Exploradora del mundo arrabalero

Joselina Casadei, mujer de tango

El sonido de su garganta se hace canción y con su inigualable y cálida voz, esta rosarina nos envuelve en un ambiente arrabalero. Joselina Casadei, integrante del grupo La Rompiente Tango, dialogó con Mirador Provincial sobre sus comienzos con este género musical, sus proyectos y cómo agradece a la vida que el tango la haya encontrado.
06-09-2021 | 16:12 |

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"Dicen que el tango te espera, y que en algún momento te llega. A mí me da mucha alegría haberlo descubierto y elegido tan tempranamente" declara Joselina Casadei. Foto: Gentileza.


Gisela Mesa [email protected]


Joselina Casadei una mujer apasionada con un perfil interesante, que entrelaza el tango, el amor por su historia que recorre las calles de Rosario. No se puede mentir acerca de esta parte de la historia. Las letras del tango siempre fueron oportunos escenarios de adueñamiento patriarcal: sin embargo hoy por hoy las mujeres acapararon ese universo arrabalero con sus voces: Ellas son el tango.

Tangueras brillantes, talentosas, con una mirada femenina de un género "oficialmente" varonil. En entrevista exclusiva para Mirador Provincial, la cancionista rosarina nos cuenta sus comienzos en este mundo musical y que le provoca el tango en su día a día.

El tango comienza...
-¿Cuándo comenzó tu interés por el tango?

-Me acerqué al tango en el año 2011 más o menos. Yo estaba recién llegada de Santa Fe para estudiar fonoaudiología, y sentía la necesidad de encontrar un espacio para seguir haciendo música. Gracias a mi hermana Lucila Priotti, que es cantora de tango, empecé a ir a escuchar grupos y a cantar como invitada, y de a poco fui descubriendo una movida muy hermosa en Rosario, de gente joven, muy comprometida con el género y con la militancia cultural. En ese momento había muchos bares y centros culturales adonde se podía ir a escuchar y bailar tango y estaba surgiendo el Mutar.

En los años siguientes organizamos con mi hermana y con Mariel Ríos una guitarreada tanguera desenchufada en el bar Finoli, que quedaba al lado de la Chamuyera. Era todos los viernes, nos juntábamos a tocar tangos improvisados, un repertorio que surgía allí espontáneamente. Era un espacio de encuentro donde nos convocaba el disfrute por el tango.

Y de ahí fui cada vez profundizando cada vez más, cantando con diferentes grupos y orquestas. Es un género que no para de emocionarte, de conmoverte y además es tan inmenso que es inabarcable. Dicen que el tango te espera, y que en algún momento te llega. A mí me da mucha alegría haberlo descubierto y elegido tan tempranamente.

-¿Cómo fue que elegiste el tango como modo de expresarte?
-La elección se fue dando con el tiempo. En la adolescencia venía de cantar un repertorio más folklórico, pero cuando empecé a cantar tango fue un quiebre y decidí abocarme exclusivamente a este género.

En primer lugar la profundidad de sus letras y de las historias que cuentan, es algo con lo que conecté muchísimo y no me había pasado con otros géneros. El tango en 3 minutos te cuenta una vida entera, y cada vez que analizas de nuevo las letras descubrís nuevas frases que aportan más información a la historia y que siempre estuvieron ahí. Es como cuando ves una peli de nuevo y entendés otros significados de la trama. Después encontré un montón de cosas que me interesaron en la música, la armonía, los arreglos y la historia del género, además de que toca fibras de nuestra historia como país, entonces cuando cantas es como que sos la voz de muchos más que vos misma y te propone desafíos constantemente a la hora de interpretarlo.

También pienso que hay algo de cantarle al dolor, a la nostalgia, al duelo que me convoca. El tango te propone enfrentar la tristeza, para atravesarla, hacerte preguntas, te acompaña en ese proceso. En estos tiempos de lo inmediato, de la felicidad encapsulada, y el aislamiento de pantallas, eso me emociona muchísimo. Siento que con este género encontré un lugar donde quedarme, encontré mi lugar. Más ahora como intérprete de tangos nuevos y como compositora. Es una fuente de inspiración inagotable.

