Ignacio Pueyo


Se hizo esperar, pero al final llegó la recompensa para toda la gente de Progreso. El Torneo Clausura de la Liga Esperancina tiene campeón y es nada menos que el Club Atlético San Martín, el mismo que en el Apertura se había quedado a las puertas de la gloria perdiendo en la final ante Santa Clara por penales.

Esta vez, el equipo de Daniel Camusso hizo valer toda su jerarquía y se impuso en la final única sobre otro histórico de la Liga: Bartolomé Mitre. El encuentro definitivo se disputó en el estadio de Juventud de Esperanza, ante una multitud de ambos bandos. El primero en abrir el marcador fue justamente el equipo esperancino, a través de Eric Bonomi, en el primer tiempo. Sin embargo, los de Progreso no se achicaron, y en la segunda mitad dieron vuelta la historia. Lautaro Oggier y Cristian Rolón fueron los dos futbolistas que le dieron la victoria definitiva a San Martín.

Al respecto, el entrenador del equipo rojinegro habló después de la consagración. “Es una alegría, una satisfacción, después que se propuso una forma de trabajar, y que los chicos allí encontraron la forma de lograr el objetivo. En una localidad que desde lo deportivo necesitaba un resultado, porque hacía mucho tiempo que venía buscándolo” explicó el entrenador.

—Ya en el primer torneo habían estado muy cerca. Eso habla muy bien de ustedes.
—Sí, perdimos la final contra Santa Clara. Después en el segundo torneo, el Clausura, nos planteamos seguir de la misma manera, y ajustar algunos temas. Pudimos llegar a la final y ahora el día domingo es la final absoluta en la localidad de San Jerónimo, para rubricar al mejor equipo del año. Si bien el más regular fuimos nosotros, porque llegamos a las dos finales, la modalidad de torneo hace que debamos disputar esta final absoluta.

—¿Cómo fue la final contra Mitre?
—Futbolísticamente no mostramos nuestra mejor versión. En el primer tiempo tuvimos una muy mala participación, no encontramos los caminos, Mitre nos presionó siempre. En el segundo tiempo el aspecto físico nos favoreció mucho, estamos muy bien preparados. Pudimos doblegar al rival, empezamos a tener situaciones, y ya en el epílogo del partido tuvimos las dos situaciones, para concretar los dos goles y poder revertir el resultado. Los goles fueron a los 30 y a los 32 minutos. Pero futbolísticamente por ahí los nervios del clima llevaron a que haya muchas imprecisiones, y no fue el mejor partido, ni el más vistoso, como la gente quiere ir a ver. Estas finales generan, como decíamos, nerviosismo, y hacen que no se den los mejores partidos.

Sin embargo, teniendo en cuenta el subcampeonato del Apertura y el título de este Clausura, San Martín ha demostrado una jerarquía superior a la de los demás equipos de la liga. En ese sentido, el entrenador explicó que realizaron algunos ajustes y cambios en relación al primer torneo para encarar la segunda parte de la temporada. “Principalmente fue después de haber perdido la final. Esos partidos finales le dieron al plantel más experiencia en disputar partidos importantes. Además tuvimos la incorporación de un jugador, que volvió a la localidad, que es Atilio Lazzaroni, y estaba en Atlético de Rafaela. Nos dio la posibilidad de tener un plantel más amplio, para tener mayor rotación y nos dio un salto de calidad sin lugar a dudas” sentenció el DT.

Una de las particularidades de este Torneo Clausura fue que, debido a la cercanía con fin de año, las últimas jornadas se disputaron entre miércoles y domingo. De esta forma, durante muchas semanas los futbolistas tuvieron dos partidos por semana, lo cual es sumamente llamativo en las ligas amateurs. “No es algo fácil de hacer. Los jugadores amateurs tienen su jornada laboral, y jugar dos partidos a la semana realmente se hace bastante pesado. A nosotros particularmente nos favoreció la pandemia, porque pudimos seguir entrenando. Hizo que tengamos una preparación física muy buena: no tuvimos ningún desgarrado, ni ninguna lesión muscular. Pudimos sacar ventaja a partir de eso. También tuvimos un plantel amplio, y fuimos haciendo de a poco a esos chicos, a esos futbolistas de la localidad. Eso nos permitió hacer una rotación, entonces llegamos a los cruces con un equipo más descansado, en relación a otros equipos que venían saturados por la cantidad de partidos disputados en la semana” detalló Camusso.

