Sabina Melchiori
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La primera extracción de plasma se hizo el 6 de julio de 2020 y 10 días de después, una paciente que presentaba un cuadro grave de coronavirus fue transfundida. “Fue realmente una quijotada porque en ese momento teníamos, como en todo el mundo, más dudas que certezas”, expresa casi un año después el doctor Héctor Luis Castillo, jefe del servicio de Hemoterapia del Hospital Centenario y director del Banco de Sangre de Gualeguaychú.

“Si bien ya se estaba llevando a cabo en algunos lugares puntuales del país, no había resultados concretos y lo que nos permitía seguir adelante con esto era que sabíamos que era un producto seguro. Lo que no sabíamos es si era eficaz. Y, en caso de serlo, qué dosis se precisaba, en qué momento debíamos utilizarlo, en qué tipo de pacientes, etc.; en definitiva, nuestra única certeza en ese momento es que no causaríamos daño, pero desconocíamos si aportaríamos algo en esa lucha contra el virus”, admitió Castillo en diálogo con Mirador Entre Ríos.

A tientas en un terreno desconocido

Lo que desde el Banco de Sangre de Gualeguaychú los llevó a dar el puntapié inicial en la provincia, fue que hubo una situación de emergencia con una paciente joven (hasta ese momento solo se consignaban pacientes graves de edad avanzada) y no dudaron en solicitar autorización para saltear todos los protocolos y probarlo.

“Afortunadamente tuvimos el visto bueno del Ministerio ante la situación de emergencia y lo utilizamos. La paciente logró sobrevivir. Si bien era un caso aislado, sin bases científicas que lo sustentaran y demás, nos alentó a seguir adelante con esta práctica. Un poco lo que les pasaba a todos los investigadores en ese momento, que caminaban a tientas en un terreno absolutamente desconocido”. Consultado sobre qué ha cambiado desde entonces y si los requisitos para donar y recibir plasma de convaleciente siguen siendo los mismos, Castillo señaló que los cambios han sido muchos “y para bien afortunadamente”, porque actualmente cuentan con precisiones acerca de las dosis, el momento de su utilización, (o su no utilización), los tipos de pacientes que se beneficiarían con esta terapéutica, entre otros datos.

“Los requisitos también fueron variando a medida que conocíamos más y mejor todo esto que te cuento, básicamente en cuanto a la selección sobre la base del dosaje de anticuerpos presentes en el donante, las mujeres que hubieran tenido embarazos (hicimos una prueba piloto en nuestro hospital para conocer el porcentaje de mujeres que -en nuestra población- tenían presentes anticuerpos anti-HLA que son los que impiden que sean aceptadas como donantes de plasma de convalecientes y esos nos permitió sumar algunas mujeres seleccionadas previamente); más adelante, cuando aparecieron las vacunas, también hubo que modificar el protocolo. En fin, es una permanente actualización de protocolos a medida que conocemos más y que se van modificando las condiciones epidemiológicas”, explicó el doctor Castillo.

Llegar a las 500 extracciones

El mérito, según Casillo, es de la gente de Gualeguaychú que “en ningún momento dejó de mostrar una solidaridad impresionante, que después empezaron a imitar desde otras localidades del Departamento en donde comenzamos a hacer colectas de plasma con muy buena respuesta”.

También observa que “otro factor no menor es el hecho de que el Banco de sangre se encuentra fuera del Hospital, lo que permitió que no hubiera ningún tipo de probabilidad de contagio entre quienes buscaban donar, no solo plasma de convalecientes sino también sangre, lo que permitió que aún hoy, en lo más álgido de la pandemia, tengamos superávit de sangre cuando la mayoría de los bancos de sangre del país están casi sin donantes”.

Finalmente, destacó a todo el personal de Hemoterapia “que no descansa desde que se inició esta pandemia y están los siete días de la semana, las 24 horas, trabajando para aportar lo mejor desde su lugar”.

¿Qué es el plasma?

El plasma es el componente líquido de la sangre. El componente sólido está conformado por los glóbulos (rojos y blancos) y las plaquetas. Por lo tanto, si se somete a la sangre a un proceso de centrifugación obtenemos una parte líquida y una sólida. La líquida es el plasma. Ahora bien, además de los glóbulos y las plaquetas, la sangre es el medio de transporte de oxígeno, nutrientes esenciales, grasas, etc. y también de proteínas de protección llamadas inmunoglobulinas o anticuerpos. Estas inmunoglobulinas se forman a partir de un estímulo, es decir, cuando el organismo detecta algún elemento al que no reconoce como propio forma estas inmunoglobulinas para defenderse. Uno de esos estímulos puede ser un virus como el corona o SARS Cov 2, que al ingresar a un organismo provoca la reacción de este (que lo identifica como extraño) y crea anticuerpos para defenderse.

Una vez que el organismo ha reaccionado con éxito frente a este virus invasor, permanecen en él durante algún tiempo esas inmunoglobulinas que ya conocen al agresor y por lo tanto es posible utilizarla para combatir el mismo virus en otro organismo. Esa es una explicación sencilla de cómo es y actúa este plasma de convalecientes. “Convaleciente” se denomina al periodo inmediatamente después al de cursar con éxito una enfermedad.

Banco de Sangre de Gualeguaychú

El Banco de Sangre depende del hospital Centenario de Gualeguaychú. Hace 5 años, aproximadamente, se trasladó a su actual ubicación en el centro de la ciudad a fin de darle mayor visibilidad, mayor confort, ya que su ubicación previa en el viejo hospital había quedado incómoda para los donantes y limitada para sumar nueva tecnología . En el servicio del Banco trabajan 10 personas entre técnicas, personal administrativo y de limpieza, cuatro en el área de transfusión y dos bioquímicas en el área de serología. Héctor Luis Castillo, es el jefe del servicio de Hemoterapia del hospital Centenario de Gualeguaychú. También es escritor y, como tal, publicó (entre otras obras) el libro “Simplemente sangre. Mitos y verdades sobre el líquido rojo que recorre nuestro cuerpo”, a través de la editorial Siglo Veintiuno.