-¿Creés que Rosario tiene ADN tanguero?
-Sí, creo que es algo que construye y sostiene a lo largo de su historia. El haber llegado a Rosario hace 10 años, me permite la dualidad de observar desde adentro y desde afuera ciertos procesos. Yo creo que la historia reconoce a Rosario como un gran polo de tango, y actualmente esto se continúa con la emergencia de numerosos grupos talentosísimos de la ciudad. La Orquesta Utópica, Masmédula, Quinteto Madreselvas por nombrar algunos. Además está la Orquesta Escuela de Tango que dirige Javier Lo Re y el Quinteto de Guitarras que dirige Martin Tessa que son semilleros de grandes músicos de tango. También creo que es una ciudad donde hay mucha gente que viene a estudiar o a trabajar, sentimos el desarraigo, la nostalgia, todas temáticas que transversales en el tango.

Creo que lo interesante es que Rosario aporta un condimento especial en las letras y en la música que surge acá. Compositores como Leonel Capitano, Guillermo de Pablo y Dani Leste de a poco van renovando el cancionero de tango del siglo XXI de nuestra ciudad.

-Sos referente de una camada de nuevas voces femeninas que ha tomado el tango como una expresión propia, ¿creés que el tango está abriéndose a otras posibilidades más igualitarias con las mujeres?
-Me siento muy honrada por la expresión referente, pero creo que esa apertura responde a iniciativas colectivas y me gusta pensar en las Mujeres Tangueras como gran motor de esos cambios. Impulsadas por el gran movimiento feminista de la actualidad, con muchas compañeras nos fuimos agrupando para hacerle frente a las injusticias, poner en discusión ciertos estereotipos, pero fundamentalmente también porque juntas somos más fuertes. Armar aquelarre, comunidad, encuentro.

Desde luego que todo hecho artístico tiene mucha potencia cuando es llevado adelante con un posicionamiento político claro y de militancia. En lo personal, desde ese lugar escribo y canto. Pero creo que frente a las desigualdades, las injusticias; la salida es colectiva.

Con las compañeras tenemos ya varios años pensando cómo posicionarnos al interpretar un género que se lo describe como misógino y machista. Empezamos a hacer consciente lo que está oculto, aunque duela y aunque haya que resignar cosas. Elegir qué poetas difundir y qué tangos hacer sonar, son maneras de empezar a escribir desde el hoy una nueva etapa del tango, que va en consonancia con la nueva etapa que está viviendo nuestra sociedad. Animarnos a ocupar lugares que siempre fueron para los varones: escribir, componer, dirigir, arreglar y alentarnos mutuamente en ese proceso.

Siempre hubo mucha participación femenina en el tango, pero como en todos los ámbitos de nuestra sociedad machista no fueron tan difundidas sus intervenciones. Estamos atravesando un momento histórico, y cada tanto esta bueno frenar para ver el camino recorrido y los logros alcanzados. A pesar de los avances aún queda camino por recorrer, a mí me han preguntado: "¿eso lo escribiste vos sola? ¿Sin ayuda?". El sentimiento es de hacer en tiempo presente, en entender que las posibilidades de lograr esas igualdades se dan por la lucha organizada y colectiva, y el tango como música popular y reflejo de nuestra sociedad, no puede quedar por fuera del avance del feminismo.

-¿Cómo hace un artista para vivir hoy de su profesión en esta actualidad de pandemia?
-La pandemia generó un gran desafío para todos los artistas que vivimos del encuentro con el público. Afortunadamente hemos podido continuar en actividad pero mucho más a pulmón que antes. Hicimos algunos conciertos virtuales con La Rompiente, con Guillermo grabamos unos videos que distribuimos de manera gratuita, y nos abocamos más que nada a la producción: a escribir, arreglar, maquetear y, cuando se pudo, a ensayar. Creo que va a ser complejo restablecer la actividad laboral en la música, como en todas las artes, pero también creo que el público y los artistas estamos deseosos de compartir ese momento tan único que es el concierto en vivo. Esa magia del aquí y ahora, mirarnos a los ojos (porque siempre respetamos las medidas para cuidarnos), la improvisación que eso posibilita.

La Rompiente Tango
-¿Cómo se fue dando tu acercamiento con La Rompiente Tango?

