Ceferino Azambuyo
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El profesor Ricardo Moreyra, integrante del Centro de Estudios Históricos “Gaucho Rivero”, de Villaguay, respondió una pregunta que generalmente se hacen quienes intentan ahondar en las razones por las cuales se han generado las devociones, emparentadas con el origen de las ciudades o incluso anteriores a la fecha de fundación o de sus orígenes.

“Este es el caso de Villaguay y su patrona Santa Rosa de Lima, cuya advocación surge por la presencia de un sacerdote que llegó a este lugar cuando era un pequeño caserío de casas de barro y paja con calles de tierra. Era Fray Chorroarín, perteneciente a la congregación de los dominicos quien introdujo la devoción por Rosa de Lima cuando estuvo varios meses realizando su misión espiritual como misionero consagrando casamientos, bautismos, unciones de enfermos y preparó mediante catequesis no sólo a los habitantes del pueblo sino de la zona rural, realizando una admirable tarea por las distancias y los difíciles caminos que debió transitar para llegar con su legado de fe hasta los extremos más lejanos del departamento, Lucas Norte, Sauce Luna, etc., graficó el profesor de Historia.

Agregó que “sin dudas, la devoción creció mucho antes de la fecha de los orígenes históricos de Villaguay si recordamos el documento que en una manzana ordena construir la capilla, es así que Santa Rosa tenía presencia antes de que existiera Villaguay. En tiempos anteriores había oratorio, eso ocurrió desde el año 1805, concentrando la población para los auxilios espirituales que brindaban sacerdotes que llegaban en misiones porque no había hasta ese momento ninguno estable”.

La tradición de rezar y brindar culto a Santa Rosa de Lima data de tiempos coloniales. Incluso antes de ser la Patrona oficial de la ciudad. Lo comprueba la gran devoción y sincero afecto que manifestaban sus feligreses.

Fiestas patronales

En relación a la investigación y recopilación, desde el Centro de Estudios Históricos Gaucho Rivero, los profesores Nahuel Oviedo y Ricardo Moreyra informaron que el delegado eclesiástico de Entre Ríos, José Leonardo Acevedo, autorizado por el Papa Pío IX, envió una circular a las parroquias, estableciendo los Santos Patronos en la provincia. En 1851 se oficializa su patronado: “La iglesia parroquial de Villaguay el 30 de agosto, día en que celebra la fiesta de su Patrona Santa Rosa de Lima”.

Las Fiestas Patronales se iniciaron hacia 1835 y tomaron fortaleza tres años después. En 1858 doña Antonia Medrano donó dos campanas que importaron 24 onzas de oro, las que se bendijeron y colocaron la víspera de la fiesta de Santa Rosa.

“Todas las poblaciones de Entre Ríos se conformaron alrededor de capillas y oratorios y en el caso de Villaguay venían sacerdotes, primero de la vice parroquia de Concepción del Uruguay hasta que se vio la necesidad crear la Parroquia y fue por la devoción que creció a lo largo del tiempo que el Arzobispado de Paraná consideró la misma por el fervor y la devoción puestas de manifiesto en las fiestas patronales y procesiones que generaban la llegada de personas de distintos lugares al centro de la provincia”, aportó Moreyra.

Por qué

Para responder por qué una Santa nacida en Perú es patrona de Villaguay y a qué se debe su devoción surgida mucho antes de su existencia registrada oficialmente, Moreyra expresa que “a través de la historia sabemos que Santa Rosa es la primera consagrada en América y también tuvo patrocinio incluso del Congreso de Tucumán, que la nombró como patrona de la Independencia argentina”.

Según el historiador, “las crónicas cuentan que, durante las Misiones Jesuíticas, en las reducciones más importantes de Yapeyú se fabricaban imágenes religiosas que se proveían al resto, pero cuando entraron en decadencia y ante la amenaza de los bandeirantes que al encontrarlas las destruían, las familias las llevaron a sus casas para protegerlas. Así llegó la imagen de Santa Rosa, tallada en madera por integrantes de los pueblos originarios guaraníes, a manos de la familia Berón de Astrada, en Corrientes. Desde allí decidieron darle un mejor lugar público en alguna parroquia y averiguando surgieron las de Chajarí y Villaguay pero esta última no poseía imagen y ese fue su destino. A través de una comunicación con el Gral. Justo José de Urquiza, quien se contactó con Crispín Velázquez, se realizó el envío en una diligencia desde Corrientes hasta Villaguay. Esta imagen milagrosa representa sin dudas las raíces de nuestra gente, con sus devociones y la fe de nuestros pueblos”.

Moreyra sintetizó que “la imagen es además parte de la identidad villaguayense donde han convivido charrúas, guaraníes, europeos y afros, con ellos formamos esta multiculturalidad que está presente en nuestro pueblo y es todo un símbolo”.

La historia del templo

Una vez asentados en San Martín y Mitre, de Villaguay, se inició una sencilla construcción. Entre 1912-14, la presidenta de la Comisión pro Construcción del Templo, Mercedes Oyamburu de Altuna, aprobó el proyecto del arquitecto italiano Juan Boteri.

La primera etapa consistió en la demolición de la capilla y construcciones adosadas a la misma por calle Mitre. Luego se construyó la nave central y las alas laterales, además de la creación del primer piso y torre de la calle San Martín y Mitre.

Hacia 1929 el español José Gavado levantó la segunda torre por calle Mitre. En 1935 se colocó el cielo raso de metal desplegado revocado, similar a la nave central. El lustro del 45 al 50 se erigió el atrio a cargo de la contutora París Cachiaglia y a finales de los 70 se reforma el altar, quedando como hoy se puede apreciar.