La variante Ómicron del coronavirus es menos letal, pero ha provocado récords de contagios y un nivel de ausentismo muy alto en los distintos rubros de la economía provincial. A esto se suman las vacaciones otorgadas en las empresas para combinar una situación atípica en el mes de menor actividad como es enero. La ola de calor que está instalada desde hace días en gran parte del país y los factores mencionados anteriormente le dan un aspecto distinto a las calles de Rosario y del resto de la provincia. Se observó muy poco gente circulando tanto en el centro como en los barrios de la Cuna de la Bandera en esta semana. Una postal que seguramente se repite en las otras localidades de la bota.

Esta merma también podría traer algunas consecuencias negativas a nivel financiero para las empresas y también para la macroeconomía santafesina en general. Mirador Provincial habló con referentes de distintos sectores para conocer cómo las ausencias obligadas afectan a distintos rubros. Mariano Ferrazzini, tesorero de la FISFE (Federación Industrial de Santa Fe), comentó: “Es una situación compleja porque la cantidad de casos positivos en la provincia ha subido mucho. Ayer (martes) alrededor de 12.000 casos fueron informados y esto hace que haya muchas personas positivas y contactos estrechos”. Este miércoles se realizó una reunión a la que asistieron autoridades de la FISFE, de Came (Cámara Argentina de la Mediana Empresa) y otros organismos junto a funcionarios de los ministerios de Salud, Producción y Trabajo. Allí se informó sobre la flexibilización de no guardar aislamiento para aquellos contactos estrechos de positivos vacunado y sin síntomas. “Hoy estamos con una vacunación del 82 por ciento con segunda dosis, lo cual es verdaderamente muy bueno”, remarcó Ferrazzini.

Por otra parte, Ricardo Diab, dirigente de Came, brindó cifras sobre este ausentismo: “En líneas generales, a nivel país tenemos alrededor de un 15 por ciento del personal afectado en el comercio, pero hay casos que son muy específicos. En el sector de las heladerías, sacaron un comunicado porque tienen el 62 por ciento del personal afectado”. En el sector comercial de Rosario, el número es del 20%.

Ferrazzini no quiso hablar de porcentajes en su rubro: “Es muy difícil decirlo por dos motivos. Primero, la dinámica propia de la enfermedad en esta etapa. Por la cantidad de contagios diarios que se tienen en la provincia y también por la vuelta más rápida al trabajo. El segundo factor que lo hace complejo es la época del año en que esto ha tocado. Muchas empresas hoy están cerradas por vacaciones. Hay empresas que eligen esta época para poder cerrar y acondicionar máquinas y equipos para comenzar el año productivo”.

Vale como ejemplo la cantidad de trabajadores aislados dentro del SUPA (Sindicato Unidos Portuarios Argentinos) de Puerto General San Martín. Allí hay 20 personas sin poder asistir al trabajo frente a un total de 663 afiliados, según revelaron fuentes del gremio. El porcentaje es muy bajo, sólo 3%.

Quedará saber cuál es la progresión en los contagios y en la pandemia en sí en las próximas semanas. “Fabricar es más complejo que unas semanas atrás porque contamos con menos personal en las industrias -comentó Ferrazzini-. También esperamos a ver cuál es la evolución de esta pandemia. Cuándo llegamos al pico de contagios y empieza a bajar. La expectativa del gobierno nacional marca que se está esperando una bajada en la cantidad de casos de forma bastante abrupta. Todavía no tenemos grandes problemas de abastecimiento, pero si esto se extiende por uno o dos meses, nos vamos a encontrar con una situación más difícil”. Diab, por su parte, afirmó: “Por el momento del año no complica demasiado. Sabemos que esto es de alto contagio, pero de baja letalidad. Fundamentalmente hay que estar vacunado. Esto pasado febrero puede tener algún cambio. Estamos llegando a una situación muy compleja, pero entendemos que hay una salida a corto plazo”.