En La Rompiente empecé a cantar en 2019, que fue justo un año en que el grupo dio un giro en torno a su búsqueda estética y se abocó más que nada a las composiciones propias. Durante el año siguiente, con pandemia de por medio, se consolidó no sólo el sonido sino también el grupo humano. Disfruto mucho de hacer música con ellos y de trabajar juntos, los admiro y me gusta ponerle voz a sus poesías, charlar sobre qué los inspiró a escribir esas canciones. Y desde lo personal el grupo me permitió desplegar una nueva manera de posicionarme como cantante y hay varios temas que son reales desafíos desde la exigencia vocal e interpretativa que requieren.

El año pasado sacamos un EP llamado "Pura Ingratitud" que pueden escuchar por todas las plataformas digitales y actualmente estamos editando nuestro primer LP mientras retomamos los ensayos para volver a tocar en vivo, así que trabajando a full en lo que se viene.

-A los 15 años plena adolescencia, armaste el grupo "Leit Motiv", ¿cómo fue todo ese auge musical y en plena pubertad?
-Yo creo que hay algo de las características de esa edad que hizo que el grupo tenga tanto crecimiento, había mucha energía creativa y empuje pero también mucha avidez por aprender y descubrir el propio camino. Creo que fue clave para el grupo el estímulo y acompañamiento por parte de docentes y estudiantes del CREI de Santa Fe, la escuela de música a la que íbamos. Y también de nuestras familias, porque a veces teníamos que retirarnos antes del colegio para ir a hacer notas y a mí me ayudaban a trasladar el piano a todos lados.

Recuerdo que empezamos haciendo canciones de otros que nos gustaban, y poco a poco fueron surgiendo composiciones propias. Recuerdo que tocábamos en el Solar de las Artes y que se recontra llenaba de familia y amigos que iban a escucharnos. Recuerdo que ganamos la 8va Bienal de Arte Joven en el año 2008 y que usamos el premio para comprar equipos y grabar un demo. Con Agustín Di Paolo, Valentín Mansilla y Guido Chiatti, que somos algo así como los "fundadores", seguimos en contacto y cuando coincidimos en Santa Fe nos juntamos y a veces tocamos canciones que hacíamos en el grupo.

-Fuiste premiada en 2016 y 2017 como mejor solista vocal femenina en el Pre Cosquín Sede Paso del Salado. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Todo muy increíble. Lo recuerdo y me parece increíble haber estado ahí. En ambos años fuimos con Noche Oscura, un grupo en el que cantaba. Concursamos en Santo Tomé y viajamos a Cosquín con toda la delegación. La experiencia fue de muchísimo aprendizaje, tocar en ese escenario por el que pasaron tan grandes artistas, ¡que tiene el plato giratorio!, esa plaza súper imponente, la adrenalina de la competencia, el sostén de los compañeras de grupo. Además aprovechamos y tocamos en varias peñas de Cosquín así que fue todo muy intenso. Particularmente recuerdo el aguante y la orientación que recibí de parte de toda la delegación de Santo Tomé, yo era de las más chicas del grupo y era la primera vez que viajaba, así que era como una gran familia alentando desde el público, conocí mucha gente muy hermosa

-¿Cuál es tu próximo proyecto del cual puedas adelantarnos algo?
-En primer lugar, con La Rompiente estamos trabajando a full para poder lanzar nuestro primer LP antes de que termine el año y volvemos a tocar dentro de muy poquito, así que pueden buscarnos en las redes para enterarse de las fechas de estreno de ese material y de nuestras próximas presentaciones. Sigan a @larompientetango. También me pone muy contenta anunciar que con Guillermo de Pablo (guitarra y composición) vamos a entrar a grabar el material que adelantamos en diciembre del 2020 con unos videos que pueden buscar en YouTube. Va a ser un disco íntegramente de canciones propias que venimos armando desde el año pasado. Tienen una relación con el tango desde sus temáticas, hablan del desamor y del desarraigo, pero se anclan en una sonoridad más despojada, de canciones de este siglo, para permitir la escucha atenta de las letras.

Y por último, con Juan Sanseovich en piano estamos empezando a armar un repertorio de tangos tradicionales para despuntar el vicio, improvisar y seguir estudiando el género.

Más información

En Instagram: @Joselina.lara
En Facebook y YouTube: Joselina Casadei



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