De esa forma, la gran preparación física que tenía el plantel rojinegro le permitió imponerse sobre otros equipos que sufrieron con mayor rigor la competencia. Eso se vio reflejado en los números: el equipo de Progreso salió primero de su grupo en la fase regular sin perder ni un solo partido. Ya en playoffs, se impuso a Sarmiento de Humboldt en octavos, a Independiente de San Agustín en cuartos y a San Lorenzo de Esperanza en semis, para llegar a la final frente a Mitre.

Además, Camusso explicó cómo fue ese trabajo a lo largo de la pandemia, teniendo en cuenta que hubo más de un año en el que no hubo competencias oficiales: “Yo asumí como entrenador en enero de 2020. Hicimos una pretemporada, después estuvimos parados cuatro meses, y empezamos el 16 de julio del año pasado a entrenar. Desde ahí no se cortó más, sacando algún corte pequeño, de algunos días, que seguimos entrenando en la modalidad gimnasio. Después paramos un mes cuando se dio el parate desde el 21 de mayo al 22 de junio. Ahí optamos por darles vacaciones, porque hacía un año que estábamos entrenando. Entonces les dimos un período vacacional, volvimos a hacer una pretemporada, y volvimos a entrenar”.

“Fue sencillo, porque al ser todos chicos de la localidad, íbamos en distintos horarios y en diferentes grupos. Nos dividíamos las tareas, iba el profe, el ayudante de campo o yo en cada horario, entonces un grupo iba a la siesta, el que podía iba a la noche, otro a la tardecita. Dependiendo de los tiempos laborales de los chicos nos íbamos acomodando y podíamos seguir entrenando. Ese fue un factor fundamental para este logro” explicó el entrenador.

Un pueblo que empuja
Este título de San Martin se refleja no solo en la copa que se lucirá en las vitrinas de la institución, sino en el sentimiento de la gente que acompaña día a día al club. De hecho, la mayor parte del plantel está conformado por jugadores nacidos en la institución, y eso también hace que el premio sea doble. La gente es una parte fundamental de este logro.

—¿Cómo es a nivel institucional San Martín?
—Progreso es una localidad que aporta muchísimo dinero para que el club esté muy lindo. El crecimiento de San Martín viene también aparejado con el crecimiento de la localidad. Progreso tiene también varias industrias que están funcionando muy bien en la región, y eso hace que se potencie también el club. Tiene un polideportivo que constantemente tiene chicos disputando diferentes deportes. Ahora está en la concreción del proyecto de un predio deportivo, en las instalaciones del hipódromo, que también pertenece al club, y están construyendo dos canchas, un salón gimnasio. Es una institución muy linda para trabajar, pero también la localidad está muy bonita, es una localidad chica, pero muy pujante por las industrias que tiene.

Por último, Camusso no dejó de recordar lo trascendente de esto, teniendo en cuenta las trágicas pérdidas humanas que en los últimos años sufrió el club. En primer lugar Emiliano Sala, que al momento de su trágico accidente se encontraba jugando en el fútbol europeo, y que fue formado en el Club San Martín. Además, en ese mismo 2019 perdió la vida en un accidente de tránsito Sebastián Rabellino, jugador de la institución de 24 años de edad. Este título no puede recomponer dolores tan grandes en la localidad de Progreso, pero sí es una caricia en el alma para todos aquellos que aman al club, como Emiliano y Sebastián.

El próximo domingo 19, en cancha de Libertad de San Jerónimo Norte, San Martín de Progreso y Santa Clara FBC jugará para definir al campeón de la temporada 2021.