Alan Vidaña


El hecho sucedió el domingo por la tarde cuando se disputaba la semifinal del torneo de la Liga Casildense de Fútbol en la localidad de Chabás -departamento Caseros-. La situación empezó a descontrolarse cuando Huracán dio vuelta el marcador ante Atlético por 3-2 a poco del final. En esos instantes, los hinchas del local lanzaron piedras desde la tribuna hacia el campo de juego. Por tal motivo, el árbitro decidió suspender el partido. Automáticamente las fuerzas policiales trataron de disuadir el conflicto efectuando disparos de balas de goma y arrojando gases lacrimógenos.

Lejos de calmar los ánimos, la parcialidad de Atlético Chabás siguió provocando desmanes afuera de la cancha y terminó prendiendo fuego un patrullero. A raíz de eso, una mujer policía tuvo una crisis de llanto que quedó asentada en los registros fílmicos.

Una vez más la violencia en el fútbol regional sigue dejando huellas. Lo que debió ser una fiesta del deporte se vio opacada por un grupo de inadaptados que terminaron manchando la pelota. Si bien los daños fueron materiales, habría reportes de personas heridas. El caso se encuentra en materia de investigación.