (dividida en tres grupos de 10 equipos), finalizó tercero y arañó el ascenso.

“La pasé súper bien. Culturalmente, nuestros pueblos son muy parecidos, así que me integré muy bien”, testimonió.

“El objetivo era mantenernos en la categoría, así que nos fue mucho mejor de lo esperado. En lo cotidiano, entendí y aprendí otra forma de trabajo, de manejo. Me di a conocer en la liga y se me abrieron otras puertas. Todas las personas me trataron con mucho respeto, así que fue hermoso”, describió la joven paranaense.